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Enfrentar la lógica patriarcal de la política, reto de las feministas frente al gobierno de Lula

 

Luis Inácio Lula da Silva asume la presidencia el 1 de enero. El tiempo de la campaña, de las promesas, de los discursos sobre cambios y soluciones, de identificación con quienes viven cotidianamente la gama de problemas a atender, ha terminado. Ahora inicia lo más difícil, cumplir lo prometido, hacer un gobierno que no defraude ni a quienes pusieron su esperanza en este luchador mulato y de la clase obrera, ni a la imperiosa necesidad nacional y continental de nuevas construcciones económico, éticas y políticas para que, fuera del neoliberalismo, se abran otras realidades sociales para los excluidos del modelo imperante. Tarea sin duda difícil si vemos la historia viviente de quienes desde la izquierda han venido asumiendo la dirección de nuestros países.
Luis Inácio Lula da Silva ganó las elecciones con no solo un amplio apoyo de las mujeres, sino también con un arduo trabajo de la gran mayoría del movimiento feminista y de mujeres. La casi totalidad de las feministas brasileñas vienen del campo de la izquierda, algunas son militantes del Partido del Trabajo (PT), muchas, simpatizantes del mismo, participaron activamente en la campaña electoral, la mayor parte votó por él. Hasta el cierre de esta edición se sabía que el 30 por ciento del equipo de gobierno para la transición serían mujeres. El programa de raza y etnia de Lula, por ejemplo, contó con la participación de la feminista, negra, ex responsable de la Coordinadora de la Mujer de una importante zona de la periferia de Sao Paulo, Matilde Ribeiro.
Pero esto sólo no basta para que la situación de las mujeres cambie y menos para que cambie la lógica patriarcal de la política, no basta tener un 30 por ciento de mujeres en las instancias de decisión y como nos muestran las 舠transiciones舡 de otros países, menos aún que el triunfo del candidato tenga una base fundamental en el apoyo dado por las mujeres.
Sin un verdadero movimiento, amplio, organizado, creador, activo y con ideas muy claras sobre la sociedad que se quiere (más allá de la generalidad de 舠justa, equitativa y con perspectiva de género舡); sin un proyecto societal propio, autónomo, que interactúe pero no se subsuma en los avatares de la real politik que el ejercicio del poder patriarcal impone, por muy 舠progre舡 que sea. Sin un proyecto para una construcción amplia de capacidades y conocimientos específicos de las mujeres que abran y diseñen soluciones imaginativas para los problemas concretos, toda transición dejará sabores pobres a las mujeres.
Sin duda, los movimientos feminista y amplio de mujeres de Brasil, son de los más fuertes de América Latina y han sufrido menos desmantelamiento que en otros países. Sin duda tienen una base organizativa y experimental importante para encarar los desafíos que se presentan, pero tampoco queda duda que su mayor desafío, más ante la diversidad de historias y experiencias que los constituyen, es que la elaboración de pensamientos y la realización de acciones se constituya en un salto cualitativo del quehacer político feminista en la sociedad toda, experiencia que será fundamental para todo nuestro continente
La esperanza ante el triunfo de Lula en las feministas es grande, pero llena de dudas. Por todo el país muchas mujeres discuten los diversos posibles enfoques, pero sabemos que el deseo de no debilitar lo ganado hace que esas discusiones se estén haciendo más en lo privado que de cara a lo público.
Por ejemplo, el tema del aborto, fundamental para las feministas de todo el mundo, solo aparece en el programa de gobierno del PT como un problema de salud pública en relación al aborto legal (violación y riesgo de vida de la madre). La despenalización fue desde siempre un tema difícil y polémico internamente al partido, debido a la participación en él de los grupos eclesiales de base de la Iglesia Católica. ¿Podrán las feministas con Lula abrir otras ideas y prácticas de la libertad de las mujeres, a pesar de la influencia que en él tiene la iglesia Católica o se negociará esto en función de otras prioridades?
Si analizamos las opiniones que diversas líderes feministas han estado publicando en diversos medios, veremos que el debate sobre el papel político del feminismo en este nuevo gobierno de promesa transformadora, no se diferencia mucho del que se da en otros países de este continente. Para unas 舠el desafío a ser enfrentado es el cambio de la lógica política y del funcionamiento de las mentalidades, ya que el Estado se articula en función de los intereses de la clase dominante舡; para otras, por el contrario, el triunfo de Lula significa 舠la refundación del Estado desde el punto de vista de los oprimidos舡 lo cual permitiría ahora 舠refundarlo desde las mujeres舡. Para algunas la prioridad es 舠colocar nuestras demandas y nuestra lucha política en el contexto de un nuevo proyecto舡, para otras es usar la fuerza ganada para 舠la construcción de otra dimensión económica y social del desarrollo舡.
La gran diferencia con otros países, es que el desafío abierto por el triunfo de Lula ha puesto sobre la mesa la urgencia ineludible del debate político en el feminismo. Las hermanas brasileñas han abierto una puerta, entremos todas las latinoamericanas por ella. Las mujeres necesitamos ese debate y sus radicales concresiones porque ya no podemos seguir dando tanto a cambio de tan poco. (redacción de Triple Jornada)


