JAZZ

Antonio Malacara

Compact jazz

EL IMPULSO QUE inyectan las nuevas generaciones en el ánimo general, ha convertido a la edición de discos en algo casi cotidiano. Así, Aarón Cruz, Miguel Villicaña, Agustín Bernal, Diego Maroto, Iradia Noriega et al están en plena labor de posproducción. Y los grandes maestros que despuntaran en los años sesenta presentan igualmente sus más recientes producciones; tales son los casos de Rodolfo Popo Sánchez e Hilario Sánchez, este último, obviamente, al lado de su inseparable esposa Micky.

A FINALES DEL año pasado, Popo Sánchez nos entregó En la intimidad (Master-Stereo, 2002), compacto en el que los saxos alto y tenor de Rodolfo retoman la tradición del bolero, la balada y la bossa para recrear a cada cual desde la anunciada intimidad del título. El maestro no pretende descubrir ni el hilo tibio ni el agua negra; "se concreta" a transmitir, limpia, reposada y magistralmente, la emoción, el sentir de toda una generación mediante un romanticismo vertical y exento de afectaciones edulcoradas.

Apasible y vibrante textura

POR SUPUESTO, A estas alturas habrá quienes no gusten ya de este tipo de temas, quienes prefieran sumergirse en dinámicas más "contemporáneas", pero el discurso melódico de Popo, la apacible y a la vez vibrante textura de sus fraseos, la sorprendente sencillez de sus tratamientos armónicos, nos entregan nuevas aristas para disfrutar a Manzanero (No sé tú), Farrés (Tres palabras), Pous (Mi amor por ti), Armengol (Aunque tú no me quieras), Ellington (Prelude to a kiss) y hasta una enésima y rítmica versión del Misty, de Errol Garner.

POR SU LADO, Micky e Hilario (que en los anales de la historia figuraban como Hilario y Micky) editaron a mediados de 2002 Pequeño viaje jazzístico, y para diciembre tenían en circulación La vie en rose, trabajo a dúo en el que Hilario Sánchez del Carpio se encarga a la perfección, como es su costumbre, de los pianos, la trompeta y la marimba, mientras Micheline Chantin, como siempre, también nos aplica una buena dosis de su apacible y bella voz.

LA VIE EN ROSE es un emotivo tributo a la canción francesa. Micky, evidentemente, disfruta y transmite sin reservas el placer de cantar en su lengua materna. Independientemente de los clásicos como La vie en rose, La mer o C'est si bon, resalta la belleza de dos temas de Michel Legrand: Valse des lilas y la legendaria L'été; además de un excelso tríptico de Hilario en el que aparece musicalizando poemas de Arthur Rimbaud, Paul Verlaine y Charles Baudelaire, con el título de Los poetas malditos. De gran belleza son también Pleut dans mon coeur, poema de Micky musicalizado en blues por Hilario, y Preludio a la lluvia, también del maestro Sánchez del Carpio, en el que su piano y la voz de Micky son acompañados por la Orquesta de Cámara de Bellas Artes.

Aclaracion

POR CIERTO MICKY recomendó perentoriamente que hiciéramos una aclaración al artículo que escribimos sobre Pequeño viaje jazzístico, pues afirma que dimos a entender que ellos dos se conocieron en los años 50, y que en realidad lo hicieron hasta 1964. Y bueno, lo que se dijo en la nota es que Hilario y Micky pertenecen a una generación de jazzistas que surgió entre la segunda mitad de los años 50 y toda la década de los 60. Pero en fin, la aclaración está hecha. De nada.