Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 15 de febrero de 2003
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Política
Cartonistas montan muestra de repudio frente a la sede diplomática de Washington

Artistas y ONG pintan su raya ante el belicismo del gobierno estadunidense

Edgar Cortez denuncia el cinismo de la Casa Blanca Amnistía Internacional alerta sobre los derechos de 21 millones de iraquíes que podrían ser desplazados por la guerra

MARIA RIVERA

Representantes de la comunidad artística del país, así como organizaciones no gubernamentales (ONG), continuaron ayer sus acciones de repudio al posible ataque estadunidense contra Irak. El realismo es palpable. Pintores, actores, caricaturistas y ONG son conscientes de que la solución de fuerza es inminente, pero no por eso renuncian a la posición ética que ha unificado a los pacifistas del mundo y que repiten una y otra vez: "¡no a la guerra, no en nuestro nombre!"

Ayer al mediodía, frente la embajada de Estados Unidos, Amnistía Internacional, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, la organización ambientalista Greenpeace, así como miembros de la comunidad cultural "pintaron su raya" ante los preparativos belicistas del país vecino. Mientras los caricaturistas y pintores creaban una muestra colectiva de repudio, el resto de las personalidades trazaron un mensaje simple, pero contundente: "¡Guerra no!"

En los discursos centrales del acto, Edgar Cortez, del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, informó que hace una semana el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados recibió una notificación de Estados Unidos, de que haría una entrega de 19 millones de dólares en previsión de los efectos de un conflicto armado en aquella región. "Es un acto de cinismo. Anuncian que van a dar ese dinero por el posible desplazamiento de civiles que ellos mismos provocarían. Por eso decimos, no la guerra, sí a la diplomacia, sí a la búsqueda de soluciones dialogadas y sí a la paz."

El activista continuó: "No podemos permitir que una sola voluntad, la de Estados Unidos, obligue a toda la humanidad a ir a una confrontación bélica. El papa Juan Pablo II decía hace unos días que la guerra no es resultado de la fatalidad, sino el fracaso de la humanidad, y es verdad. Si ocurre, una de las principales víctimas seguramente serán los derechos de hombres, mujeres y niños en amplias regiones del mundo".

Carlos Gómez, director de Amnistía Internacional (AI) en México, indicó Estados Unidos no es el país que puede dar un mejor ejemplo en materia de respeto a los derechos humanos. "Por eso pedimos ante la sede diplomática de ese país que el presidente Bush no actúe en nuestro nombre ni con el argumento de que quiere defender los derechos de la humanidad. Pedimos al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que en sus resoluciones haga referencia específica a los 21 millones de iraquíes que podrían verse afectados por una acción militar. Y que así como hay personal para examinar un desarme de Irak, también es importante la presencia de observadores derechos humanos que garanticen que estas acciones se realicen en el marco del respeto a las normas internacionales".

Gómez hizo énfasis en el impacto humanitario que puede tener la guerra. Recordó que en 1991 más de 2.5 millones de iraquíes tuvieron que refugiarse en Irán y que en los conflictos armados actuales nueve de cada 10 víctimas son población civil. "Es importante que el mundo esté pendiente de los civiles que no aparecen muy visibles en las resoluciones del Consejo de Seguridad. Por eso AI ha enviado una misión a aquel país, aunque aún no logra ingresar, sin embargo, algunos de sus integrantes están en Irán a punto de cruzar la frontera. Hay que tener información de primera mano".

A su vez, la organización ambientalista Greenpeace recordó el costo de la guerra del Golfo y los posibles efectos de un nuevo conflicto armado. En 1991 murieron 200 mil iraquíes y la mayor parte de los suministros de agua y energía que fueron destruidos aún no han sido reparados. Además, a consecuencia de aquella confrontación la población civil tiene la alimentación racionada, por lo que de producirse un nuevo enfrentamiento se desataría una crisis. Tan sólo en disturbios y enfermedades por hambre se prevén 250 mil muertos. Y, si la guerra se intensificara y se utilizaran armamentos químicos o nucleares, posibilidad admitida por el presidente de estadunidense, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, la cantidad de víctimas podría elevarse a 4 millones y la contaminación tóxica y nuclear afectaría varias generaciones.

Entre los artistas plásticos que participaron en la acción se encontraban los caricaturistas de La Jornada Antonio Helguera y Rafael Barajas, el Fisgón. Mientras reproducía el cartón recién publicado en este diario, donde se da cuenta de la impecable lógica del presidente estadunidense: la sangre es un recurso renovable, mientras que el petróleo no, Helguera explicó que aunque es escéptico sobre el impacto de las manifestaciones, no es posible dejar de participar.

"Lo único que podemos decir es que no en nuestro nombre. Lo que quieren hacer es atroz. Por referencias sé que Irak es un país más pobre que el nuestro, desértico, en ruinas, y estos salvajes quieren experimentar ahí sus armas modernas y hasta son capaces de lanzar una bomba atómica. Realmente estamos en un nivel de barbarie impresionante, y todo en nombre del negocio del petróleo y de los medios de comunicación, porque también éstos necesitan la guerra para elevar ratings y tarifas de publicidad."

A unos pasos, El Fisgón coincidía con esta visión. "De todas las guerras que hemos vivido en los años recientes ésta es la más siniestra, porque ha sido planeada y el móvil es inocultable: el petróleo. Es clásico ejemplo del libre comercio. Por eso toda acción que sea en su contra es bienvenida y hay que apoyarla. Quisiera vehementemente que el gobierno de México mantenga una posición en contra; sería una vergüenza nacional que no fuera así. Si Estados Unidos decide emprender la guerra, que quede claro que es una acción unilateral, sin nuestra anuencia. Por eso hay que convocar a toda la ciudadanía a participar convencidamente en la marcha en contra de la guerra este sábado".

El caricaturista José Hernández señaló que toda guerra es absurda, estúpida e injustificable, pero en este caso es peor, porque las razones que esgrimen los guerreristas son hipócritas y no hablan de su verdadero móvil, que es el petróleo. Como aportación a la colectiva, Hernández elaboró una caricatura de George W. Bush enfundado en una gabardina, de la que sobresalía, en un sitio estratégico, un enorme misil. "Porque el gobierno de Estados Unidos presume de lo que carece: inteligencia, obviamente."

La actriz Sasha Sokol advirtió: "No creemos en el terrorismo, que es el pretexto que Estados Unidos ha manifestado, pero tampoco creemos que la violencia acabará con la violencia. Una agresión armada lo único que va a provocar es que muchas personas quieran suicidarse por sus ideales. Creo que se le debe seguir dando tiempo a los inspectores de la ONU y que hay que regirnos por esta organización". Respecto a la poca participación de los actores en las protestas fue concisa: "No sé si haya un poco de miedo o algo peor: ignorancia. Pero me parece fundamental que nos unamos como gremio ante este conflicto".

Astrid Hadad resumió el por qué de esta protesta: "Muchas personas han de pensar que estamos demasiado lejanos del lugar del conflicto, pero una guerra de esta magnitud nos afectaría a todos. Si se permite esta agresión cualquier país puede ser sujeto de una intervención armada en cualquier momento. Por eso esta guerra nos concierne a todos".

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