IATP: empresas del norte, listas para contratacar
si Fox hace valer derechos en la OMC
Presión de EU para que México no grave
importaciones del agro
La entrada de productos a precios de dumping
los abarata, baja ingresos y niveles de vida
El gobierno debe hacer más por informar y educar
a sus productores agrícolas, dice Ritchie
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
El gobierno mexicano ha sido colocado contra la pared
por las grandes trasnacionales beneficiadas con las crecientes importaciones
de productos agrícolas que llegan al país a precios por debajo
de los costos de producción, práctica conocida como dumping.
Mark Ritchie, presidente del Instituto de Política de Agricultura
y Comercio (IATP, por sus siglas en inglés), advierte que las empresas
estadunidenses están listas para contratacar en caso de que la administración
del presidente Vicente Fox quisiera hacer valer sus derechos como miembro
de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para evitar la entrada
de productos del campo a precios de dumping.
Estados Unidos es el país que más subsidios
otorga a sus productores. El IATP, un organismo privado con sede en Minneapolis,
Minnesota, calcula que bienes como el maíz, trigo, frijol, soya
y algodón son vendidos a un precio hasta 40 por ciento inferior
al costo de producción. Esa práctica, como ahora está
ocurriendo con México, destruye la agricultura de otros países,
los menos desarrollados, que no pueden competir con los costos de las naciones
industrializadas.
En el curso de una entrevista con La Jornada, Ritchie
comenta que ''en un mundo donde el poderío militar se emplea para
imponer decisiones, los actuales son tiempos difíciles para cualquier
gobierno que quiera retar a Estados Unidos a eliminar sus subsidios''.
Afirma: ''Por la propia situación de la población
mexicana, que se distribuye a ambos lados de la frontera, Estados Unidos
podría hacer la vida francamente difícil para los mexicanos
si crece la presión para imponer salvaguardas a la importación
de productos agrícolas estadunidenses. El gobierno mexicano debe
ser inteligente en este tema, pero también está obligado
a actuar con valentía''.
Tiempos de compromiso
Después
de las protestas que en 1999 rodearon la reunión de la OMC en Seattle
ha habido una creciente movilización mundial por un comercio justo.
El tema, defendido principalmente por movimientos campesinos y de productores
pequeños y medianos, ha cobrado actualidad, pero los esfuerzos son
todavía insuficientes. Ritchie, quien desde los años 60 ha
luchado en diversos frentes por un precio justo para los productos agrícolas,
considera que es el momento de que se involucren todos los sectores sociales
en esta lucha.
''Para poder ejercer presión en la OMC (el organismo
que teóricamente fija reglas para un comercio justo en el mundo)
será necesaria la unión de agricultores con sindicatos, grupos
ambientalistas y todos los sectores de la sociedad civil''.
-¿Cuál es el impacto de la exportación
a precios de dumping de productos agrícolas hacia los países
en desarrollo?
-Primero, el precio que reciben los agricultores locales
disminuye para estar a la par con el precio de los productos que entran
con dumping. Segundo, si están compitiendo en un tercer mercado,
tienen que vender al precio de dicho mercado y eso afecta los ingresos
por sus ventas. Tercero, todos esos factores se traducen en ganancias muy
bajas que afectan la rentabilidad de las unidades productoras y por consecuencia
de las comunidades que dependen de ellas.
-¿Las movilizaciones de los últimos tres
años alrededor del mundo han tenido algún impacto en las
decisiones que toman los gobiernos en la OMC?
-Sí. Sabemos que la movilización de los
granjeros en Japón tuvo un impacto dentro de ese país; las
movilizaciones de agricultores en la India y en algunos otros países
asiáticos ha tenido un impacto sobre sus gobiernos. Y también
sabemos que las movilizaciones que se están dando en México
están teniendo un impacto considerable sobre el gobierno de aquí.
Pero como se ha visto con el tema de la guerra de Estados Unidos contra
Irak, se pueden movilizar millones de personas y algunos gobiernos se hacen
los sordos. Así que no hay ninguna garantía de que las movilizaciones
de los agricultores van a ser una diferencia aunque sí existe la
posibilidad.
-¿Usted es optimista o pesimista sobre el éxito
que puedan tener las propuestas para reducir los subsidios agrícolas
en los países industrializados, que van a ser discutidas, por lo
pronto, en la próxima reunión de la OMC en Cancún?
-Un pequeño ejemplo nos puede dar información.
En Estados Unidos hay intentos para privatizar el servicio de agua en algunas
ciudades, como Nueva Orleans, Stockton y Atlanta. En esas ciudades se pueden
ver coaliciones de distintas fuerzas que se juntan para presionar a los
gobiernos locales o municipales.
-Un reporte publicado por el IATP se pregunta si las reglas
de comercio pueden ayudar a los productores agrícolas. ¿Cuál
es su opinión?