Las feministas brasileñas frente al gobierno Lula

Madalena Guilhon *

A pesar de reconocer que la situación de gran parte de las mujeres brasileñas (61,5 millones del total de la población) ha mejorado en mucho aspectos, aún existen datos negativos. Dos de ellos son el mercado laboral y la renta. Por un lado, el 53% de las mujeres son económicamente activas, apenas 17% estan en el mercado formal, 23% en mercado informal y 12% desempleadas. En el caso de la renta, ésta es casi un 30% menor que la de los hombres para las mismas tareas y las mujeres negras reciben alrededor de un 30% menos que las blancas.

El exceso de responsabilidades, principalmente en relación con la doble jornada, fue apuntada por muchas mujeres como el mayor obstáculo para su liberación. La mayor exposición a la violencia que los hombres también es otro dato negativo. Las estadísticas apuntan a que cada 15 segundos una brasileña sufre algun tipo de violencia. Se estima que un 70% de esos casos ocurre dentro de casa y el agresor es el marido, compañero o un hombre de intimidad de la familia de la víctima.

En el caso de la educación, el numero de mujeres con estudios medios ha aumentado mucho en la ultima década, pero aún existe un gran contingente de mujeres analfabetas (cerca de 8 millones). En el caso de las mujeres negras, la tasa de analfabetismo es 11,7% mayor que el de las mujeres blancas.
Y en la escala profesional, la gran mayoria de las empleadas domésticas es negra.*

Frente a esos datos, cabe preguntarse qué piensan las líderes feministas del gobierno Lula. La mayor parte de las reacciones son positivas y entusiasmadas: la casi totalidad de las feministas vienen del campo de la izquierda, algunas son militantes del PT o simpatizantes del partido, muchas participaron en la campaña electoral, la mayor parte votó por el futuro presidente. Algunas mujeres forman parte del equipo de gobierno para la transición. Entre ellas cabe destacar a Matilde Ribeiro, feminista, negra, del PT, asistente social con maestría en la Universidad Católica de São Paulo, profesora del Centro de Estudios de Relaciones de Trabajo, integrante del grupo que elaboró el programa de raza y etnia de Lula, ex-coordinadora de la Coordinadora de la Mujer de la ciudad de Santo André, en la periferia de São Paulo, de 1997 a 2001.

A pesar de ello, las opiniones acerca del gobierno Lula varian, tal como se puede observar en las declaraciones divulgadas, principalmente por internet:

El tema del aborto, fundamental para las feministas de todo el mundo, solo aparece en el programa de gobierno del PT como un problema de salud pública en relación al aborto legal (estupro y riesgo de vida de la madre). La despenalización fue desde siempre un tema dificil y polémico internamente al partido, debido a la participación de los grupos eclesiales de base de la Iglesia Católica.

Maria Betânia Ávila, socióloga feminista y coordinadora de la ONG, SOS Corpo, Gênero y Cidadania, de Recife, Pernambuco, en el nordeste, resume bien el espíritu del apoyo de gran parte de las feministas al gobierno Lula:
舠Nosotras tenemos que colocar nuestras demandas y nuestra lucha política en el contexto de un nuevo proyecto para el Brasil que, de hecho, se constituya en un camino de transformación social. Por eso, considero que la elección de Luis Inácio Lula da Silva se debe entender como un compromiso y una prioridad para las mujeres, comprometidas con la igualdad y la justicia social.
Tenemos que abrir mas espacio para las cuestiones de género y raza, en un gobierno que tendrá como metas trabajar para superar la imensa y violenta desigualdad social que desagrega la vida cotidiana de este país.舡

Según la médica Fátima Oliveira -de Belo Horizonte, Minas Gerais, próxima Secretaria Ejecutiva a asumir de la Red Nacional Feminista de Salud, Derechos Reproductivos y Sexuales-, el Manifiesto de las Feministas a Lula, (publicado por la Triple Jornada de noviembre), 舠revela la madurez del movimiento feminista, que se ve a sí mismo integrado en el proceso político del país y del mundo, reconociendo la necesidad de cambios profundos en la escena política nacional para que las mujeres puedan abrir camino a sus reivindicaciones. Las feministas decidieron apostar por el cambio.舡

Guacira Cesar de Oliveira, integrante de la ejecutiva de la AMB 舑 Articulación de Mujeres Brasileñas y directora de la ONG Cfemea 舑 Centro Feminista de Estudios y Asessoria de Brasilia, D.F., considera que 舠el momento actual es de gran apoyo al presidente electo y no cree que esa 舖energía舗 presente en la expresiva votación de Lula, sea apenas para esa fase.
Por otro lado, considera también que de ahora en delante será vital para el futuro presidente mantener la sociedad informada, explicando sus programas y exponiendo con claridad sus ideas, para que esa actitud pueda favorecer todos los sectores sociales, incluso los más conservadores, que estén articulados en torno a las aciones del gobierno.舡

