Muchas asociaciones regionales no están representadas en las nacionales: Ucizoni

67 comunidades oaxaqueñas se suman a marchas de El campo no aguanta más

Anuncian reunión nacional indígena y campesina del 5 al 7 de febrero próximos

ROSA ROJAS

Ante las inquietudes sociales que proliferan en el campo mexicano, 67 comunidades de 11 municipios de Oaxaca, integrantes de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni), determinaron incorporarse a las movilizaciones del movimiento El campo no aguanta más.

Además, se está convocando para los días 5 al 7 de abril, en San Juan Guichicovi, Oaxaca, una reunión nacional de organizaciones indígenas y campesinas de México (en la que participarán delegaciones de Centro y Norteamérica) para acordar acciones en relación con "la asignatura pendiente" del reconocimiento de los derechos indígenas, la oposición al Plan Puebla-Panamá (PPP) y el punto de la apertura comercial que tiene que ver con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y con el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Igualmente, los días 5 y 6 de febrero, en la comunidad de San Felipe Ecatepec, de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, se efectuará el Encuentro Nacional contra Procede y Procecom (programas de certificación de derechos en ejidos y en comunidades indígenas, respectivamente) bajo el lema "A una década de la contrarreforma agraria defendamos nuestra tierra", convocado por 17 organizaciones indígenas, campesinas y de derechos humanos, como Xi Nich (Chiapas), Frente Popular del Sureste de Veracruz, Foro Maya Penínsular (Yucatán), Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, Resistencia Civil del Norte de Chiapas, Ucizoni y Alianza Mexicana por la Determinación de los Pueblos (AMAP), entre otras.

La convocatoria a este encuentro plantea como objetivo intercambiar y analizar experiencias entre los pueblos indígenas y campesinos sobre el conocimiento y las repercusiones del Procede, para formular estrategias y acciones de defensa jurídica, política y social.

Algunos de los frutos esperados, se indica, son un diagnóstico sobre los patrones de las irregularidades en la aplicación (antes, durante y después de la ejecución) del Procede, a partir de la información de las comunidades; realizar una denuncia formal y pública a escala nacional e internacional, un plan de acción y una propuesta de reforma legislativa, entre otros.

Carlos Beas, coordinador de Comisiones de la Ucizoni, informó que la organización sólo está esperando que El campo no aguanta más confirme si se van a realizar o no movilizaciones regionales el 20 de enero, para incorporarse a las mismas.

Además se está preparando una reunión el 31 de enero en la ciudad de Oaxaca, para acordar lo relativo al evento nacional a efectuarse los días 5, 6 y 7 de abril en San Juan Guichicovi, con una convocatoria plural.

"Este va a ser un proceso largo -indicó Beas-, porque la agenda nuestra no se reduce al TLCAN ni al cuestionamiento de la política del gobierno en relación con el campo, sino que en la asamblea de la Ucizoni se definió la necesidad de que a las demandas que está levantando el movimiento campesino se sumaran las demandas del movimiento indígena, para construir una agenda que permita una movilizacion más amplia en relación con los derechos indígenas, la defensa del territorio, el PPP y el ALCA."

Se vio también la necesidad de que las organizaciones campesinas a escala nacional "se den cuenta de lo apremiante que resulta establecer comunicación con las organizaciones regionales, porque hay muchas de éstas que no están representadas en las organizaciones nacionales. Por ejemplo, en el CAP (Congreso Agrario Permanente) la mayoría estamos fuera y para que realmente se logre modificar la política del gobierno para el campo se requiere mayor articulación.

Señaló que hay gran cantidad de asuntos que no están contenidos en los actuales ejes, "por ejemplo, por ahora no es un punto central de la agenda la cuestión de la tenencia de la tierra, y sigue siendo un rezago enorme, por lo menos en las comunidades del sur del país. En esta región la mayoría del territorio sigue sin estar regularizado, como es el caso de los Chimalapas, Juchitán, el bajo Mixe, San Juan Lalana; el territorio en disputa es central para las comunidades campesinas e indígenas".

Cuando se le preguntó si el Congreso Nacional Indígena (CNI) participa en estas iniciativas, Beas comentó: "en la Ucizoni desde el principio del levantamiento del EZLN tomamos iniciativas importantes, no sólo de bloquear carreteras en apoyo a los compañeros porque estaban pasando los convoyes militares; llevamos alimentos a las cañadas, participamos en la constitución del CNI y en la marcha Caravana del Color de la Tierra, pero vemos que el CNI perdió autonomía y representatividad, que no tiene ninguna iniciativa en relación con las demandas indígenas del país".

"El planteamiento -indicó Beas- es que se constituya una verdadera organización indígena de carácter nacional y autónoma, que no dependa de ningún partido o líder carismático, y en este momento desgraciadamente no existe una organización indígena nacional que pueda en esta coyuntura dar una respuesta. El caso de Ecuador es el ejemplo de que constituyendo una verdadera organización con estructura se pueden lograr espacios importantes como lo ha hecho la Conaie (Coordinadora Nacional Indígena de Ecuador)".