El presidente Vicente Fox se incorpora hoy al último tramo del recorrido

Dedican a la paz mundial la cabalgata Unidos por las tradiciones

JUAN MANUEL VENEGAS, DAVID CARRIZALES Y MARTIN SANCHEZ ENVIADOS

Hidalgo, Coa., 1Ɔ de marzo. Bajo un inesperado chipi chipi y una temperatura de nueve grados centígrados, 8 mil 300 jinetes provenientes de los estados de Nuevo León, Tamaulipas y esta entidad participaron en la tercera edición de la cabalgata regional Unidos por las tradiciones, que dedicaron a la paz del mundo.

Desde la noche del viernes en este poblado se respiró el ambiente vaquero, pues además de un rodeo improvisado que se montó en el lugar del campamento, el grupo de Los hermanos Barrón, de Coahuila, alegró el ambiente. Hubo cena, cerveza y tequila... y taco de ojo, porque se presentó la actriz Maribel Guardia.

El espectáculo continuó en las primeras horas de hoy fuera de programa, pues no obstante que las reglas del acto prohíben la ingestión de bebidas alcohólicas, algunos jinetes mordieron el polvo, no por lo brioso de los corceles, sino por el estado de ebriedad en que amanecieron y sin ningún rubor portaban botes de cerveza en el trayecto. Además, si los policías municipales de Hidalgo, Anáhuac y Nuevo Laredo hubieran aplicado con rigor sus reglamentos de Policía y Buen Gobierno, centenares de jinetes estuvieran aún en las celdas por hacer sus necesidades fisiológicas en la vía pública.

Desde temprana hora se escucharon los relinchos confundidos con las sirenas de patrullas policiacas y el ruido de motores de vehículos de todas denominaciones y marcas, en las cuales se desplazaban cerca de mil guardianes del orden de los tres niveles de gobierno, incluidos militares y el Estado Mayor Presidencial. Los uniformados locales, siempre tan celosos de su territorio, esta vez sin importar los límites geográficos ni el calibre de las charolas que portaban, actuaron sin recelos, aunque en forma un tanto desorganizada, en los 50 kilómetros del recorrido.

Las pipas de Fomerrey

Los pencos cuarto de milla, criollos, percherones y famélicos, porque también los hubo, fueron alimentados muy de madrugada para evitar cólicos e indigestión. Consumieron unos 10 tráileres de forraje y otras tantas pipas de agua, servicio a cargo de Fomerrey, una empresa pública del gobierno de Nuevo León que promueve la vivienda popular.

El inicio de la cabalgata estaba programada para las siete de la mañana, pero comenzó una hora después. La Iglesia, representada por el obispo de Saltillo, Raúl Vera, bendijo el acontecimiento; elevó plegarias para que todo saliera bien, mientras decenas de palomas y globos fueron liberados, al tiempo que el prelado pronunciaba un emotivo y enérgico discurso en favor de la paz.

Un nortecito sabroso que resecaba los labios de los cabalgantes también alebrestó a las remudas que no respetaron jerarquías. En el punto del arrancadero se cayó el primer jinete en presencia del obispo Vera.

Antes de tomar la carretera, Alfredo González, funcionario de Nat Bank de Texas, también largó la cabalgadura, mientras que, asimismo, en el tramo de los primeros 10 kilómetros, el periodista Ricardo Rocha mordió el polvo a la salida del municipio de Anáhuac, en los límites entre Coahuila y Nuevo León.

Al frente de los contingentes galopaban tres hermosas mujeres, trigueñas y espigadas, que portaban la bandera mexicana, seguidas por los gobernadores Enrique Martínez, Tomás Yarrington, Fernando Elizondo, Manuel Angel Núñez, de Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León e Hidalgo, respectivamente.

Martínez montó uno de los más bonitos ejemplares, un prieto azabache tirando a raza azteca. Elizondo, sujetaba las riendas de un percherón alazán claro. Yarrington se solazaba sobre los lomos de un cuarto de milla alazán oscuro. En tanto que el secretario Santiago Creel rompió el cuadro con su traje negro de charro, el mismo que lució en la edición pasada.

Por la tarde, los jinetes desensillaron las bestias y acamparon en el rancho Don Vidal, ya en territorio tamaulipeco. Por la noche, disfrutaron de un festival artístico a cargo de grupos norteños propios de la región.

El presidente Vicente Fox arribó esta tarde a la ciudad de Nuevo Laredo, pero su caballo se le adelantó. Por la noche el mandatario se reunió en una cena con los gobernadores en el rancho La Herradura, donde pernoctó, para sumarse este domigno a los jinetes, en el último tramo del recorrido que culminará por las calles neolaredenses hasta llegar a los campos deportivos de Seguridad Pública, donde se dará el cerrojazo final a la cabalgata.