Participó en triunfos sobre Rosario,
Taylor y Gómez
Rosas estuvo en los grandes éxitos de Chávez
y Sánchez
El boxeo pierde a uno de sus mejores exponentes, dice
Sulaimán
NOTIMEX
Testigo y partícipe de algunos de los más
grandes éxitos del boxeo mexicano, el mánager Cristóbal
Rosas será sepultado este sábado y se espera la presencia
de Julio César Chávez, su último pupilo y con el que
vivió sus mejores momentos.
En tanto, el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) decretó
este viernes día de luto mundial, en su memoria.
Rosas,
el hombre de baja estatura, prominente barriga, reluciente calva y amplia
sonrisa, fue el conductor de infinidad de púgiles, especialmente
de los dos que han protagonizado las más significativas gestas del
boxeo nacional.
Ya sea con Salvador Sánchez o Julio César
Chávez, Rosas tuvo la oportunidad de escalar los rings donde
ocurrieron los más grandes triunfos del boxeo mexicano, y en los
que dirigió a dos estrellas que le llegaron de otros mánagers
y de cuyos mejores momentos fue el manejador responsable.
Sánchez llegó procedente del gimnasio de
Agustín Palacios y Chávez del de Ramón Félix,
tras la muerte de éste, luego de ahogarse en aguas marroquíes.
Con Julio César estuvo en dos de sus victorias más trascendentes,
ante Edwin Chapo Rosario y Meldrick Taylor.
No es de tomarse en cuenta en esta magnitud el triunfo
ante Héctor Macho Camacho. Se sabía que Julio César
era superior y que esa pelea era revestida por el morbo de verlo vencer
al hablantín y estrafalario boricua.
Rosas fue quien estuvo a cargo de la esquina desde la
que Sal Sánchez salió ese 21 de agosto de 1981 a hacerle
comer a guantazos su interminable lengua al entonces insoportable e invencible
Wilfredo Gómez, que había pasado por encima y triturado a
cuanto mexicano le habían puesto enfrente. Pocos días antes
de que se cumpliera un año de esa memorable fecha, Sánchez
encontró la muerte.
El titular del CMB, José Sulaimán Chagnón,
dijo sentirse triste debido a la intensa amistad que sostuvo con el desaparecido
mentor boxístico. "Aparte de que se fue todo un profesional de este
deporte, también se fue un grandioso ser humano. Para mí
fue un ejemplo de caballerosidad, limpieza y honestidad. Lo voy a extrañar
profundamente y lamentablemente el boxeo mexicano y mundial pierden a uno
de sus más grandes exponentes".