Leonardo García Tsao
Los peligros de la emigración
La semana pasada ocurrió algo insólito en
la cartelera capitalina: por pura casualidad, se estrenaron dos realizaciones
de sendos cineastas chinos: Deseando amar, de Wong Kar-Wai, y Mátame
suavemente, de Chen Kaige.
Aquí cabe abrir un paréntesis para aclarar,
una vez más, la cuestión nominal. Los chinos escriben su
nombre anteponiendo el apellido -monosilábico- a su nombre propio
-bisilábico, por lo general. Entonces, hablar del cine de Kar-Wai
se antoja tan confianzudo como decir el cine de Federico, para referirse
a Fellini. La regla cambia, obviamente, cuando la persona anglifica su
nombre, como John Woo o Edward Yang.
Por
desgracia, la obra de Chen Kaige -o Kaige Chen, por decirlo a nuestro modo-
no ha sido difundida en nuestro país. Antes de Mátame
suavemente, su primer trabajo para una productora hollywoodense, sólo
se había exhibido su obra maestra Adiós a mi concubina
(1991) en una muestra y en cineclubes, sin el privilegio de una corrida
comercial (al parecer, la Filmoteca de la UNAM compra películas
para ese tipo de estrenos y luego las embodega). El resto de su filmografía
permanece inédita aquí, lo cual es una lástima si
consideramos que Chen fue el primer director de la llamada Quinta Generación
del cine chino en conseguir prestigio internacional en 1984, gracias a
su opera prima, Tierra amarilla, (cuya fotografía
se debe a Zhang Yimou, quien tres años después se volvería
su principal rival al dirigir Sorgo rojo).
Desde entonces, Chen ha mostrado sobre todo un llamativo
virtuosismo formal en cintas tan diversas como El rey de los niños,
La vida en un hilo y El emperador y el asesino (he traducido
literalmente sus títulos en inglés; casi siempre el título
chino es diferente al utilizado en occidente). Capacidad que quizá
fue decisiva a la hora de ser contratado por Hollywood. Sin embargo, el
pobre resultado demuestra qué tanto el realizador se encontraba
fuera de su elemento. No en balde el estreno de Mátame suavemente
se retrasó un año en algunos países de Europa y Asia,
mientras que en el mercado estadunidense se difundió exclusivamente
en video.
Basada en una novela de Nicci French sobre una relación
signada por el sadomasoquismo, la película intenta ser un thriller
erótico en el cual una ingenua gringa llamada Alice Loudon (Heather
Graham) es seducida por el montañista inglés Adam Tallis
(Joseph Fiennes) tras un encuentro casual en una calle londinense. La seducción
precede de inmediato al coito apasionado y salvaje -lo que significa hacerlo
en el piso y sobre una mesa, nunca una cama- y la chica decide abandonar
a su aburrido novio futbolero, para colmo eyaculador precoz. Aunque hay
antecedentes dudosos sobre Adam -su prometida murió en un accidente
de alpinismo- Alice acepta su propuesta matrimonial justo después
de que él le ha puesto una brutal golpiza a un frustrado ladrón.
Chen trabaja sobre la misma situación explorada
por Hitchcock en La sospecha (1941), es decir, una mujer suspicaz
del posible carácter homicida de su cónyuge, pero es evidente
que el género le resulta ajeno. A media película se revela
que Alice le ha contado la historia de su conflictiva relación a
un policía (Ian Hart) y no a un sicoanalista, como debiera ser,
pues la protagonista exhibe tan poca intuición (o materia gris)
que necesita algún tipo de orientación sicológica.
Para cuando ella le pide ayuda a su enigmática cuñada Deborah
(Natascha McElhone), el público ya ha adivinado cuál es la
verdadera naturaleza de un personaje que no cumple otra función
en la historia fuera de ofrecer una resolución truculenta. Por cierto,
el hecho de trabajar en un idioma extranjero le ha impedido al director
modular a sus actores: Graham y Fiennes bordean el ridículo en su
interpretación de una pareja entregada al sexo peligroso.
Si bien, Chen exhibe sus dotes técnicas a lo largo
de Mátame suavemente, es demasiado formalismo para tan poca
cosa. No se puede cocinar un churro como si fuera un pato a la Pekín.
El espectador interesado haría bien en evitar este título
y tratar de encontrar su obra previa, por lo menos en video.
Mátame suavemente
(Killing Me Softly)
D: Chen Kaige/ G: Kara Lindstrom, basado en la novela
de Nicci French (seudónimo de Nicci Gerard y Sean French)/ F. en
C: Michael Coulter/ M: Patrick Doyle/ Ed: Jon Gregory/ I: Heather Graham,
Joseph Fiennes, Natascha McElhone, Ulrich Tomsen, Ian Hart/ P: The Montecito
Picture Company. EU, 2001.