Para la escritora feminista, Rose Marie Muraro, 舠Lula vino a refundar el Estado desde punto de vista de los oprimidos y nosotras las mujeres tenemos que re-fundarlo desde el punto de vista de las oprimidas.舡 Su expectativa es que los movimientos de mujeres consigan influenciar en la formación del equipo que va governar, 舠incluyendo la palabra de las mujeres en las acciones del gobierno. Es importante que Lula coloque feministas en su gobierno y dé énfasis a las políticas que beneficien mujeres y población negra.舡

En la vision de Eleonora Menicucci, profesora de la UNIFES 舑 Universidad Federal de Estudios de Salud, e integrante de la Red Feminista de Salud, 舠el principal desafío de Lula será realizar una inversión en las políticas públicas: priorizar las áreas sociales y des-economizar las políticas públicas, el discurso presidencial y el gobierno como un todo.舡 Entre sus expectativas, está que los movimientos de mujeres consigan colocar en el gobierno una mujer que represente nuestras reivindicaciones y también que Lula otorgue status de ministerio a la Secretaria de la Mujer (recién creada por Fernando Enrique Cardoso) incorporando las cuestiones de las mujeres en las políticas de salud, educación, etc.

Hildézia Medeiros, de la Red de Educación Popular entre mujeres de América latina y Caribe, considera que 舠en Brasil, como en muchos otros países, las personas más pobres son las mujeres y acá las más pobres son las mujeres negras. De esta forma, el desafio del equipo de transición del gobierno Lula será conseguir observar las políticas públicas desde una perspectiva de género y raza.舡

Sueli Carneiro, investigadora del Centro Nacional de Investigaciones y directora de la ONG Geledés 舑 Instituto de la Mujer Negra, de São Paulo, en un artículo publicado el 8/11/2002 en el periódico Correio Braziliense, de la capital Brasilia, habla sobre las esperanzas de los movimientos feminista y negro: 舠La sociedad civil está alertando sobre la importancia de la integración de la dimension económica y la social del desarrollo. Ella espera, así mismo, el reconocimiento de un conjunto de nuevos actores políticos que, aunque sin tener la fuerza de capital y de trabajo, han redefinido sustancialmente los conceptos de democracia y justicia social. Y sobre todo espera que, las frustraciones que una conyuntura adversa pueda imponer, no recaigan sobre los grupos historicamente penalizados. Las mujeres y los negros, en particular, confían en la sustentabilidad de género y raza en las políticas públicas y en la pluralidad de representación en el nuevo gobierno.舡

Ana Alice Alcantara, coordinadora del Núcleo de Estudios de la Mujer de la Universidad Federal de Bahia, y miembro de la ONG Agende, afirma que, como feminista, considera que 舠el primer desafio a ser enfrentado es el cambio de la lógica política y del funcionamiento de las mentalidades, ya que el Estado se articula en función de los intereses de la clase dominante. Será necesario cambiar la lógica de la corrupción, de la utilización privada de los recursos públicos. Creo que si no se dan cambios para superar la lógica patriarcal, paternalista y clientelista, no será posible atender las expectativas. La creación de una red de vigilancia para denunciar, cabe al movimiento de mujeres.舡

Y finalmente, Maria Ednalva Bezerra, coordinadora de la Comisión Nacional sobre la Mujer Trabajadora de la CUT - Central Única de los Trabajadores, reflexiona sobre sus expectativas acerca del nuevo gobierno:
舠Mi expectativa en este momento es que tanto en la composición del equipo de transición como en la constitución del gobierno, la participación de las mujeres sea considerada en los varios escalones, lo que no sucedió en actual gobierno. Además de la representación política de las mujeres, espero que en el gobierno Lula, los indicadores de género sean considerados en la ampliación de las políticas públicas, principalmente en al área laboral.舡

A pesar de ello, las opiniones acerca del gobierno Lula varian, tal como se puede observar en las declaraciones divulgadas, principalmente por internet. El tema del aborto, fundamental para las feministas de todo el mundo, solo aparece en el programa de gobierno del PT como un problema de salud pública en relación al aborto legal (estupro y riesgo de vida de la madre). La despenalización fue desde siempre un tema dificil y polémico internamente al partido, debido a la participación de los grupos eclesiales de base de la Iglesia Católica.


* Periodista y coordinadora de comunicación de la ONG Cemina, de Río de Janeiro
Traducción: Yolanda Polo

Fuentes:
Boletines on line 舠Articulando舡de AMB de octubre y noviembre 2002.
* Datos de la investigación de la Fundación Perseo Abramo de octubre 2001, com 2.502 mujeres de 187 municipios de 24 Estados del país.

 

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