Siete momentos de la vida de los mayas
se estrenó en la comunidad de Ticopó, Yucatán
Rescate de una tradición maya con 470 indígenas
en escena
Montaje con Laboratorio Teatro Campesino e Indígena,
dirigido por María Alicia Martínez Medrano Los medios de
comunicación soslayan las fiestas prehispánicas, critica
CARLOS PAUL ENVIADO
Merida, Yuc. Con 470 actores en escena, el espectáculo
Siete momentos de la vida de los mayas sintetiza la fiesta ceremonial
La Vaquería, que desde hace más de 200 años se realiza
durante siete días en las comunidades indígenas de Yucatán.
Esta fiesta en la que se mezclan símbolos y ofrendas
prehispánicas y españolas (que datan de mil 700 años),
con el quehacer cotidiano del pueblo maya, se estrenó con el grupo
Laboratorio Teatro Campesino e Indígena de Yucatán, dirigido
por María Alicia Martínez Medrano, el sábado pasado
en un espacio natural adecuado para la escenificación, ubicado a
media hora de Mérida, en la comunidad de Ticopó.
Irrespetuosos con el arte indígena
Martínez
Medrano, quien durante más de 32 años trabaja con la idea
de que ''en México no se respeta el arte indígena" y que
en los medios de comunicación ''casi nunca aparece aunque sea una
de las mil 300 festividades que existen entre las 56 culturas indígenas",
destaca que fue muy importante la participación de decenas de niños
y niñas, jóvenes, señores, señoras y abuelos
de las comunidades de Seyé, Holactún, Saccich, San Bernardino,
Canicab, X'ocen, Chichimila y Tipocó, pues por un lado se rescató
y regeneró una tradición que se estaba perdiendo en esta
región, sobre todo la de usar la ropa típica y los pasos
de la jarana, baile central de La Vaquería.
Por otro lado, este trabajo permitirá consolidar
el proyecto Teatro y Espectáculos, SCP (Sociedad Civil Particular),
''que hoy, con esta puesta en escena se pone en marcha" y cuyo propósito,
entre otras cosas, es que esas comunidades se vean beneficiadas con la
obra que presentan.
Como el espacio en el que se escenifica el montaje (cinco
hectáreas) ''ha sido cedido por los ejidatarios durante 12 años",
se pretende también que en tanto se escenifica la obra, esas comunidades
puedan ofrecer su arte y tradiciones, su comida, comenta Delia Rendón,
directora general de Teatro y Espectáculos.
''Ahora -abunda- buscamos que los montajes de teatro campesino
sean autofinanciables para ya no depender de los apoyos del gobierno, pues
otros proyectos semejantes han desaparecido por falta de ese apoyo.''
La cesión de la tierra se realizó de manera
legal al gobierno de Yucatán, expresa Carolina Cárdenas Sosa,
titular de la Secretaría de Turismo de la entidad. ''No vamos a
quedarnos con esas tierras -asegura la funcionaria-, pues queremos impulsar
un proyecto cultural que beneficie a esas comunidades".
Tradición viva
La Vaquería -explica Martínez Medrano- es
una fiesta ceremonial en la que todas y todos los niños, jóvenes
y viejos acuden con los sacerdotes mayas para bendecir, rezar, ofrendar
y prometer que la comunidad bailará con placer y alegría,
y así, puedan comer, sembrar, encuentren esposo o esposa o tener
hijos, según cada quien.
''El rescate de esa tradición es el principio también
del desarrollo de esas comunidades. Es un programa muy ambicioso en el
que sólo participarán personas de la comunidad y sus artesanos,
quienes piden una biblioteca".
Respecto de la situación actual de los campesinos
indígenas yucatecos, señala la creadora escénica,
''es muy difícil, pues el huracán Isidore destruyó
muchas granjas y huertos.
''Considero que los programas agrarios del gobierno para
su recuperación deben ser analizados con lupa, porque ya sucedió
lo de San Salvador Atenco, lo de Coahuila, lo de Sonora, y eso puede suceder
en Yucatán y en todo el país. Aunque aquí (en Yucatán)
son como más filósofos, además de que trabajan la
tierra de una manera casi familiar y no para exportar como en otros lados,
a excepción de los cítricos.
''No obstante esa circunstancia, sus tradiciones las están
redescubriendo, principalmente los jóvenes. Sólo en esta
parte del país -explica Martínez Medrano- existen 72 fiestas
tradicionales que deseamos recuperar, aunque muchas aún se efectúan.
''Tenemos un proyecto para formar docentes y puedan rescatarlas.
Por desgracia no hay recursos para hacer un foro, el vestuario, ni representarlas
y por ello no se puede crear teatro indígena. Eso sucede en cada
cultura, por lo que las tradiciones se han ido degradando y cuando las
ve la gente lo que siente es lástima y no la alegría y elegancia
como se vio en Siete momentos de la vida de los mayas.
''Queremos que la gente venga a ver este espectáculo
el cuál nos llevo un año de trabajo, pese al paso del huracán
Isidore.''
Con la producción de Laboratorio Teatro Campesino
e Indígena y el apoyo de la Secretaría de Turismo de Yucatán,
Siete momentos de la vida de los mayas se escenifica los sábados
a las 16 horas en el horario de invierno, y a las 17, en el de verano.
El espacio donde se realiza está ubicado en Ticopó, comunidad
ubicada a media hora de la ciudad de Mérida.