Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 24 de noviembre de 2002
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Espectáculos
Regreso a España satisfecho de los cómplices que logré hacer, dice

Sabina donará lo recaudado en sus conciertos en Chiapas a sus compas del Ejército Zapatista

JUAN BALBOA CORRESPONSAL

San Cristobal de Las Casas, Chis., 23 de noviembre. "No me llevaré un solo peso de Chiapas", aseguró el cantautor Joaquín Sabina pocas horas antes de regresar a Madrid, España, y confirmó que todos sus honorarios de los tres conciertos (Tapachula, Tuxtla y San Cristóbal) los entregará a las comunidades indígenas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Satisfecho por haber ganado muchos "cómplices" en Chiapas; haciendo gala de humor al recordar sus peripecias en las carreteras del estado -no se le olvida la madrugada que viajó por el cerro de la Sepultura, frontera entre la costa y los valles centrales chiapanecos-, y emocionado por el caluroso público que asistió al concierto del viernes por la noche en San Cristóbal de las Casas, Sabina adelantó a La Jornada que en los próximos días habrá de depositar el dinero para apoyar a comunidades indígenas zapatistas.

"Todo será para los compas del EZLN. Nunca me imaginé venir a cantar contratado a Chiapas, Siempre soñé venir invitado por los zapatistas, cantarles a los compas, por eso ahora decidí que mis honorarios serán para ellos", reafirmó horas después de haber terminado el último de los tres conciertos, "el mejor de la gira", por tierras chiapanecas.

Por la costa, el valle y la sierra

Durante ocho días, Joaquín Sabina, poeta de lo cotidiano, de las causas perdidas y del desamor, recorrió por tierra unos 700 kilómetros de costa, valle y sierra de Chiapas. Su recorrido se inició en Tapachula, el lunes pasado, donde dio el primero de tres conciertos que el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas (Coneculta) y los ayuntamientos habían programado.

En Tapachula el subcomandante Marcos se quitó el pasamontañas ante Sabina y el rostro que apareció fue el de Pancho Varona, el hombre que puso música a la canción del líder zapatista Como un dolor de muelas, que se incluye en el más reciente disco de Sabina, Dímelo en la calle. Varona se llevó la primera noche en Chiapas.

Con un teatro lleno y un coro sorpresivo, Joaquín Sabina hizo un recorrido por su geografía musical durante las dos horas y media que duró el concierto en esta ciudad, considerada la más fronteriza del sureste mexicano.

Sabina no sólo le habló en la intimidad al público de Tapachula, al igual que al de Tuxtla y San Cristóbal, sino que haciendo gala de majestuosidad teatral transformó el escenario en una acogedora casa donde la intimidad de la sala y un caballito sacado de algún cuarto de niño lo acompañaron por las tres ciudades.

Fue la noche de Pancho Varona, el músico amigo de Sabina y ahora, dicen, también de Marcos, que de vez en vez recibió el halago del cantautor español y del público que se resistía a abandonar un teatro lleno.

En Tapachula, en Tuxtla y San Cristóbal, Sabina hizo un recorrido por su obra poética y musical, que inició en 1978 con la edición de su primer elepé llamado Inventario, pasando por canciones de su álbum Hotel dulce hotel o de su disco Mentiras piadosas para llegar a uno de sus mayores éxitos de ventas, Dímelo en la calle, disco que en dos meses vendió 200 mil copias.

En San Cristóbal de las Casas fue el último y más caluroso concierto del hombre nacido en un pequeño pueblo de España. Con un teatro a reventar y un coro formado por cientos de voces, Sabina interpretó Una canción para la Magdalena, en la que el cantautor llama a las prostitutas por su nombre más usado: la más señora de todas las putas/ la más puta de todas las señoras...

Como un dolor de muelas, letra del subcomandante Marcos y música de Pancho Varona, fue dedicada especialmente a las comunidades indígenas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

19 días y 500 noches provocó gritos y piropos para el cantautor español; Calle melancolía hizo que una joven burlara la seguridad y subiera a besar al poeta del desamor; La del pirata cojo, Medias negras, Princesa/Barbi superestar y Nos sobran los motivos fueron coreadas una y otra vez durante las tres horas del concierto-espectáculo (una pieza de teatro con parlamentos musicales) de Joaquín Sabina.

El cierre del último concierto en Chiapas no pudo ser menos espectacular. Mariachi, marimba y el grupo del propio Sabina se fundieron en una sola voz para cantar la más famosa dentro de su repertorio: Y nos dieron las diez, las once, las doce y la una...

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