Lapuente, con tres hombres en recuperación
en el cuadro considerado ante Guadalajara
Al margen de la promoción en medios afines,
el América prepara sus goles
Los de Coapa evitan frases comprometedoras para no generar
violencia entre la afición
ABRIL DEL RIO
Mientras se arrebataban las entradas en la taquilla del
estadio Azteca y los medios allegados al América echaban mano de
todos sus recursos para comercializar el clásico del futbol mexicano,
en el campamento de las Aguilas, Manuel Lapuente y sus hombres evitaban
frases comprometedoras, acaso por temor a generar rivalidad violenta entre
la afición, y continuaron el entrenamiento bajo la consigna de que
"será un partido con goles, o al menos de muchas oportunidades"
para los de Coapa.
Lapuente
indicó que en la alineación frente a Chivas tiene dudas sobre
tres jugadores: Duilio Davino, quien se recuperaba de gripe, y dos lesionados
que serán sometidos a pruebas físicas, José Antonio
Castro y el argentino Hugo Norberto Castillo. Los tres se manifestaron
confiados en alinear.
Ante la motivación que supone un partido como el
del domingo entre Chivas y América, luego de la derrota frente a
Pachuca, Lapuente comentó que "ayuda mucho; ojalá todos fueran
clásicos, que normalmente no me gusta, obviamente la pasión
que desborda, ojalá no se desborde la tribuna, que el entusiasmo
sea permanente, que podamos hacer un futbol que guste a nuestra gente y
que ganemos, pero de ahí en fuera ojalá que sea todo en orden,
porque es muy agradable ver todavía a mujeres y niños en
nuestro futbol".
Vaticinó que no será un juego de planteamientos
cerrados; "espero goles, no sé cómo, pero con goles, por
lo menos muchas oportunidades, las más de ellas del América",
y aseguró que no espera ninguna novedad de las Chivas, pues "en
futbol ya no hay sorpresas".
Los jugadores se veían serenos, pese a la expectación
que suele generar el clásico. No obstante, mientras que la mayoría
sostuvo que por decisión propia no intercambiaría playeras
con sus rivales, Castro comentó: "yo no sé qué haría,
porque no me quisiera ver mala onda si alguien me ofrece su camiseta. Nunca
me ha tocado, pero lo tenemos prohibido", y precisó que esa medida
la dictó la directiva en el clásico anterior.
"Ahora no nos han dicho nada, pero es una cuestión
de actitud", apuntó Castro, el defensa que se mantiene en duda,
aunque se reportó "totalmente listo", lo mismo que El Misionero
Castillo, quien indicó que luego de un severo desgarre en el muslo
derecho que le impidió entrenar al ritmo del equipo, "voy a hacer
un esfuerzo físico bastante importante para que se determine si
podré jugar".