LETRA S
Diciembre 5 de 2002

Deslegitimar el estigma, contribución de la CNDH

Desde el inicio de la pandemia del VIH/sida, las personas afectadas por esta infección han sido objeto de una serie de atropellos, que van desde el escarnio hasta el linchamiento físico y moral. Actualmente se dice que hay tres epidemias: la del VIH, la del sida y la del estigma y discriminación. Por ello, la Comisión Nacional de Derechos Humanos creó hace casi un año una oficina especializada en atender los casos de violación de derechos de personas con VIH, a cargo del sociólogo Héctor Eloy Rivas, quien explicó el quehacer de la Comisión ante estos casos.


 

Manuel Zozayals-cndh


"Desde su creación --relata el funcionario--, la Comisión ha recibido unas 600 quejas de personas con VIH, la mayoría por cuestiones laborales, como despidos injustificados. Estos casos no son competencia de la Comisión, por lo que son remitidos con abogados particulares. Entre los casos que nos competen, cerca de 80 por ciento se han resuelto por la vía de la 'amigable composición'; por ejemplo, si a alguien se le había suspendido la entrega de antirretrovirales, nosotros arreglamos que ésta se reanude y después le damos seguimiento a través de nuestros visitadores, para asegurar el cumplimiento del acuerdo. Por ello solamente ha sido necesario emitir nueve recomendaciones, la mayoría de ellas al IMSS y a Centros de Readaptación Social.

"La principal causa de violación de derechos humanos de las personas con VIH en México ha sido la negativa o la inadecuada prestación de servicios médicos, con situaciones que van desde el uso de lenguaje ofensivo hasta gesticulaciones durante la atención, que constituyen formas de violencia sutiles, pero muy dolorosas. Otra causa común de violación de derechos es la negación de medicamentos, y la tercera es el aislamiento y maltrato a los reclusos."

Eloy Rivas explica que para presentar una queja ante la CNDH hay que determinar primero quién comete la violación. Si se trata de instancias federales, como el IMSS, el asunto les compete; si son instancias estatales, toca a las comisiones estatales; si éstas no resuelven el asunto satisfactoriamente, el quejoso puede impugnar y el caso pasa a la Comisión Nacional. Además, dice, acompañan y asesoran en sus gestiones a quienes acuden a presentar una queja, pues por lo general hay dudas acerca de cómo acercarse a la CNDH.

"Para combatir los estigmas --continúa Eloy Rivas-- se requiere un trabajo a profundidad, cuestionar los discursos que discriminan a las personas por su condición social, raza, género, orientación sexual o estado de salud. Para ello se deben diseñar políticas institucionales, como este programa, que consta de cuatro áreas: investigación y diagnósticos; elaboración de materiales educativos; realización de talleres, y convenios interinstitucionales. Evidentemente, estas áreas están muy relacionadas entre sí. Con la investigación medimos y conocemos las formas de discriminación, lo que nos permite definir el tipo de información que se requiere para combatir el estigma y la discriminación hacia las personas con VIH, lo que a su vez nos da la pauta para el contenido del material didáctico; con esa información, también, planeamos los talleres, en los que participan organizaciones no gubernamentales, como el FrenpaVIH, cuyo propósito es el reconocimiento de los derechos de las personas con VIH, así como de las instancias a las que se puede recurrir en caso de violación de esos derechos. Por último, estamos celebrando convenios con otras instituciones tanto en el DF como en provincia, para trabajar conjuntamente."

Añade que "hay grupos que han sido golpeados por la pandemia, que ya eran estigmatizados con anterioridad, por lo que tratamos de que el contenido de nuestros materiales ayude a deslegitimar estos mitos, y trabajar enfáticamente con estos grupos, como el FrenpaVIH y próximamente con el Centro de Educación para la Equidad de Género en Sonora. Paralelamente se van a editar folletos y se seguirá difundiendo la Cartilla de Derechos de las Personas con VIH/sida de 1992, que sigue siendo válida en cuanto a sus principios.

"Dentro de una cultura donde el ostracismo, la discriminación y el señalamiento moral son muy perjudiciales para las personas --concluye Eloy Rivas--, el derecho a la no discriminación es básico para desarrollar nuestras capacidades, pues independientemente de la condición de salud, étnica, de género o la orientación sexual, somos seres humanos y merecemos respeto."

Quien desee acercarse a este programa puede hacerlo al teléfono 5681 8125 extensión 1177.