La mexicana que ha trascendido en gimnasia rítmica
acusa fastidio a sus 18 años
Por falta de reconocimiento, Aicela Rosado anuncia
su retiro
Di mucho y recibí muy poco, afirma la atleta
yucateca, quien espera ser recibida hoy por Felipe Muñoz Rechazó
integrarse a la concentración y confía en llegar a ser entrenadora
ABRIL DEL RIO
Aicela Rosado, la mexicana que más lejos ha llegado
en la gimnasia rítmica mundial, ha decidido poner fin a su carrera,
decepcionada por la falta de apoyo y reconocimiento de las autoridades
deportivas.
Aicela
Beatriz Rosado Martínez, la gimnasta yucateca que ha brillado mucho
más en los podios europeos y asiáticos de lo que trascendió
en escenarios mexicanos, reveló a La Jornada el fastidio
al que ha llegado después de 14 años de someterse a las exigencias
de la gimnasia de primer nivel.
"Quiero mi retiro, un retiro digno, tal vez como entrenadora",
expresó la atleta, quien viajó a esta ciudad con la intención
de entrevistarse con el titular de la Federación Mexicana de Gimnasia
(FMG), Alejandro Peniche, mismo que (el miércoles) se trasladó
a Zacatecas.
Mediante un correo electrónico enviado ese día,
Rosado expresó que estaba siendo objeto de maltrato sicológico
por parte de la entrenadora nacional, Laura Acosta, y amenazada por la
FMG.
A la primera la señala por haber cambiado de última
hora la rutina que presentó en los Juegos Centroamericanos y del
Caribe, hecho que Acosta asume y afirma que de no haberlo hecho, Rosado
no habría contado con los suficientes grados de dificultad. A los
federativos, de presionarla en el proceso de selección.
José Solano, tesorero de la FMG, que se reunió
ayer con la gimnasta, expuso que la atleta fue convocada como el resto
de las preseleccionadas para integrarse al proceso de preparación,
que se inició esta semana para la realización de valoraciones
en las Villas de Tlalpan.
Entre otras cosas, debía informar sus planes y
lo que requería para realizarlos, luego de que hace dos meses se
quedó sin su entrenadora, la ucraniana Irina Mistic, quien enfrenta
trámites de visado.
Tras acudir finalmente a Tlalpan, ayer al mediodía,
Rosado comunicó a los metodólogos y a Solano que el único
propósito en esta ciudad era reunirse con Peniche y se marchó
en buenos términos.
"No vengo a la concentración. Ya no confío
en la federación, porque me han sucedido muchas cosas, así
que no quiero saber más", dijo la gimnasta, quien recordó
que rumbo a los Juegos de Sydney 2000 recibió una invitación
de la federación internacional, y "no hicieron los trámites
a tiempo para que pudiera ir.
"He tenido una carrera muy difícil. Di mucho y
recibí muy poco. No me interesa el dinero; pero sí el reconocimiento
que no he tenido."
Rosado, octava en el Mundial de Gimnasia Rítmica
en Japón 97 se reunirá hoy con Felipe Muñoz, presidente
del Comité Olímpico Mexicano, para exponer su caso.