El móvil habría sido una reclamación
por mal servicio
Atrapan al homicida de Juan Sánchez Navarro
Suárez; ya confesó su crimen
ANGEL BOLAÑOS Y DAVID ZUÑIGA
Luis David San Pedro Ramírez, de 30 años
de edad, asesor en sistemas de computación que prestó sus
servicios a Juan Sánchez Navarro Suárez, confesó haber
matado al empresario luego de una discusión que se prolongó
por casi 30 minutos y se inició cuando éste le reclamó
las constantes fallas en las computadoras que le había instalado.
El homicida dejó tantos indicios sobre su participación
que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF)
lo ubicó en seguida como el principal sospechoso, y unas horas después
del crimen, al ser detenido e interrogado por el Ministerio Público,
terminó confesando.
Las diferencias entre ambos surgieron desde octubre del
año pasado, apenas dos meses después de que San Pedro Ramírez
comenzó a ofrecer sus servicios profesionales a la compañía
de Sánchez Navarro Suárez, Grupo Asociado de Capacitación
Especializada para Empresas. Por estas fallas el empresario presentó
incluso una queja en su contra ante la Procuraduría Federal del
Consumidor.
La noche del miércoles, el asesor en sistemas era
la última persona que el empresario esperaba en su despacho de la
colonia Santa María Nonoalco, a las 20 horas, para que le entregara
una computadora portátil que le estaba reparando, según consta
en la agenda de Sánchez Navarro Suárez, a quien llamó
el homicida por teléfono una hora antes para confirmar la cita.
El titular de la fiscalía desconcentrada en Alvaro
Obregón de la PGJDF, Carmelo Sánchez González, informó
que luego de la discusión pasaron al forcejeo y en un momento de
descuido Luis David logró derribar a Juan Sánchez Navarro
y lo golpeó en el cuello, lo que le provocó fracturas en
las vértebras cervicales y le ocasionó la muerte.
Del escritorio tomó un bolígrafo metálico
que introdujo en dos ocasiones en el cuello de la víctima, aunque
ya había fallecido, explicó el director del Servicio Médico
Forense, José Ramón Fernández Cáseres.
Después de cometido el crimen, San Pedro Ramírez
intentó simular un robo sustrayendo tres computadoras, tres teléfonos
celulares, tres impresoras, un fax y la cartera de Sánchez Navarro
Suárez, que introdujo en un vehículo propiedad del occiso,
un Chrysler tipo 300M, modelo 2000, matrícula 783PEG, mismo que
abandonó en las calles de Norte 72 y Río Consulado, en la
delegación Gustavo A. Madero. Antes virtió el contenido de
botellas de licor sobre el cuerpo y muebles de la oficina y les prendió
fuego.
Una vez que el Ministerio Público determinó
su probable responsabilidad, el coordinador de Policía Judicial
en Alvaro Obregón, Roberto Rivera Sánchez, inició
un operativo de vigilancia en el domicilio y otros sitios que Luis
David frecuentaba, logrando su detención en la calle Olivo 501,
edificio 3, delegación Azcapotzalco.
Protegido con un chaleco blindado y fuertemente custodiado
por elementos de la Policía Judicial armados con fusiles y metralletas,
Luis David San Pedro Ramírez fue presentado ayer a la prensa, y
aunque los empujones de camarógrafos y reporteros gráficos
lo hicieron sonreír un momento, el resto del tiempo se mantuvo serio
y parpadeando constantemente por los flasheos de las cámaras.
Juan Sánchez Navarro Suárez, a quien llamaban
Johnny, fue hijo del primer matrimonio civil de Juan Sánchez
Navarro y Peón con Bertha Suárez, mujer oriunda de Oaxaca
con quien el vicepresidente del Grupo Modelo tuvo previamente otra hija,
María Teresa, quien murió en un accidente automovilístico
en mayo de 1956.
Según personas cercanas al ex dirigente empresarial,
Sánchez Navarro Suárez -quien trabajó en Petróleos
Mexicanos y en el Instituto Mexicano del Petróleo- no frecuentaba
a su padre, aunque sí mantenían comunicación telefónica.
En Juan Sánchez Navarro. Biografía de
un testigo del México del siglo XX, la investigadora Alicia
Ortiz Rivera señala que el empresario se enamoró de Bertha
Suárez cuando tenía sólo 18 años y se casó
con ella "más que por convicción, por descuidos de juventud".
En 1932 Bertha Suárez quedó embarazada y
Sánchez Navarro se casó con ella por lo civil, pero él
se fue a estudiar a Europa. Cinco años después Sánchez
Navarro volvió con Bertha Suárez y engendraron a Juan; sin
embargo, el distanciamiento y la inestabilidad de la relación ocasionaron
que la pareja decidiera divorciarse.
El cuerpo del empresario fue velado en la sala Alpes de
la capilla del Panteón Francés de San Joaquín, donde
posteriormente fue inhumado al mediodía de ayer. Hasta este lugar
se presentó unos minutos el vicepresidente de Grupo Modelo, por
la mañana.