La Chupitos también conquista
al público
Sorprende y a la vez gusta Astrid Haddad en el Blanquita
JAIME WHALEY
Al humor le ha apostado la empresa del Blanquita en su
primera tanda de este año, con un ecléctico elenco que va
de los sketches arrabaleros de la procaz Chupitos, hasta
algo un poco más sofisticado, como lo expuesto por la talentosa
Astrid Haddad, algo inaudito, al menos en esta nueva era del recinto del
Eje Central.
La
fórmula, por lo que se observó en las funciones de estreno
-las dos del viernes-, parece rendir buenos dividendos pues la butaquería
casi se colmó de risueñas y risueños que, por momentos,
no contuvieron sus reacciones, y a mandíbula batiente festejaron
las ocurrencias de la mano de baraja histriónica que se ofrece.
Haddad, quien confesó que para ella era un sueño
actuar en el Blanquita, salió bien librada de tal experiencia, sin
duda novedosa, pues está habituada a otros públicos en locales
mucho más reducidos. Sin embargo, sus alusiones feministas disiparon
en algo la seriedad de muchas que se sintieron aludidas cuando dijo que
las mexicanas no eran mujeres totalmente Palacio, como lo consigna
el slogan de un almacén, sino eran totalmente pendejas, y
antes sugirió que si es que son golpeadas, ''de perdida que se las
cojan bien''.
Sus atavíos, como siempre peculiares. Primero apareció
con una ampona falda negra con motivos en gris y dos cabezas de serpiente
a los lados, a semejanza de las que están labradas en piedra, que
después trocó por una con imágenes de la Guadalupana,
para finalizar en sexy traje de baño que le sirvió para culminar
su actuación con la popular tonada de El calcetín,
por petición no muy unánime, pues, como se apuntó,
para buena parte de la clientela su presencia fue desconcertante.
Y salió Pancho Cachondo...
Luego del intermedio, Liliana Arriaga, mejor conocida
como la popular Chupitos, encendió al graderío.
Su personificación de una alcohólica la tiene bien identificada
con el respetable, y como apuntó, palabras más palabras menos,
''cuando el frío baja, le hace bien pa'l pedo".
En su segmento, apareció el clon del diputado Pancho
Cachondo, en una parodia del espectáculo Sólo para
mujeres y luego el dip salió de improviso persiguiendo
a las correteables integrantes del ballet, en acción que a la misma
Chupitos tomó por sorpresa.
Como respaldo a las actuaciones de estas damas, dos caballeros.
Uno, Javier Miranda, hizo una buena imitación del divo Juan Gabriel,
con desviaciones hacia las voces vernáculas de Lucha Villa y Lola
Beltrán. En tanto que Evelio con V chica, en la primera parte, se
destapó con lo que no puede decir en televisión.
En la parte musical se presentan los afanosos chamacos
del Grupo Addax, con su nuevo concepto, además de los acostumbrados
arreglos del conjunto de Rubén Mancilla.
Las funciones son viernes y sábados a las 18:30
y 21 horas, en tanto que el domingo los horarios son a las 17:30 y 20:30
horas.