Desacata a juez: labriegos
Continuarán obras acuíferas en Romita, afirma Romero Hicks
MARTIN DIEGO CORRESPONSAL
Romita, Gto., 14 de febrero. El gobernador Juan Carlos Romero Hicks confirmó que la madrugada de este viernes se reanudaron las obras del acuífero que pretende surtir agua extraída de esta comunidad al municipio de León, porque "el grupo minoritario de campesinos en Romita no entendió el documento que emitió el juez", dijo el panista.
Por la tarde, unos dos mil labriegos se manifestaron en el jardín principal de Romita para exigir a la autoridad estatal el cese definitivo de las obras. Allí, el dirigente del movimiento, Heriberto Calderón, y unos 30 campesinos se declararon en huelga de hambre hasta que la autoridad cumpla el ordenamiento y retire a las fuerzas policiacas.
Durante la marcha, al frente de la cual iban 10 tractores, se entregaron a los pobladores copias de documentos e informes emitidos en la última sesión del ayuntamiento de 2002, donde se negó el permiso al Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL) para realizar la obra.
El jueves, la autoridad ejidal de Loma de Portillo, donde está proyectada la obra hidráulica, llegó con la orden del juez primero de distrito del Poder Judicial de la Federación, Arturo Alcantar, quien mediante el oficio 1367/200 mandó detener las obras hasta que se resuelva el juicio de amparo interpuesto por los ejidatarios contra el SAPAL, la Confederación Nacional Campesina y la Secretaría de Gobierno.
Pero el mandato no fue acatado y la madrugada del viernes continuaron los trabajos bajo la vigilancia de policías federales preventivos y de Seguridad estatales. Apoyados por plantas de energía eléctrica, toda la madrugada se realizaron los trabajos ante la mirada de un centenar de labriegos que hacían guardia frente a los policías.
Por la mañana, los ejidatarios, con documentos parcelarios, pretendieron negociar con los emisarios de la Secretaría de Gobierno la suspensión de las obras y darle validez al mandato judicial, pero policías les impidieron llegar al punto donde desayunaban los funcionarios.