Con El Galpón, grupo en el que militaba,
se conquistó la libertad de algo concreto
Falleció Blas Braidot, un artífice del
teatro independiente en AL
El director, actor y productor llegó a México
en 1976 para huir de la dictadura militar en su natal Uruguay Fue cofundador
de la compañía Contigo América
ARTURO GARCIA HERNANDEZ
Víctima de un cuadro diabético agudo y de
un padecimiento canceroso, ayer a los 79 años falleció el
actor, director y productor teatral Blas Braidot, figura emblemática
del teatro independiente latinoamericano. Nacido en Montevideo, Uruguay,
el 7 de enero de 1922, llegó a México en 1976, como parte
del legendario grupo El Galpón, cuyos integrantes se exiliaron a
causa de la dictadura militar que terminó en 1984.
Al final de la dictadura, Braidot decidió permanecer
en México, donde fundó en 1981, junto a Raquel Seoane, Mario
Ficachi, Luisa Huertas y Pablo Jaime, la compañía Contigo
América, desde la cual hizo propuestas que renovaron concepciones
estéticas y aspectos de la producción teatral. Asimismo,
fue profesor en la Escuela de Teatro de Bellas Artes y actor en la Compañía
Nacional de Teatro.
Desde el pasado diciembre la salud de Braidot se vio severamente
afectada y debió ser hospitalizado, aunque poco después fue
dado de alta. Sin embargo, la noche del jueves sus padecimientos se agudizaron
y provocaron su muerte entre las cinco y seis de la mañana de este
viernes.
Encuentro imprevisto con el arte teatral
En
una entrevista realizada en 1989 a propósito de la celebración
de sus 50 años dedicados al teatro, Blas Braidot le contó
a Pablo Espinosa de su encuentro ''imprevisto" con ese arte: ''Era egresado
de una escuela religiosa, salesiana, vivía en una zona pobre, marginal,
me interesaba más el remo, el basquetbol. Pero me fui involucrando
con la actividad de los salesianos en ese barrio lumpen y obrero (...)
Tenía unos 13 años. Había un profesor de literatura
a quien le dio por hacer teatro y me llamó a hacer papeles en obritas
escritas por los mismos salesianos. Recuerdo mi primer papel, brevísimo.
En realidad me interesaban más otras cosas, el deporte. (...) Un
día, mi profesor de historia, Machado Rivas, me invitó a
trabajar en un proyecto loquísimo, unas jornadas arqueológicas
del teatro, desde los griegos a la actualidad. También asistí
así al liceo nocturno, donde había grupitos que hacían
teatro. Todo eso era teatro amateur. Me invitaron a formar parte del grupo
Tinglado, y con el grupo de la asociación cristiana de jóvenes
pusimos, recuerdo, a Pirandello. Así, un día me encontré
con que estaba cada día más metido en el teatro. Tomé
algunos cursos con Margarita Xirgu, participé con el grupo La Barraca
y me favoreció mucho la presencia, por la guerra europea, de gente
emigrada y con mucha experiencia''.
En 1945 -recordó Braidot en aquella entrevista-
trabajando con la asociación cristiana de jóvenes de Montevideo,
ingresó al grupo La isla de los niños. En 1947 fue cofundador
de la Federación Uruguaya de Teatros Independientes: ''Como emergentes
de La isla de los niños formamos una nueva agrupación llamada
La isla y resolvimos buscar un local. Encontramos una bodega, que en Uruguay
se denomina galpón, en un barrio céntrico. Era una caballeriza
construida en 1898. Ahí iniciamos trabajos el 2 de septiembre de
1949, fecha que después tomamos como la de la fundación del
grupo El Galpón, que aún no se llamaba así. Y razón
de que habíamos conjuntado esfuerzos de los grupos La isla, La isla
de los niños y Teatro del Pueblo, para rentar ese galpón
y reconstruirlo. Ibamos definiendo, así, un compromiso, conquistando
la libertad de algo concreto. Yo tenía 25 años''.
Impulsor de formas novedosas
Los críticos Olga Harmony y Armando Partida coinciden
en que una de las principales aportaciones de Braidot al teatro mexicano
fue impulsar formas novedosas de producción aplicadas originalmente
en su natal Uruguay. Harmony también señala que Braidot fue
un ''buen actor".
Partida sostiene que desde el grupo Contigo América
Braidot renovó ''el repertorio de ese momento" con obras como Los
que no usan smoking, impulsó un teatro de búsqueda y
promovió la difusión de obras de dramaturgos mexicanos como
Sergio Magaña.
Actualmente trabajaba en el montaje de la obra El ausente,
de Víctor Hugo Rascón Banda, la cual será montada
próximamente como un homenaje a Braidot, quien así resumía
su concepto de teatro independiente: ''El teatro independiente recoge lo
mejor del positivismo liberal de fin de siglo (XX), la migración
europea. La inspiración venía de Romain Rolland y su libro
Teatro del pueblo, en el que plantea una reacción contra
el teatro burgués, anquilosado, mentiroso. Habría que estudiar
las coincidencias del teatro independiente en una búsqueda por la
sinceridad, la ingenuidad, donde toda la mentira burguesa fue inspirando
la necesidad de la lealtad, la honestidad, en esos procesos cíclicos
humanos donde primero el hombre se envenena y luego busca la pureza".
Los restos de Blas Braidot son velados en la la sede de
Contigo América (Arizona 156, colonia Nápoles) y a las 10
horas de hoy el cortejo fúnebre partirá hacia el panteón
de Dolores.