TUMBANDO CAÑA
Ernesto Márquez
Guillermo Rubalcaba, el que falta
FUE JUAN DE Marcos, artífice del proyecto
Buena Vista Social Club, quien dijo que los tres grandes pianistas de la
música popular eran Lili Griñá Martínez, Pedro
Justis Peruchin y don Rubén González. Una selección,
desde luego, muy particular que excluye nombres tan importantes como Bebo
Valdés, Frank Emilio Flinn y un largo etcétera, ya que si
algo ha dado Cuba al mundo son grandes pianistas, como don Guillermo Rubalcaba,
padre y maestro de Gonzalito, ese otro prodigio de las teclas.
ORIGINARIO DE PINAR del Río, Guillermo Rubalcaba
es hoy uno de los referentes importantes de la música popular bailable.
Con una breve producción discográfica pero con una larga
trayectoria en la docencia, ha sido gran pilar también para el desarrollo
del danzón, género musical que cultiva desde la Charanga
Nacional de Concierto, de la cual es director.
SU HISTORIA COMIENZA, como la de muchos músicos
cubanos, en la casa familiar. Don Guillermo aprendió música
de la mano de su padre Jacobo, de su hermana Zoila -que era profesora de
música- y de su hermano José Antonio, quien a muy temprana
edad lo incorporó a su banda de jazz. Ahora es él quien enseña
a sus hijos y nietos.
EN LA MUSICA se da siempre este tipo de juegos
-le decimos-. Los herederos aprenden de sus antecesores y éstos,
a su vez, influyen sobre sus sucesores. ¿Qué importancia
juega en este sentido el apellido Rubalcaba?
"ME OBLIGA, PORQUE mi padre, Jacobo González
Rubalcaba, era un músico muy competente, que difundió en
el Occidente del país el danzón. Es el autor de El cadete
constitucional, entre otras obras, y nos transmitió el amor
por nuestra música. Lo llamaban Rubalcaba y cuando comencé
a dirigir la Charanga Típica todos me decían así.
"EN CUANTO A mis hijos, es el orgullo de ver estos
frutos: Jesús (pianista) y Williams (bajista), quienes tocan con
mi charanga, y Gonzalito, que anda en sus proyectos, más varios
nietos que han seguido la tradición y comienzan a destacar.
"EL CASO DE Gonzalito es singular: lo que le gustaba
era la percusión. Siendo un niño ya tocaba en un combo y
cuando lo hacía en el mío, Juan Formell (a la sazón
uno de los integrantes) se volvía loco viéndolo atacar el
bongó".
''Mi sueño, grabar un disco con mi hijo''
COINCIDIENDO
CON EL triunfo de la Revolución, don Guillermo llega a La Habana.
En la ciudad capital se empleó como afinador, trabajo que alternaba
con el de músico acompañante de cantantes estelares como
Elena Burke, Omara Portuondo, Gina León, Alfonsín Quintana,
Blanca Rosa Gil...
"ESTABA GUERREANDO Y se enteraron que era pianista
y compositor. Richard Egües (también afinador) le habló
a Enrique Jorrín y entré en su orquesta. Posteriormente,
a petición de Odilio Urfé, pasé a la Orquesta Típica
de Concierto".
DESDE ENTONCES EL maestro
se impuso la tarea de ensanchar el espectro creativo de las charangas,
que ya habían cedido terreno a lo banal, hacia otras zonas. A partir
de un trabajo profundo y dedicado, el de don Guillermo, la charanga significó
nuevamente un cambio en los sólidos basamentos de la música
tradicional cubana. Las puertas de la libertad formal y estructural quedaron
abiertas de par en par y las nuevas generaciones de músicos entraron
por ellas para descubrir e inspirarse en otras formas de hacer música.
AL VALORAR ESTE hecho don Guillermo recuerda: "Yo
había viajado a Europa con una delegación artística
y me di cuenta que las cosas estaban cambiando y me dije: 'ahora es que
voy a hacer mi trabajo' y empecé por incorporar figuras armónicas
diferentes y conceptos novedosos en los timbres rítmicos. Y eso
fue lo que gustó".
AUNQUE SU OBRA discográfica es breve y un
tanto desconocida, Guillermo Rubalcaba ha grabado álbumes calificados
como "obra maestra", tales como Vivencias Rubalcaba, que editara
el sello estatal EGREM, en 1987, y en el que cantan Tito Gómez y
Barbarito Diez, dos de las grandes voces del danzón y cha cha chá
presentes en muchos de sus proyectos.
AHORA HA FIRMADO con Eurotropical, sello español
con el que grabó La Charanga Rubalcaba, paquete de 10 piezas
instrumentales de antología. "Música cubana bailable del
nuevo milenio", como dice el pianista.
CUENTA DON GUILLERMO que el haberse contratado
con esa firma le ha dado un tirón muy importante a su carrera. "Con
ellos he tenido una gran libertad creativa y promoción internacional".
AL PARECER TODO le está resultando a don
Guillermo, pero hay algo que dice por lo bajito, un viejo sueño
que desea compartir con este tecleador: "Grabar un disco a cuatro manos
con mi hijo Gonzalito e incluir al resto de la familia".
Y ESO YA se está cocinando.