Caciques del PRI
vs.
la autonomía municipal
San Miguel Quetzaltepec, municipio de la Sierra Mixe en Oaxaca, vive en resistencia ante la reiterada imposición de autoridades solapadas por caciques regionales vinculados con altos funcionarios de la entidad. El proceso se recrudeció cuando el Municipio Popular --las autoridades elegidas por consenso de los habitantes, 2150 ciudadanos de un total de 2400-- tomó posesión a contrapelo de las autoridades impuestas.
En un comunicado de fines de enero, el Municipio Popular, mediante su órgano "La voz de los verdaderos representantes, autoridades municipales y comunales", da cuenta de lo ocurrido:
El primero de enero de 2003 el Municipio Popular de Quetzaltepec realizó la toma de posesión de sus autoridades electas en el local que ocupa el Comité de Colaboración Municipal, encabezado por el C. Zeferino Sánchez, acto al cual asistió la mayoría de la comunidad. Ya concluido el acto --que se desarrolló en paz y con tranquilidad--alrededor de las 3:45 pm empezaron a ser agredidos por los topiles y mayores del Municipio y en esta confrontación resultó muerto el C. Félix Sánchez [...]A raíz de estos acontecimiento el presidente ilegítimo, Gregorio Ramírez Aguilar, se ha dedicado a buscar culpables y ha desatado una campaña de difamación en los medios de información en contra de nuestro compañero Adelfo Regino Montes y de Servicios del Pueblo Mixe, SER AC, responsabilizándolos de los problemas de Quetzaltepec y sin reconocer que su sed de poder es el que ha llevado a este municipio a esta situación de ingobernabilidad.
La cuestión se complica porque el fallecido
era uno de los agresores, y parte del grupo que desde hace años
impone sus designios a toda la comunidad.
La historia del conflicto
Gregorio Ramírez Aguilar fue impuesto como presidente municipal en las elecciones del 3 noviembre de 2001 (en una reunión privada que juntó cuando mucho a 500 personas) por Gabino Sánchez Vásquez, de quien se dice es hombre del PRI en la región y operador político de Aquiles López Sosa, presidente de la Gran Comisión de la Cámara de Diputados y supuesto asesor del gobernador José Murat.
Pese a la irregular designación, el Instituto Estatal Electoral y el Congreso avalaron las elecciones mientras Filomeno Rojas Espinoza, candidato triunfante en asamblea por aplastante mayoría, fue desconocido por las autoridades oaxaqueñas.
A partir de noviembre de 2001 funcionó durante varios meses un primer cabildo en resistencia encabezado por Filomeno Rojas, con fondos propios y trabajo voluntario de la inmensa mayoría de la población.
El 11 de junio de 2002, Gregorio Ramírez Aguilar y un grupo de seguidores tomaron con armas de fuego el palacio municipal de San Miguel Quetzaltepec-Mixe e hirieron a diez personas, algunas de gravedad. La toma violenta del palacio provocó que el candidato triunfante y su cabildo renunciaran por considerar que su actuación sólo recrudecería el clima de confrontación.
La comunidad, deseosa de reconciliación y en apego a lo establecido por la Ley Orgánica Municipal, propuso entonces un Concejo de Colaboración Municipal. Fue tanta la presión del pleno de la gente que el Concejo obtuvo reconocimiento de las autoridades oaxaqueñas el 10 de julio de 2002. Así comenzó a funcionar como gobierno paralelo y emprendió obra social (ampliación de la red eléctrica, toma de agua, canchas), reforzó las estructuras y servicios comunitarios, el tequio, la filosofía comunal, el deslinde de la población de todo partido político. Gregorio Ramírez tuvo el cargo sin gobernar pese a haber tomado el recinto del cabildo.
