El sector salud redujo 14% el costo de sus adquisiciones con este sistema

Compranet terminó con el negocio de funcionarios públicos, dice Jaso

Este año 20% de las licitaciones se hizo vía Internet, en 2003 se espera llegar a 40%

PATRICIA MUÑOZ RIOS

Las oficinas de compras del gobierno federal y de paraestatales como Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad (CFE) manejan más de 20 mil millones de dólares cada año, sin embargo, estas operaciones dejarán de ser el gran negocio de funcionarios públicos, pues se eliminará la asignación "por encargo" de los contratos y se reducirán en forma importante los sobreprecios que se pagan en bienes y servicios, mismos que han enriquecido a empleados y empresarios en otros sexenios, sostuvo Carlos Jaso García, director de Compranet y Tramitanet, programas de la Secretaría de la Contraloría (Secodam).

Un estudio reciente sobre las repercusiones de la puesta en marcha de este esquema de compras del gobierno federal vía Internet muestra que en las licitaciones de todo el sector salud ya se redujo en 14 por ciento el costo de las adquisiciones de medicamentos y material médico, lo que significa un ahorro sustancial de recursos federales que se desviaban o simplemente "se gastaban de más ", explicó el funcionario en entrevista.

Carlos Jaso hizo ver que el toallagate fue la mejor muestra de que el programa de compras gubernamentales ya se abrió, que ahora no hay adquisiciones "escondidas" y que si se quiere realizar alguna operación que esté fuera de los parámetros, inmediatamente es detectada.

El caso que puso en la prensa nacional la compra de toallas y mobiliario de la Presidencia de la República, desde el punto de vista del funcionario no fue un mal arranque del Compranet, pues la intención de este gobierno es hacer transparentes las compras del sector público y, de no haberse hecho esto, "jamás nos hubiéramos podido enterar de lo que se compra", expuso.

El total de adquisiciones públicas anuales -estimó- es de 20 mil millones de dólares y 80 por ciento se hace por medio de licitación pública. Sin embargo, los grandes compradores como Pemex ya prácticamente licitan todas sus compras por vía electrónica, lo que significa que se apretaron las válvulas de la corrupción, porque las bases de licitación se conocen por Internet, se pueden adquirir por esa vía y todos los proveedores conocen en forma transparente quién y por qué gana un contrato. Es sumamente difícil que se pueda otorgar sin concurso y por corrupción, indicó. De la CFE, practicamente 80 por ciento de las licitaciones son ya por vía electrónica y se prevé que pronto alcanzará el 100 por ciento, apuntó Jaso García.

En el sector salud, que ya entró en este esquema -compras del IMSS, el ISSSTE y la Secretaría de Salud-, ya se terminó con prácticas como que las licitaciones se declaraban desiertas o se presentaba un solo proveedor, además se pudo comprar todo en la primera licitación y los costos de las compras se redujeron 14 por ciento.

El gobierno federal tiene unas 3 mil unidades compradoras, de las cuales más de la mitad están fuera de la ciudad de México. En ellas se han logrado avances sustanciales, por ejemplo, antes las bases de licitación de adquirían directamente en las dependencias, ahora casi la totalidad del trámite se puede realizar por la vía electrónica. De las 25 mil licitaciones que se efectúan cada año, antes se tenía un promedio de cuatro participantes y ahora es de 10, por lo que hay mejores condiciones de los contratos para el gobierno. Los estados se han incorporado al Compranet y hay cerca de 18 mil consultas diarias.

Según sus datos, en 2001 se tuvo un promedio de 4 por ciento de licitaciones vía electrónica, en 2002 se espera lograr un porcentaje cercano a 20 por ciento y se prevé que para 2003 la cifra sea de 40 por ciento.

Jaso García hizo énfasis en que con este tipo de esquema se está terminando con la discrecionalidad y las componendas en la contratación de suministro de bienes y servicios, ya que cada vez es más difícil que unas bases de licitación estén dirigidas a un sólo proveedor y que éste tenga contacto con las áreas de compra, lo que, dijo, deja nulos resquicios para realizar actos de corrupción.