Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 18 de enero de 2003
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Deportes
Participó en triunfos sobre Rosario, Taylor y Gómez

Rosas estuvo en los grandes éxitos de Chávez y Sánchez

El boxeo pierde a uno de sus mejores exponentes, dice Sulaimán

NOTIMEX

Testigo y partícipe de algunos de los más grandes éxitos del boxeo mexicano, el mánager Cristóbal Rosas será sepultado este sábado y se espera la presencia de Julio César Chávez, su último pupilo y con el que vivió sus mejores momentos.

En tanto, el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) decretó este viernes día de luto mundial, en su memoria.

Rosas, el hombre de baja estatura, prominente barriga, reluciente calva y amplia sonrisa, fue el conductor de infinidad de púgiles, especialmente de los dos que han protagonizado las más significativas gestas del boxeo nacional.

Ya sea con Salvador Sánchez o Julio César Chávez, Rosas tuvo la oportunidad de escalar los rings donde ocurrieron los más grandes triunfos del boxeo mexicano, y en los que dirigió a dos estrellas que le llegaron de otros mánagers y de cuyos mejores momentos fue el manejador responsable.

Sánchez llegó procedente del gimnasio de Agustín Palacios y Chávez del de Ramón Félix, tras la muerte de éste, luego de ahogarse en aguas marroquíes. Con Julio César estuvo en dos de sus victorias más trascendentes, ante Edwin Chapo Rosario y Meldrick Taylor.

No es de tomarse en cuenta en esta magnitud el triunfo ante Héctor Macho Camacho. Se sabía que Julio César era superior y que esa pelea era revestida por el morbo de verlo vencer al hablantín y estrafalario boricua.

Rosas fue quien estuvo a cargo de la esquina desde la que Sal Sánchez salió ese 21 de agosto de 1981 a hacerle comer a guantazos su interminable lengua al entonces insoportable e invencible Wilfredo Gómez, que había pasado por encima y triturado a cuanto mexicano le habían puesto enfrente. Pocos días antes de que se cumpliera un año de esa memorable fecha, Sánchez encontró la muerte.

El titular del CMB, José Sulaimán Chagnón, dijo sentirse triste debido a la intensa amistad que sostuvo con el desaparecido mentor boxístico. "Aparte de que se fue todo un profesional de este deporte, también se fue un grandioso ser humano. Para mí fue un ejemplo de caballerosidad, limpieza y honestidad. Lo voy a extrañar profundamente y lamentablemente el boxeo mexicano y mundial pierden a uno de sus más grandes exponentes".

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