De Contrabando y traición a La reina del sur, rodeados de las obras de Siqueiros

Los Tigres del Norte plasmaron sus narcocorridos en el Polyfórum Siqueiros

ARTURO CRUZ BARCENAS

Los Tigres del Norte ofrecieron la noche del pasado martes un concierto histórico en el Polyfórum Cultural Siqueiros, que alberga obra del pintor considerado uno de los pilares del muralismo mexicano. En medio del simbolismo, de la visión plástica de David Alfaro, de su idea de la Creación, el conjunto norteño interpretó parte de lo mejor de su repertorio y puso énfasis en las piezas de su nuevo disco, titulado La reina el sur.

Más de 30 años de trabajo para llegar al espacio artístico de la colonia Nápoles. Los músicos llegaron en punto de las nueve de la noche. Su poder de convocatoria se reflejó en las decenas de medios de comunicación presentes. En el centro, un escenario circular de tres niveles. En el anillo de mayor diámetro, los hermanos Hernández caminaron para ofrecer una perspectiva única, para todos los presentes. Se escuchó El jefe de jefes, tema que los define, de la autoría de Teodoro Bello, compositor cuya inspiración los ha hecho famosos en México, Estados Unidos, Centroamérica y España.

Complacieron las solicitudes del público. Entre otras, Golpes en el corazón, sentimental y con un dejo de orgullo, de dignidad ante quien ejerce un poder, un amor jijo, desgastante. Contrabando y traición, la historia de Camelia la Texana y Emilio Varela, narcocorrido que sirvió a Arturo Pérez-Reverte para escribir su novela La reina del sur, que después Teodoro Bello hizo canción. La tumba falsa, que centra su anécdota en la imaginación de un padre por sus hijos, a quienes les dice que su madre ha muerto, pero quien en realidad los abandonó. Prisión de amor, que aborda la alegría de quien alcanza la felicidad, el amor de dos, de pareja. Hasta La puerta negra, cuyo eje es la imposibilidad de encerrar el amor, ni con tres candados, ni con barrotes. Si hay amor, éste es libre, por antonomasia, porque nada es superior a ese sentimiento, menos si los familiares se oponen.

Del acordeón de Jorge, el bajo de Hernán, la guitarra de Luis, el saxofón de Eduardo (estos hermanos de apellido Hernández), más la batería de Oscar Lara, comenzaron a oírse las notas del tema en boga: La reina del sur, en la que el personaje llamado Teresa Mendoza, traficante de drogas y, por tanto, émula de Camelia la Texana, habla así: "Nunca ambicioné nada. No inventé sus malditas reglas, pero al fin tuve que vivir con ellas". Otro ser de la mitología de Los Tigres, del mismo tema, es El Güero Dávila, quien se describe como irresponsable y valiente; le apodan El rey de la pista corta, quien opta por vivir cinco años como rey que 50 como buey. Santiago López Fisterra, segundo amor de Teresa Mendoza, es el clásico contrabandista. Una roca, "la piedra de León", le aguardará a mitad del mar... por haberle hecho sombra a muchos. Don Epifanio Vargas, un chaca veterano de la sierra que tiene ambiciones políticas después de haber intentado blanquear su pasado de narcotraficante. Y Manolo Céspedes, ex delegado del gobierno de Melilla, quien sabía que Teresa se arriesgaba.

Tal es la neomitología de Los Tigres, los cuales lucieron la vestimenta de la portada de su nuevo disco, de color azul, de apariencia elegante, impecable, proyectando la estética que ha sorprendido a cantantes de rock extranjeros. El recital de hora y media fue, en sí mismo, lo importante, por el sitio donde se realizó. Se grabó para ser transmitido en el programa de televisión Ritmo Son, en fecha próxima.

Los felinos siguen su trayectoria de logros, marcados por su defensa de los migrantes mexicanos, contra los abusos de la patrulla fronteriza, de la migra, de patrones que no pagan lo justo; describen en El artista la resistencia del pueblo ante las políticas económicas, frente a la crisis interminable. Siguen con sus narcocorridos, como una forma de ejercer su derecho a la libertad de expresión, expresó Jorge Hernández, voz y líder. Tal es el caso del tema El fin del mundo, compuesto por Teodoro Bello, donde en un fragmento escribe: "Félix Gallardo cayó allá por Guadalajara/ Rafa Quintero en Costa Rica/ y Don Neto en Vallarta/ por eso mucho platican que acabaron con la mafia./ Mientras que el gringo exporte amoniaco y acetona/ seguirán laboratorios procesando/ allá en Colombia/ en Perú y otros países que también tienen su historia".