El escritor fallecido lamentaba la amnesia popular por las tragedias de Argentina
Pedro Orgambide dejó dos novelas que publicará la editorial Sudamericana
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 20 de enero. ''Amando cada rincón de Argentina y añorador de México'', como nos dijo hace muy poco tiempo, murió este domingo el ensayista, periodista y escritor Pedro Orgambide a los 73 años. Un paro cardiaco lo sorprendió en la mañana después de leer los diarios, como si hubiera convocado a la muerte para evitar otros dolorosos momentos que sabía que lo esperaban en su larga lucha contra un cáncer desde hace años. Siempre añoró México, su lugar de exilio cuando debió salir del país en 1974, en pleno auge de los escuadrones de la muerte de la Triple A.
Orgambide fue un amigo infinito, como él lo decía, generoso y coherente en sus posiciones políticas. Autor de más de 40 libros acababa de entregar dos nuevas novelas a la editorial Sudamericana. Fue un prolífico autor teatral y escribió guiones y libretos para la televisión. En este momento están en librerías El diario de la crisis y Simón Rodríguez: el maestro de Bolívar, una cuidada biografía. Apoyaba el derecho del pueblo venezolano a sostener al gobierno elegido democráticamente en 1998 y todos los días requería información de esa América que siempre amó.
Recientemente y tomando un café en una de esas esquinas porteñas que eran suyas, recordó sus inicios en el periodismo, su vida tan especial y ''errante", su pasión por el tango -fue eximio bailarín-, su paso por escenarios de danza moderna, sus trabajos como peón de campo, su vida en las famosas pensiones de Buenos Aires. Pero se detuvo buen tiempo en describir con extraordinaria exactitud cómo lo había golpeado y definido políticamente haber sido testigo, como cronista periodístico, del bombardeo de los marinos argentinos en Plaza de Mayo en junio de 1955, en un intento -en ese momento fallido- por derrocar a Perón.
La vida viva
Vio a los centenares de muertos caídos en la plaza y aún se lamentaba de la falta de memoria popular sobre aquellos y otros trágicos periodos de la historia nacional. Era uno de los intelectuales argentinos con verdadera mirada latinoamericana, lo que lo hacía vivir pendiente de todo lo que sucedía en la región. Por eso fue muy amado a nivel popular aquí y en otros países. Constantemente mantenía su relación con México y sus grandes amigos allí. En 1975 junto con Julio Cortázar, José Revueltas, Juan Rulfo, Miguel Donoso, Eraclio Zepeda y otros fundó la revista Cambio.
En septiembre pasado recibió la distinción de Ciudadano Ilustre de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, entre otros reconocimientos y premios literarios. Fue Premio Casa de las Américas. Nacido el 9 de agosto de 1929, su nombre completo era Pedro Gdanski Orgambide. Fundó clubes para niños, siendo él mismo un niño, sociedades literarias y había publicado sus primeros poemas en las páginas que dirigía Raúl González Tuñón en el periódico Orientación, entre 1942 y 1945. En 1948 publicó su primer libro, Mitología de la adolescencia.
Gustaba de recordar todo lo que había vivido como experiencia de ''la vida viva". Su ensayo Horacio Quiroga, el hombre y su obra publicado en 1954 será uno de los libros que se republicarán. Durante la dictadura de la revolución libertadora que derrocó a Perón en septiembre de 1955, fundó la Gaceta Literaria y poco tiempo después publicaría su primer novela: El encuentro.
A los 20 años estrenó su primera obra teatral, La vida prestada, y en 1959 recibió la Faja de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores por su novela Las hermanas. Su obra es una de las más extensas e intensas de Argentina, pero su enorme reconocimiento está en los sectores populares que lo vieron como escritor cercano a su realidad, con voz que llegaba a todos y que perdurará por mucho tiempo.