ASTILLERO
Julio Hernández López
Gobierno blindado
No entiende que la causa de sus males es él mismo
Da clases de periodismo y hostiga a reporteros
¿Las mujeres o mi mujer?
SANTOS BLINDAJES, BATMAN: los agropecuarios con
los que el gobierno federal pretende conjurar el enojo social venidero,
pero sobre todo, los presidenciales contra la crítica. Anuncios
millonarios en favor del campo como pretexto discursivo para defender el
más reciente de sus viajes internacionales, exitoso no sólo
por los resultados objetivos que Vicente Fox dice haber alcanzado -promesas
de inversión, entre otros-, sino también por oportunidades
de descanso de varios de sus funcionarios que, aprovechando el boleto aéreo
oficial y los viáticos del caso, decidieron tomarse un fin de semana
parisino mientras su superior se la rifaba sin coordinador de prensa
ni canciller en una reunión iberoamericana.
RESPETO PRESIDENCIAL, eso sí, y "mucho,
a quienes tienen otra óptica" de los maravillosos resultados habidos
en la maravillosa etapa europea del más reciente de los maravillosos
viajes. Pero lo cierto es que el jefe del Estado mexicano y su círculo
cercano de trabajo están muy molestos porque los periodistas no
acertaron a valorar los grandes logros de la semana recién pasada.
El canciller Castañeda, por ejemplo, dijo ayer en un noticiario
radiofónico que parecieran haberse dado dos giras "totalmente distintas":
una, la que a juicio de los altos funcionarios habría sido "la real",
y otra, la que dejaron ver los medios de comunicación (particularmente
los impresos, pues los electrónicos habrían estado más
cerca de esa "realidad" oficial).
ANTE ESA DISOCIACION, el hombre que enterró
la doctrina Estrada pretende instaurar la doctrina Castañeda para
efectos periodísticos: los enviados a cubrir las giras presidenciales
por el extranjero, ha dicho el ya mítico Jorge G., deben aplicar
un criterio que esté en función del efecto que esos viajes
tienen en los países visitados. Es decir, los reporteros mexicanos
deberían entrevistar a los personajes de cada nación que
hubiese sido deslumbrada por el Presidente mexicano. Por ejemplo, "lo lógico
sería preguntarle a los legisladores franceses su opinión
sobre el discurso que pronunció el presidente Fox en la Asamblea
Nacional francesa, para repetirla aquí", dijo el doctor en periodismo
que despacha en Tlatelolco.
NO PROVIENEN SOLO de Relaciones Exteriores los
disparates en relación con los medios de comunicación. Allí
está la Procuraduría General de la República tratando
de que reporteros como los de La Jornada la hagan de soplones y
ayuden a indagar lo que esas autoridades chambonas no han podido resolver.
"De marzo a la fecha (señaló en su edición de ayer
el diario dirigido por la reportera Carmen Lira) han sido citados Enrique
Méndez, Gustavo Castillo, Rubén Villalpando, Andrea Becerril,
Ciro Pérez Silva y Roberto Garduño. Algunos han sido requeridos
en más de una ocasión." La inserción de esos respetables
periodistas en la sombría maquinaria de la procuración federal
de justicia no se debe a acusación alguna por presuntos defectos
o agravios cometidos en su diario ejercicio profesional. Más bien,
se trata de cobrarles el buen ejercicio de su misión: ya que han
informado con precisión y profundidad de casos como los de Raúl
Salinas de Gortari y del llamado Pemexgate, los agentes del Ministerio
Público Federal desean conocer las fuentes de sus buenas investigaciones,
sin respeto alguno para la obligación de los periodistas de preservar
en secreto esos datos confidenciales.
SUFRE, MIENTRAS TANTO, el coordinador oficial de
los menesteres mediáticos de Los Pinos, el duranguense Rodolfo Elizondo,
cuya experiencia política y buen sentido del humor no le han servido
de gran cosa para evitar desgastes y, como en el caso de las traducciones
arrepentidas, injustas exhibiciones negativas en público. A Elizondo
se le hizo cargar con el costo inmediato de la lamentable reversa presidencial
del arrepentimiento por las promesas exageradas de campaña, justamente
cuando el citado vocero comentaba con los periodistas mexicanos que ese
rasgo de honestidad del Presidente era especialmente valioso. No faltan
en este momento quienes creen que Elizondo está pagando demasiado
en el infierno de la vocería sólo por alcanzar la candidatura
a gobernador de Durango; y desde luego hay versiones de que estaría
especialmente cansado, harto, de tantos desatinos.
COMO PUEDE VERSE, aparte de lo relacionado con
los asuntos del campo -en el que El Barzón, en voz de Alfonso Ramírez
Cuellar, prevé una verdadera revuelta imparable a partir del 1º
de enero próximo, cuando se abra el mercado mexicano a los productos
estadunidenses-, bien valdría que el gobierno federal mexicano aprovechara
la moda de los blindajes y se aplicara uno, que tapara los conductos verbales
por donde diariamente se producen tantas fallas.
ASTILLAS:GRAN REVUELO ha causado el Presidente
de la República al decirle a la periodista Adela Micha que le gustaría
que en 2006 quedara en su lugar una mujer. Ya de entrada mueve a escándalo
escuchar a alguien hablando de sucesiones cuando ni siquiera ha consumido
una tercera parte del periodo para el que fue electo: no es apego a ortodoxias
lo que hace pensar que un político se debilita cuando él
mismo agita el futurismo, que en dado caso debería llegar cuando
se acercara el final de su encargo. Por otra parte, ha generado efervescencia
el considerarse que la predilección política genérica
por las mujeres sea en realidad una forma de hablar de su mujer específica.
El prematuro destape conyugal no haría sino confirmar que los dineros
públicos están siendo utilizados en la promoción de
la figura de la esposa del Presidente con fines neta y crudamente electorales
y políticos. La señora Marta, en esa coyuntura de destape
adelantado, ha salido al paso a sus críticos desde República
Dominicana, donde se reunió con esposas de presidentes y jefes de
Estado iberoamericanos. Según las azucaradas tesis de la señora
de Fox, sería un desperdicio, casi un crimen, desechar los ímpetus
de servicio a la comunidad que las esposas de los presidentes tuvieran,
y aun cuando no cuentan con un marco legal que legitime sus actividades,
ellas pueden valerse del apoyo de sus esposos para hacer el bien por doquier.
En el caso específico de la señora Marta, esas interpretaciones
libres le permiten viajar por el mundo con un séquito que es pagado
por el erario, utilizar las instituciones públicas y sus recursos
para resolver problemas o peticiones planteados a la fundación particular
que con absoluto conflicto de intereses preside, y, por lo que se ve, preparar
su campaña presidencial para 2006.