No obstante, las autoridades estatales oaxaqueñas mantuvieron en su sitio al presidente municipal ilegítimo, "con el descontento de la mayoría de la cabecera y de las agencias de Chuxnabán y Santa Cruz Condoy". Durante casi todo 2002 se negó repartir los fondos (que sigue recibiendo mediante los ramos 33 y 28) y a participar en el programa Mezcla de Recursos (50% lo pone el estado, 50% el municipio) lo que habría apoyado la gestión real del Concejo de Colaboración. Fue apenas a fines de octubre que las agencias, que durante casi todo el año buscaron el diálogo con el fin de obtener las participaciones municipales correspondientes, lograron por fin este recurso, pero Ramírez Aguilar buscó el respaldo de algunos ciudadanos de tales agencias, intentando dividir a las comunidades a partir de repartir selectivamente algunos recursos.
Además, siempre se negó a convocar conjuntamente
al Instituto Estatal Electoral para renovar autoridades municipales, pese
a la exigencia reiterada de la población.
El conflicto actual
De nuevo hablan las autoridades legítimas del Municipio Popular:
A dos meses de concluir el año, los ciudadanos inconformes promovieron asamblea con la finalidad de elegir a nuevas autoridades.[...] El 16 de noviembre, se realizó una asamblea en donde la mayoría exigió el cambio e integró un nuevo cabildo que recayó en el C. Filomeno Rojas Espinoza. En esta asamblea hubo organizaciones de derechos humanos como observadores y un notario público que acreditó el acto. Esto no fue aceptado por Gregorio quién permanece en el poder.
Sin embargo la comunidad decidió que la autoridad electa debía fungir, aunque no sea aceptada por la minoría de Ramírez Aguilar y se declaró Municipio Popular de San Miguel Quetzaltepec para seguir luchando por la destitución de Ramírez Aguilar y de esta manera garantizar la defensa de las instituciones comunitarias.
Con el enfrentamiento ocurrido el primero de enero,
las condiciones de fragilidad se extremaron, y la prensa local desató
una serie de infundios contra Adelfo Regino y Servicios del Pueblo Mixe.
La película que las autoridades impuestas y los medios intentaron
hacer pasar por verosímil es que Regino Montes instigó, de
viva voz, frente a la multitud, a unos sicarios para victimar a mansalva
al señor Félix Sánchez. Pero eso es imposible, entre
otras cosas, porque Regino Montes se hallaba en ese momento en Alotepec,
otro municipio de la Sierra, distante de Quetzaltepec.
Los infaustos sucesos donde perdiera la vida Félix Sánchez obedecen a una reyerta (provocada por los caciques regionales, y no a un acto premeditado instigado por el Municipio Popular) como lo constataron los expertos gubernamentales que realizaron un peritaje extenso, minucioso y público, en las inmediaciones de la refriega, que confirman que hubo disparos, desde balcones y azoteas, por parte del grupo impuesto, que fueron respondidos desde las casas aledañas por el Municipio Popular.
La probidad de SER, (organización de amplio prestigio
y legitimidad no sólo en Oaxaca sino a nivel nacional e internacional),
queda demostrada en su insistencia de que "la Procuraduría General
de Justicia de Gobierno del Estado, realice una investigación justa,
profesional y apegada a derecho, sobre los hechos sangrientos en que perdiera
la vida el ciudadano de Quetzaltepec-Mixe, Félix Sánchez
Bolaños".
Perspectiva
El Municipio Popular sigue dispuesto a defender y reforzar la legitimidad de sus formas comunitarias de elección de autoridades. Pese a los infundios contra sus asesores legales --quienes mediante solicitudes "que constan en los archivos de la Secretaría General de Gobierno, la Subsecretaría de Desarrollo Municipal y el Instituto Estatal Electoral, han solicitado reiteradamente espacios e intermediación para propiciar el diálogo y el entendimiento"-- este cabildo en resistencia continuará reivindicando su derecho a la autonomía, a la paz y a la legalidad. El cacicazgo regional y de ciertos personajes en el gobierno de Murat insisten en controlar la vida política de la Sierra Mixe, incluso recurriendo al crimen. El Municipio Popular insiste en ejercer la voluntad de la mayoría de su población.
Ramón Vera Herrera