-Hay suficientes leyes ahora en México, en Canadá,
en todo el mundo para detener la práctica de dumping ahora
mismo. Así que en cuanto a eso sí soy optimista. Pero necesitamos
nuevas reglas por parte de la OMC porque las leyes sí existen. Ese
organismo lo podría hacer más fácil y más seguro
para países como México, pero obviamente no sé hasta
ahora cuál va a ser el resultado de las negociaciones dentro de
la OMC. Aun sin un buen resultado de las pláticas allí, gobiernos
como el de México tienen el poder contra el dumping, así
que en eso también soy optimista.
-¿Considera que los gobiernos representados en
la OMC han iniciado una discusión real sobre cómo reducir
o eliminar los subsidios agrícolas?
-Sí. México dijo que iba a tomar medidas
contra el dumping de maíz que llega de Estados Unidos y aplicar
aranceles. Eso puede ser muy bueno para los agricultores mexicanos y para
los de Estados Unidos. Muchos de los reglamentos del comercio, tanto los
viejos como los nuevos y los que han sido propuestos son malos para los
agricultores. Pero es vital contar con reglas para proteger a los agricultores,
por ejemplo en casos en que los precios son afectados por fluctuaciones
especulativas de las monedas. Pero las buenas leyes no se invocan con suficiente
frecuencia y en cambio las malas se emplean con demasiada frecuencia.
-¿Podría sugerir algunas alternativas para
reducir los subsidios agrícolas en los países industrializados?
-Todos los gobiernos tienen reglas. La pregunta es si
tienen suficiente poder para aplicarlas. El gobierno canadiense invocó
sus leyes para prevenir el dumping de maíz proveniente de
Estados Unidos por un tiempo. Europa, Japón y Estados Unidos hacen
uso de sus respectivas legislaciones anti dumping todo el tiempo.
Y esos tres bloques emplean este tipo de ley todo el tiempo contra otros
países, notoriamente contra China, India y México. Me pregunto
si los países menos influyentes como México o India también
pueden hacen valer esas leyes. La respuesta es que si el gobierno se siente
fuerte, entonces sí. Se me hace inclusive que China va a ser un
país líder en el empleo de ese tipo de reglas. Pero no quiero
minimizar la posibilidad de que las empresas de Estados Unidos puedan contratacar
en caso de que el gobierno mexicano fuera a hacer valer sus derechos como
miembro de la OMC. Me parece que la situación en México respecto
al campo está en un punto crítico y también todo el
sector del maíz está exigiendo una respuesta por parte del
gobierno. El gobierno realmente podría escoger uno o varios productos
para aplicar la ley antidumping en una forma que podría ayudar
a sus propios agricultores.
-¿Qué tipo de reglas deben establecerse
en la OMC para reducir los subsidios y al mismo tiempo generar apoyos para
los agricultores de los países más pobres?
-Ha habido varias propuestas en la OMC para mejorar las
reglas de comercio. No sé cómo o de qué manera se
van a plantear esas nuevas propuestas en la próxima ronda de negociaciones
de la OMC en Cancún, pero varios gobiernos podrían adoptar
esas propuestas y aplicarlas internamente de todas maneras. Por ejemplo,
el gobierno mexicano debería hacer más fácil para
sus agricultores presentar una queja antidumping o proveer a los
abogados necesarios, porque las demandas deben ser presentadas en un lenguaje
legal; el gobierno mexicano podría hacer más para informar
y educar a sus productores agrícolas.
-¿Qué daños causa a un país
como México la entrada de productos agrícolas a precios dumping?
-En primer lugar, baja el precio interno, se merman los
ingresos de los productores, así que no tienen un superávit
que pueden invertir en aumentar la productividad y tal vez hasta no tienen
para mandar a sus hijos a la escuela o conservar la propiedad de sus tierras.
Al mismo tiempo, las empresas que compran esos productos a precios de dumping
están adquiriendo un bien mucho más barato que el similar
mexicano. Las empresas que hacen eso pueden crecer, tener altos índices
de rentabilidad y pueden dar apoyos financieros muy significativos para
las campañas políticas, pueden crear monopolios y hundir
a las empresas que siguen comprando los productos mexicanos. Cuando disminuye
la rentabilidad, no existe la base para invertir en busca de una mayor
productividad a futuro. Entonces hay una presión fuerte para disminuir
salarios, menos recaudación de impuestos y presión sobre
el gobierno para desmantelar la legislación en materia ambiental,
laboral y fiscal. Los acuerdos de comercio que se enfocan a aumentar el
volumen mientras se baja el valor tienen un impacto estructural sobre industrias
y sectores enteros. No hay duda de que esa falta de rentabilidad de las
tierras, en los pueblos rurales y en las industrias es el daño número
uno derivado del dumping.