La insurrección se reveló como
una fuerza superior a la de todos los partidos, dice
"Irreversible", el impacto zapatista en la toma de
conciencia india: Samuel Ruiz
Afirma que el movimiento puso en evidencia la debilidad
de las estructuras de gobierno
A la pregunta de cuál es el impacto del movimiento
zapatista a nueve años de su surgimiento tanto en nuestra sociedad,
como en el extranjero, Samuel Ruiz García, obispo emérito
de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, quien fue anfitrión
del primer diálogo de paz entre el gobierno y el EZLN, comenta:
El
llamado movimiento zapatista se tiene que entender enmarcado en la emergencia
del indio a partir de la celebración de los 500 años del
"descubrimiento de América", en la que los "indios" aparecen como
"sujetos" de su propia historia. En torno a dicha celebración, los
indígenas del continente hacen notar que es incongruente para ellos
festejar la fecha en que se inició su despojo y su mayor sufrimiento;
y que 500 años en su calendario es un tramo corto e irrelevante.
En Chiapas, en 1993, hacía efervescencia la represión
contra las diversas demandas justas que manifestaban de diferentes formas
orgánicas las comunidades indígenas. Mientras, a nivel nacional,
en ese mismo año, en todos los estados de la República se
hacían protestas por el cuestionable resultado de las elecciones:
12 gobernadores no pudieron asumir el poder y numerosas presidencias municipales
fueran tomadas. De suerte que el levantamiento del Ejército Zapatista
de Liberación Nacional (EZLN) el primero de enero de 1994, según
el sentir nacional y sus propias declaraciones, asumía las protestas
contra esa situación y negaba la legitimidad del gobierno del presidente
Salinas de Gortari y de todo el sistema político nacional.
A nivel continental, el EZLN aparecía como un levantamiento
atípico, por ser un levantamiento indígena y no querer, como
las anteriores insurrecciones en el continente, tomar el poder, sino estimular
a la sociedad civil para que, con su participación cívico-política,
llevara al país a una transición que nos condujera hacia
un gobierno más plenamente democrático.
El levantamiento se revela como una fuerza aglutinante
que es superior, en ese momento, a la de todos los partidos políticos
existentes; manifiesta nuestra problemática profunda que hace ver
la real condición económica del país, enmascarada
tras el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN);
hace patente la existencia de una denegada discriminación racial
y de un colonialismo interno en el que han vivido realmente las comunidades
indígenas; descubre la magnitud del conflicto que tiene que ver
no únicamente con la corrupción a que llegó el país
por la dominación de un partido político en el gobierno y
la corrupción consiguiente, sino también con la estructura
económico-política dominante.
Un impacto irreversible que el EZLN ha tenido, ha sido
el crecimiento de la toma de conciencia de los indígenas en México
de ser sujetos de su propia historia; también estimuló una
maduración de la sociedad civil mediante organismos no gubernamentales
que han empezado a cumplir con su responsabilidad en forma articulada.
Se ha manifestado, en contrapartida, la debilidad de las
estructuras de gobierno en esta transición y el esperanzador crecimiento
de una solidaridad entre el primer y el tercer mundo que nos hace aguardar
que es posible un mundo diferente.
La manifestación de la solidaridad internacional
nos hace ver que entre las demandas que enarboló el EZLN hay algunas
que repercuten en numerosos países, como por ejemplo las autonomías.