Piden ferrocarrileros solución a 18 mil demandas
Homenaje a Valentín Campa en su tercer aniversario luctuoso
RENATO DAVALOS
La figura de Valentín Campa fue evocada ayer entre denuncias por la situación en que se encuentran los ferrocarriles por los que empeñó su vida. Los pillajes sindicales, los turbios manejos zedillistas que terminaron por entregar la empresa a varias compañías -de las que hoy es empleado- y el saqueo del fideicomiso liquidador, encontraron eco en el auditorio que lleva su nombre.
Tres años han transcurrido desde que murió el combativo líder. Ayer, en la sede nacional perredista, en el salón que lleva su nombre, se enumeraron los nuevos rumbos de la lucha ferrocarrilera que se finca en una esperanza para que el sector retorne algún día a la propiedad del Estado.
El fideicomiso liquidador, resumió Enrique López, trabajador ferrocarrilero, tiene que cumplir con la exigencia que la docena de organizaciones opositoras al liderazgo sindical charril ha planteado a la autoridad. Tiene que solucionar las 18 mil 869 demandas que hay contra Ferrocarriles, el pago de aumentos salariales de 10.8 en 1999, de 3.3 en 2000, y la entrega de 40 días de aguinaldo.
También, que el Congreso de la Unión presente un punto de acuerdo para que en el presupuesto se asignen los recursos para cubrir los pagos faltantes y las pensiones, y otro para restituir los 345 millones de pesos que fueron tomados del fideicomiso.
Norberto Vargas Díaz fue compañero de Campa y de Demetrio Vallejo. En un largo pasaje, evocó los tiempos de Campa cuando fue estibador, la lucha contra las tropas estadunidenses de Pershing, sus andanzas petroleras en Tampico, su mote de El bolchevique, la etapa en que Plutarco Elías Calles lo mandó fusilar o cuando se encubrió bajo el seudónimo de Esteban Franco para organizar huelgas en Puebla y Monterrey, sus expulsiones del Partido Comunista, la cárcel, la represión, las torturas, las mutaciones partidistas, las candidaturas y la diputación.
De la coyuntura ferrocarrilera, Norberto Vargas recordó que las acciones de Ernesto Zedillo contra la empresa y, en especial, los engaños a los trabajadores con el "retiro voluntario", merecen que el ex presidente sea llamado a cuentas por traición a la patria. Hoy, los 56 mil trabajadores retirados desconocen el convenio sobre jubilaciones que signó ese personaje del priísmo.
La carga local que transportaban los ferrocarriles desapareció y la privatización sólo favoreció a las grandes empresas, comentó Vargas. Claro, hoy podemos contabilizar jubilaciones de 41 mil pesos, que son dobles y que se cobran con impunidad. Pero también figuran los desfalcos en el fideicomiso o en la Sociedad Mutualista del Seguro. Hemos hecho denuncias a la Secretaría de la Contraloría, pero el argumento jurídico es que "sólo se puede proceder contra el contralor general", es decir, más impunidad en el gobierno del cambio, redondeó.
Juan José Calixto Rodríguez, también participante en la conmemoración del aniversario luctuoso, rememoró las huelgas de 1958 y 1959, para después referirse a los tiempos del pillaje sindical de Jorge Peralta y Lorenzo Duarte en los años setenta y ochenta. Benjamín Méndez, director de Ferrocarriles en los tiempos de las huelgas, dijo, avalaba la represión con despidos y muertes.
Entre las remembranzas vallejistas del oaxaqueño, arriero, campesino y dirigente, acusado de sabotaje y disolución social junto con Campa, como preámbulo de la cárcel, la imagen de ambos quedó desplegada durante la mañana, tarde y noche de ayer en el auditorio de la sede nacional del PRD.
