MELON
Luis Angel Silva
Sabor a ron, tabaco y café
ACABO DE LEER unas declaraciones de Albita respecto de la industria discográfica y lo único que se me ocurre decirle es bienvenido al club. Dicha industria hace rato que se maneja por toda la tecnología habida y por haber, sin importar la calidad artística.
MIENTRAS ESCRIBO, ESCUCHO grabaciones de música guajira, entre las que se encuentran dos interpretaciones de Albita Rodríguez, que así la anunciaban en aquellos años -por supuesto, años de cuando se encontraba en Cuba-, nada parecidas a lo que ha hecho en Miami. Se trata de Parranda, laúd y son, y Mi son para Sancti Spiritus. Están llenas de un jícamo genuino, que me tienen bailando en la silla y suspirando por aquellos años en que había directores artísticos dignos de llamarse así.
NO LE NIEGO calidad a lo que ha realizado Albita en territorio pecoso, sólo que su saoco ahora tiene sabor a coca cola, hot dog y hamburger, cuando lo suyo es ron, tabaco y café que, por lógica, las computadoras no lo pueden saborear. Al criterio de los ejecutivos lo domina el color del dinero sin darse cuenta que su insensibilidad y mal gusto sólo tienen éxito de vez en cuando. En otras palabras: como el burro que tocó la flauta.
EL DISCO AL que me refiero se llama Fiesta cubana. Es una coproducción Egrem-Artex, con la participación de Celina González, el Jilguero, Abelardo Barroso, Ramón Veloz, Joseíto Fernández y, por supuesto, Albita. Ese compacto está sin desperdicio, de verdad por la maceta y con todos los hierros. La razón por lo que le di la bienvenida al club es porque hay varios que sufren de esa enfermedad llamada incomprensión, la cual la propician los advenedizos, seudo expertos y demás fauna, que pretenden saber más que el artista que es el que de verdad se la juega.
ES POR ESO que muchos fracasos propiciados por estos cuates tienen a la industria del disco llorando, sin olvidar a la piratería, por supuesto. Pero, más que todo está la incapacidad de los directores artísticos que hace rato no hacen aparecer un solo valor. No quiero hablar de los Big Brother, Operación Triunfo y La Academia, ya que considero que los chavos merecen una oportunidad. Pero... lo que se ha visto y oído hasta ahora sigue en incógnita. La verdad no creo que esto levante. Ojalá me equivoque.
Seguidor de los Pumas
LO MISMO PIENSO de lo que hay en el medio artístico, sobre todo, en la televisión, que por lo que a mí respecta, me ahorra dinero al pagar mi consumo de energía, porque casi siempre la mantengo apagada. Hasta el futbol me aburre. Algunos partidos me obligan a encenderla. Estos son los de mis Pumas, que tienen en mí un seguidor y admirador por entero.
SI YO FUERA Hugo Sánchez, no me embarcaría en discusiones que no lo llevan a nada. Es notable que no le perdonan lo que realizó en su carrera en activo. No me extrañaría que ahora como director técnico -así llaman a su ocupación- en un futuro no muy lejano, también pueda llegar adonde se ha propuesto arribar. A La Volpe, sin negarle méritos, todavía le duelen los goles que le hizo Hugo. šEsto se nota!
CREO QUE TAMBIEN los inditos, como decía Lobo, tenemos derecho a réplica. No me extraña que haya opiniones contrarias a Hugo, pero espero que algún día no nos hagamos pedazos entre nosotros. Los atavismos son difíciles de romper, pero estoy y estaré siempre con los que no agachan la cabeza. En esta ocasión el ataque llegó desde Buenos Aires.
VOLVIENDO A LO mío, permítame decirle, mi nagüe, que está en México el señor Isidoro Corkidi, editor de una revista que se publica en Cali, Colombia, con el propósito de entrevistar a soneros mexicanos. En compañía, además, de Julio del Razo y Arturo García, guía del señor Isidoro, me pasé de manera increíble nueve horas conversando, špor supuesto!, de son cubano de aquí, allá y acullá, lo que me permitió enterarme de cosas que ignoraba.
ESPERO QUE MOY DOMINGUEZ mejore en su estado de salud. Le deseo lo mejor de lo mejor, para que pueda seguir deleitando a su público, en especial a Cucusa, la que lo considera un sol, el cual su servilleta no quiere que se apague. Animo, mi mohicano. Cuídate y adelante con los faroles.