Comunicadores exagerados, amenaza para la paz, dice
Persiste el grave rezago en la creación de empleos: Abascal
Recomendó replantear la Comisión de Salarios Mínimos
PATRICIA MUÑOZ RIOS
El titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Carlos Abascal Carranza, sostuvo ayer que en México "la paz laboral no está prendida con alfileres", pero reconoció que en 2002 apenas se crearon 246 mil empleos, una cuarta parte del millón que se requerían; que se arrastra un déficit de 132 mil empleos que se perdieron en el primer año de gobierno; que se apoyarán programas de impulso al trabajo en el campo para evitar estallidos sociales y que se tomarán medidas para desvincular al salario mínimo de otros indicadores como pago de multas e impuestos, para que ya no se "contamine".
El secretario admitió que no se ha podido recuperar la pérdida del poder de compra del salario, ni dar respuesta eficaz a todas las personas que demandan empleo, porque todavía "distamos mucho de lograr resultados que corrijan los problemas estructurales del país".
En una reunión con periodistas tocó también el tema del aumento a los mínimos para 2003, que se anunciará muy posiblemente hoy mismo y negó que este incremento se vaya a ver "rebasado en enero con los ajustes que se darán a los precios y tarifas de bienes y servicios del sector público, ya que según argumentó, el gobierno ya se comprometió a que no los elevará más allá de 2.7 por ciento, es decir, 3 décimas debajo de la inflación esperada.
Del porcentaje de aumento a los salarios mínimos dijo que la intención del gobierno federal es procurar que haya una recuperación real, aunque sea pequeña, gradual, sostenible en el tiempo y que se buscará que "eso suceda por tercer año consecutivo".
Reconoció que cambiar la tendencia de deterioro permanente de los salarios mínimos y de los contractuales será muy difícil, pues ese proceso, ejemplificó, requirió en España 25 años. "Esperemos que a los mexicanos no nos tome lo mismo, ni mucho menos", pero el esfuerzo tendrá que ser muy grande y tiene que ver con la estabilidad económica que se ha logrado y la "capacidad de diálogo entre los actores de la producción.
-ƑSe siente satisfecho con los aumentos logrados?
-No, estamos lejos de sentirnos satisfechos y no lo estaremos hasta que todos los mexicanos tengan niveles de vida dignos.
Reveló además que una institución como la Comisión Nacional de Salarios Mínimos tendría que reconstruirse, reorientarse, replantearse y que se trabaja intensamente en esto, para encontrar la fórmula adecuada. Por ejemplo, una de las cosas que se tiene que hacer pronto es desvincular el salario mínimo de todo tipo de indicador, pues no es posible que las multas se fijen en minisalarios, al igual que la asignación de una casa, estos y otros factores "deberían ser medidos en UDIS" o en una medida nueva.
-ƑLa paz laboral está sostenida con hilos delgados?
-Hay varios factores por los cuales no se podría garantizar esta paz, por ejemplo, si un comunicador exagera las cifras y genera un clima de violencia social que no existe.
Añadió que la paz no es un producto de supermercado, sino una voluntad permanente de ceder y conceder.
Para evitar un conflicto social en el campo, porque en este sector hay problemas, "ni duda cabe", se atenderán y resolverán los problemas del agro y la Secretaría del Trabajo, en lo que toca a jornaleros agrícolas, dedica sus esfuerzos para mejorar sus condiciones de transporte y de vivienda digna.
El secretario subrayó que la creación de empleos sí se está dando, pero no en las velocidades que se desea y este fenómeno desgraciadamente trae una inercia de las tres pasadas décadas, por ello aseguró: "tenemos que hacer cambios importantes en las condiciones, para que las empresa generen mejores empleos y por eso tenemos puestas todas nuestras esperanzas para que en el Congreso salga (la reforma laboral)". Hizo una invitación a "los señores empresarios a que por el bien del país, por el bien de miles de familias, hagan un esfuerzo importante para evitar el despido de personas".
En cuanto al proyecto de reforma laboral de la Secretaría del Trabajo aseguró: "no presionaremos los tiempos del Poder Legislativo" para que esta iniciativa se convierta en ley, sino que se respetarán los tiempos y la forma. Tampoco se forzará a los legisladores a que la aprueben, ellos "decidieron hacerla suya" y presentarla ante la Cámara de Diputados.
De las voces contra esta reforma, como la que ha levantado la Unión Nacional de Trabajadores, apuntó que "es imposible pretender la unanimidad" y se hará lo que decida la mayoría.
En cuanto a la amenaza de realizar un paro nacional en caso de que se apruebe dicho proyecto, sostuvo que el argumento central debiera ser el de las razones, los argumentos vertidos en el Congreso para salvaguardas cualquier atentado a los derechos de los trabajadores.
Por último dijo que ningún miembro de la Iglesia se ha acercado a la STPS para pedirle que interceda por alguien o para pedirle absolutamente ningún favor, de ninguna índole.