Cacerolazo en Buenos Aires; queman banderas
de EU y enarbolan la de Venezuela
Vigilia de miles en la Plaza de Mayo para conmemorar
la revuelta de 2001
Hoy, día clave de las protestas; arribarán
columnas de piqueteros de todo el país
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 19 de diciembre. Luego que miles
de personas marcharon hacia la céntrica Plaza de Mayo para el acto
de desocupados piqueteros del sector que lideran Carlos Alderete,
de la Corriente Clasista y Combativa (CTV), y el diputado Luis D'Elía,
de la Federación Tierra y Viviendas, apoyados por la Central de
Trabajadores Argentinos (CTA) y otros organismos, y de un gran "piquete
urbano" en el centro financiero porteño, hombres y mujeres confluían
esta noche hacia la plaza para una vigilia, para recordar el primer aniversario
de la revuelta del 19 y 20 de diciembre.
En la plaza, donde también llegaron las Madres
de Plaza de Mayo, los hijos de desaparecidos (H.I.J.O.S.) y otras agrupaciones,
esta vigilia se desarrollará bajo el nombre de "aguante (resistencia)
cultural", para conmemorar el momento en que espontáneamente miles
y miles de personas comenzaron a golpear cacerolas y se lanzaron a las
calles hasta confluir en una inmensa manifestación en este lugar,
frente a la casa de gobierno, para precipitar la caída del presidente
Fernando de la Rúa.
Hoy
volvió el cacerolazo. Durante las primeras horas de la tarde,
cacerolas, bombas de estruendo, bombos y murgas (grupos tradicionales de
canto y baile carnavalesco) recordaron pacíficamente aquellos días
de furia, en el centro bancario, con la participación de vecinos
de las Asambleas de Barrio, ahorristas defraudados, desocupados, movimientos
sociales y de izquierda, mientras lo mismo sucedía en varios barrios
de esta capital y en el interior del país. Al finalizar la ruidosa
protesta se quemaron banderas de Estados Unidos y muñecos que representaban
a diversos políticos, que gobernaron y gobiernan Argentina.
Las calles aledañas a los lugares ocupados por
los manifestantes lucían vacías como si hubiera un paro,
que en realidad comenzará mañana, convocado por la CTA, que
agrupa a trabajadores estatales, de educación, salud, administrativos
y otros.
Columnas de piqueteros llegaron desde la mañana,
sin que se registraran incidentes, salvo un intento de represión
policial contra vecinos que intentaban impedir por tercer día consecutivo
remates de viviendas, ante deudas, luego que los bancos confiscaran los
ahorros hace poco más de un año, después que el gobierno
instaurara el corralito bancario que detonó la revuelta.
Ante el llanto y la desesperación de muchas familias endeudadas
actuó la policía, cubriendo la entrada de la sede de los
rematadores.
Para mañana, el día clave de las protestas,
nuevas columnas de piqueteros, que salieron desde el interior del
país en la llamada Marcha Federal, y otros grupos sociales emergentes,
llegarán a Plaza de Mayo para un acto al mediodía, mientras
que otros sectores lo harán en la tarde, todos bajo un fuerte dispositivo
de seguridad. Esta noche también habrá vigilia de piqueteros
alrededor de la quinta presidencial, ubicada en el barrio residencial de
Olivos.
Hace sólo un año, las imágenes de
los saqueos que habían comenzado en la madrugada del 19 mostraban
una Argentina que comenzaba a arder. El mapa de la violencia y la desesperación
se extendía y cuando el entonces presidente De la Rúa llegó
a media mañana a una reunión con los miembros de la Iglesia
católica, empresarios, organizaciones no gubernamentales y otros,
y furiosos vecinos lo rodearon.
Desde el 3 de diciembre, los ahorros de millones de personas,
entre los que figuraban también aquellos a los que se les depositó
su indemnización por despido, o simplemente por pago de salarios,
habían sido incautados para impedir la fuga de dinero, no sin antes
dejar que los poderosos pusieran a salvo sus capitales. La realidad de
un modelo que fue vendido al mundo como "la" eficiencia neoliberal estallaba
en el país donde desde 1995 el desempleo se había disparado
a niveles históricos y ya había 13 millones de argentinos
en la pobreza.
En la madrugada del 19 habían comenzado los grandes
saqueos, aunque desde el 12 de diciembre ya se habían producido
algunos aislados. Pero también era evidente que detrás de
los saqueos, utilizando la miseria y desesperación de millones,
hubo conspiraciones políticas. Los trabajadores municipales de Córdoba,
que como otros en el país no cobraban sus salarios, incendiaban
la sede municipal en la capital de esa provincia.
"El viernes 20 de diciembre, cuando nos encontremos otra
vez en la plaza, habrá compañeros que no podrán estar.
Esos compañeros que cayeron en diversos puntos de nuestro país
asesinados durante las jornadas del 19 y el 20 de diciembre de 2001, que
culminaron con la huida de unos pocos culpables de nuestro actual estado
de cosas. Como continuadores de aquel gobierno, muchos siguen ahí,
causantes de la misma hambre y miseria, saqueadores de las enormes riquezas
de nuestra nación", dijo hoy Jorge Ceballos, coordinador de Barrios
de Pie, recordando la treintena de muertos que dejó la represión.
La Marcha Federal intenta decir al mundo que "las razones
siguen tan vigentes como entonces y por eso pedimos que se vayan todos",
añadió. Algo nuevo habrá en esta marcha, ya que "en
esta enorme lucha, tomamos el ejemplo del pueblo bolivariano de Venezuela,
que supo y sabe defender en estos días el patrimonio de su país.
(...) Por esta razón, en las columnas de nuestro movimiento que
ingresen a Plaza de Mayo el día 20 de diciembre, enarbolaremos banderas
de nuestra nación hermana, Venezuela", anunció Ceballos.
El dirigente Luis D'Elía, al hablar hoy en la plaza,
recordó que "venimos a decir que no nos olvidamos, que estamos contra
la amnesia, la impunidad" y que ante el hambre y "tanta mafia, decimos
que se vayan todos y gobierne el pueblo".