La queretana interpreta La barca de Guaymas
desde los 2 años de edad
Debemos transmitir la música mexicana a nuestros
hijos: Tehua
Confía en que después de ella habrá
quién interprete este tipo de melodías
Cantar es mi vida, pero mi sueño es hacerlo como
Lucha Villa: ¡a lo mujerón!, asegura
ARTURO CRUZ BARCENAS
Tehua ("tú", en náhuatl; su nombre verdadero
es María del Rosario Graciela Rayas Trejo; nació en Querétaro,
pero a los 2 años de edad la llevaron a vivir a San Miguel de Allende,
Guanajuato, de donde se siente oriunda; desde los 26 se trasladó
a la ciudad de México, "para ser cantante") tiene un sueño:
cantar como Lucha Villa, "así, ¿cómo les diré?
¡A lo mujerón!", expresó en entrevista en su camerino
luego de su concierto en el teatro Benito Juárez, el pasado miércoles.
Ni Lola Beltrán, acotó, "me llega al sentimiento"
tanto como Lucha. "Su voz...", comentó Tehua, quien ya lleva en
el ambiente unos 33 años. "Toda mi vida he cantado; mi mamá
(Bernardina) dice que a los 2 años ya lo hacía. Tan sólo
hace unos minutos ha hecho que el público coree Canción
mixteca, en un programa de profunda y bella música mexicana".
Aún
con los resabios de una gripa hiperlatosa, su voz se escucha suave.
Nada que ver con la fuerte de Lucha. Recita, para abrir boca, un poema
atribuido al rey poeta Nezahualcóyotl, titulado Nonatzin.
Flor y canto. Todo aquí. Mi ciudad, de Guadalupe Trigo. Luego
un tema "que nos dice cómo somos": Mi México de ayer,
de Chava Flores, en el que la frase es nostalgia, de algo que tenía
"un no sé qué", en el barrio, sus costumbres, comidas, las
calles empedradas.
Musicalmente fue del DF a Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Oaxaca.
Iban a ser unas 11 piezas, pero tuvo que cantar, ante los aplausos, 20.
Interpretó Blancas mariposas y la que marca su vida artística:
La barca de Guaymas. ''Ayer en la mañana tenía 38
grados de temperatura; no estoy cansada; simplemente no se da (la voz)''.
-¿Qué más hace, aparte de cantar?
-Sólo canto. ¡Ah!, cocino de maravilla. Preparo
todo lo que se me antoja; aprendí como todas las mujeres de este
país. En una casa donde habíamos cuatro muchachas, a todas
nos enseñaban de todo. Hago desde un fideo hasta unos chiles en
nogada. Aprendí como toda mujer de pueblo chico y familia grande
a costurar, bordar, tejer, porque éramos mujeres que nos íbamos
a casar.
''¿Trabajar en un bar? ¡No, gracias!''
Dijo que se identifica mucho con lo que significa Oaxaca.
Acababa de cantar el denominado "segundo himno de los originarios del estado
natal de Benito Juárez": Dios nunca muere. "Es el estado
de donde más temas interpreto".
-No acaba de mostrar, recordar, la belleza de la música
mexicana.
-¡Claro que sí! ¡Eso es lo que me da
un coraje! Es nuestra obligación transmitirla a los hijos. De 1979
a 1985 trabajé con la SEP, viajando por toda la República,
presentándome en escuelas de educación superior. Les decía
a los muchachos que los pueblos indígenas subsisten porque los padres
transmiten su educación. A pesar de todo lo que les hemos robado,
todo, inclusive sus ganas de vivir. Sus bordados, los cuales se los queremos
pagar por tres centavos. Eso lo he visto en Chiapas.
"Entre los huicholes, cuando las muchachas van a ser iniciadas
para que borden, se realiza un ceremonial religioso. No es sólo
de agarrar aguja e hilo, sino que se trata de algo importante. Debemos
pensar en lo que les estamos haciendo ahorita a los indígenas, sobre
todo este gobierno, coludido con los miserables estadunidenses. ¿Qué
tienen en su cabeza el Presidente y todo su equipo para permitir lo que
ocurrirá en el 2003, con el TLC? Se les niegan subsidios a los indígenas
y a los campesinos. El país donde se dan los mayores subsidios al
campo es Estados Unidos. ¿Por qué hace (Fox) caso a lo que
dicen los gringos?"
En pleno concierto, un señor le preguntó
que dónde pueden adquirirse sus discos. "Cuando salí de Polygram
ya no supe. Todo se fue a la piratería. En la compañía
no hay discos. Ahora sólo trabajo con Conaculta y la Secretaría
de Cultura del gobierno del DF. Los estados ya no tienen los departamentos
de cultura que tenían antes. ¿Trabajar en un bar? ¡No!
Agradezco mucho esa etapa, pero ya pagué mi cuota.
"La situación de trabajo está difícil,
para todos. Afortunadamente ahora ya no tardan tanto en pagarnos." Recuerda
cuando se presentaba en los programas de televisión de Jorge Saldaña,
"etapa fabulosa porque teníamos un aparador, pero no se capitalizó;
nos ubicaban como cantantes dizque de protesta, de esos de los que se decía
qué bonito canta, pero...".
''No me preocupa el rating''
Recuerda con cariño a "mi comadre Amparo Ochoa",
con quien se presentó en varios estados de la República.
Alguna vez, dijo, "entendimos la importancia y responsabilidad de estar
en un escenario".
-¿Usted estudió canto?
-No, pero he cantado toda mi vida.
La tautología de una profesión: "Cantar
es mi vida, en todos los sentidos: mi necesidad, mi manera de pensar y
comunicarme. Yo no elegí esta vertiente del canto, pues era lo que
se escuchaba en mi casa, con mi mamá, con mis tíos, con mis
vecinos. En Querétaro mi papá (Antonio) tenía un amigo
que era dueño de una pulquería, con el plafón alto
y toda pintada de amarillo huevo, hasta la barra. Mi papá era panadero;
es decir, soy de familia de panaderos de abolengo, ¡bendito sea Dios!
"Me sentaba en la barra y a un lado había una rocolota,
grande y llena de luces, y con discos de 78 revoluciones. Allí escuché
por primera vez La barca de Guaymas. Me la aprendí."
-¿Quién seguirá cantando el tipo
de música de usted?
-No hay de qué preocuparse. Antes que yo, las canciones
de Víctor Cordero, como Casita de paja, las interpretaban
las Hermanas Padilla. Muchas canciones que tuve la fortuna de grabar ya
me las sabía desde mucho antes. Y así será.
Suele oírse su voz en Radio Educación y
en Radio Universidad. "No me preocupa el rating, para nada. No tengo
dinero para producirme mis discos, pero ya llegará el momento."
No le atemoriza perder facultades. "Es ley de vida. Para qué me
pongo con Sansón a las patadas; para qué le arguyo al ampayer."
Es mujer de posturas políticas firmes. "Soy populi,
pueblo, no actúo mucho, soy perredista, ¡faltaba más!
Pero no soy... feminoide; sí soy femenina." El año que entra
lo espera con optimismo, dijo.