Aplazan comicios presidenciales para el 27 de
abril; temor de que surja un gobierno autoritario
Acuerdan Duhalde y 22 gobernadores ceder a las exigencias
del FMI
Mueren otros dos niños por desnutrición
en la provincia de Misiones, informan autoridades
STELLA CALLONI CORRESPONSAL
Buenos Aires, 18 de noviembre. Las cifras sobre
la tragedia social argentina indican que cada cuatro segundos hay un nuevo
pobre en el país y que si el gobierno del presidente Eduardo Duhalde
cede a algunas de las más recientes exigencias del Fondo Monetario
Internacional (FMI), millones de argentinos quedarán sin techo,
sin tierra, sin trabajo, lo que podría desatar un estallido social
masivo cuando el país atraviesa su peor crisis.
"¿Es eso lo que quiere el FMI?", se pregunta este
lunes aquí un analista político, mientras que la socióloga
Alcira Argumedo menciona que esto parece avalar la tesis de quienes sotienen
que existe un plan para que el incendio argentino, si se da, se resuelva
con un gobierno autoritario. De esta manera, Argentina otra vez sería
el mascarón de proa de algún nuevo "modelo" que se está
planeando para América Latina.
La trágica situación de las provincias,
especialmente las del norte, ahí precisamente se encuentra Tucumán,
donde se tomaron las fotografías que esta semana revelaron la tragedia
de la desnutrición infantil, se agrava cuando ya son 10 los niños
muertos por desnutrición en los últimos días, entre
ellos dos pequeños de la nordestina Misiones, según confirmaron
hoy las autoridades que incluso precisaron que 166 niños perdieron
la vida por hambre u otras enfermedades relacionadas con la desnutrición
en Misiones en los últimos tres años.
Las imágenes del gran naufragio argentino en los
rostros y cuerpos raquíticos de los niños, que no sólo
mueren en lugares lejanos del país sino también en la periferia
de la capital en otro tiempo llamada Reina del Plata, dan la vuelta
al mundo mientras la lucha política en las superestructuras parece
cada vez más distante de la realidad local.
El presidente Duhalde y los 26 gobernadores, con excepción
de los de cuatro provincias, firmaron este día un acuerdo que, además
de postergar los comicios presidenciales previstos para el 30 de marzo
hasta el 27 de abril, apoya exigencias del FMI, entre ellas ejecutar las
deudas hipotecarias y las reglas de pago de deudores morosos (en un país
donde sus habitantes fueron confiscados de todas sus cuentas con el corralito),
como exigen los bancos.
La
indignación de los diversos sectores sociales movilizados en estas
horas contra las exigencias del FMI aumenta, cuando ese organismo es responsable
de mucho de lo sucedido en el país, ya que sus consejos fueron ejecutados
durante la última década.
En tanto, este día se instaló una fuerte
polémica después que un periodista del diario estadunidense
The Washington Post, Anthony Faiola, denunció que un contenedor
con ayuda y alimentos donado por estadunidenses había sido retenido
por la Aduana, cuando justamente se divulgan las imágenes de los
niños desnutridos en Tucumán.
El titular de Aduana, Mario das Neves se enfrentó
con el periodista públicamente recordándole que ese organismo
sólo puede entregar los envíos después de un control
de los mismos y cuando sea solicitado por el destinatario. Das Neves hizo
abrir los contenedores ante la prensa y allí había medicamentos
vencidos en julio pasado, ropa vieja, camillas manchadas de sangre y hasta
ollas sucias y alimentos caducados en julio de 2002.
Hace unos días, el gobierno argentino debió
devolver desde el puerto un cargamento de toneladas de trigo estadunidense
donado al país, pero que estaba contaminado con excremento de ratas.
El titular de Aduana recordó al periodista del Washington Post
que también el gobierno de Estados Unidos es responsable de la situación
social aquí, en un duro enfrentamiento ante cámaras de televisión.
"Nosotros no podemos dejar pasar cualquier cosa, no podemos dejar pasar
basura para nuestra gente. Tenemos dignidad", dijo.
La polémica se dio cuando el tema de la desnutrición
se instaló en el país, así como el de las negociaciones
con el FMI, cuyas exigencias afectarían a las más de cien
fábricas y empresas recuperadas por los trabajadores, después
de ser abandonadas y hasta desmanteladas por sus dueños. Abandonadas
por los propietarios, trabajadores de esa empresas, hombres y mujeres,
se unieron para mantenerlas abiertas y conservar su fuente de trabajo con
la solidaridad de vecinos, en un país que en poco más de
10 años pasó de un desempleo de 7 por ciento a 21.5, según
cifras oficiales que otros organismos consideran aún bajas.
La historia de las fábricas recuperadas ha trascendido
y hasta algunos gobiernos provinciales decidieron adoptar el modelo para
reactivar empresas cerradas por la crisis. Mañana los trabajadores
de esas fábricas acudirán al Congreso para que se impida
que el FMI termine con las escasas fuentes de trabajo que se han reactivado.
En los últimos meses la cifra de pobres se elevó a más
de 18 millones 500 mil (53 por ciento de la población), aunque se
evalúa que esa cifra de hace tres meses puede haber aumentado hasta
sumar los 20 millones de pobres, mientras ya hay 10 millones de indigentes.
Las regiones más afectadas comprenden las provincias
de Corrientes, Formosa, Misiones y Chaco, en el noreste del país,
donde siete de cada diez habitantes están bajo la línea de
la pobreza, y también Entre Ríos. Formosa tiene una de las
tasas más altas de mortalidad infantil. En esa provincia limítrofe
con Paraguay, 78.3 por ciento de la población es pobre y la indigencia
suma el 69.9 por ciento.
El desempleo y el subempleo han sumido las provincias
en una situación de escandalosa miseria, haciendo retroceder el
país a más de 50 años atrás, después
que durante una década los organismos financieros vendieran publicitariamente
a Argentina como "modelo". Ya en 1993, cuando una epidemia de cólera
se abatió sobre el país los índices mostraban la verdadera
cara, con casi la mitad de la población de la mayoría de
las provincias en la pobreza.
Indices de pobreza
En la región del noroeste, que abarca a Salta,
Tucumán, Catamarca, Jujuy, La Rioja y Santiago del Estero, 63.5
por ciento de la población es pobre y más del 30 por ciento
vive en la indigencia. La desocupación y la subocupación
suman entre 30 y 60 por ciento. Incluso la pobreza se extiende por las
zonas más ricas, como la Pampa, donde 52.7 por ciento de los habitantes
es pobre y 25 por ciento está en la indigencia, aunque estas cifras
ya habrían sido superadas. En la zonas del Gran Buenos Aires, alrededor
de la capital, la pobreza castiga a la mitad de los hogares, y en los municipios
más pobres afecta a 60.9 por ciento.
En La Rioja, donde el ex presidente Carlos Menem suele
hacer sus actos de campaña por ser su tierra natal, hay 61.5 por
ciento de pobres y casi 26 por ciento en la indigencia. En Entre Ríos,
una de las provincias más ricas del país, la ciudad de Concordia
ostenta el primer lugar en el índice de indigencia. De sus 150 mil
habitantes, 71.7 por ciento vive bajo la línea de la pobreza y 45.9
pr ciento es indigente. Estas cifras muestran la tragedia nacional que
se prolonga y agrava desde hace tiempo, pero especialmente disparada por
el cierre de miles de industrias, los despidos masivos de las privatizaciones
y la escandalosa corrupción de la última década. Ahora
el FMI va por más "y lo que quiere es territorio y vidas", rezaba
esta tarde una enorme pancarta en una protesta frente a un hospital.