CONSULTA SOBRE PRIORIDADES NACIONALES
La "tierra prometida" a la que se pensaba llegar
nunca ha sido alcanzada, señala
Nulo crecimiento y desempleo, legado del TLCAN, afirma
Héctor de la Cueva
Durante la apertura los salarios mexicanos han
perdido 25% de su poder adquisitivo
RENATO DAVALOS
La "tierra prometida" a la que se pensaba llegar con el
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) nunca se
alcanzó. En nueve años de vigencia, la herencia es un crecimiento
económico del país de 0.94 por ciento y un déficit
de empleo que sumó al índice histórico a 40 por ciento
de la población que llegó a la edad laborable en el periodo,
afirmó Héctor de la Cueva, fundador de la Red Mexicana de
Acción frente al Libre Comercio.
El tratado comercial firmado por México con Estados
Unidos y Canadá todavía no deja sentir sus efectos definitivos,
pero el gobierno ya se alista a firmar el Acuerdo de Libre Comercio de
las Américas (ALCA), extensión continental de un modelo que
ahora se enfocará a apoderarse de lo que resta en la suma del proceso
privatizador: las áreas naturales de la región, en especial
el agua, recurso del futuro.
De
la Cueva es también miembro del comité ejecutivo de la Coalición
Pro Justicia en las Maquiladoras, grupo trinacional que integra asociaciones
de obreros mexicanos de la frontera y organizaciones sociales estadunidenses
y canadienses. En un recuento de lo que ha sido el TLCAN, recordó
que cuando fue firmado se prometieron mejores salarios y éstos,
al paso de nueve años, perdieron 25 por ciento de su capacidad adquisitiva.
Aunque se ampliaron márgenes de productividad,
añadió, la brecha salarial se ensanchó. Proporcionalmente
hay peores empleos que en 1994 y hay industrias, como la de autopartes,
que nunca se recuperaron. El 48 por ciento de los 6.2 millones de empleos
generados en el periodo -sin contar 40 por ciento de los jóvenes
en edad laborable que no encontraron trabajo- no cumplió con las
prestaciones de ley.
En los primeros siete años del TLCAN, la maquila
concentró 82 por ciento de las exportaciones y 51 por ciento de
la inversión, pero las características de estas fuentes de
trabajo fueron inseguridad, largas jornadas, contrataciones temporales
y presiones para impedir la sindicalización. Aumentaron las exportaciones,
pero de maquila, que utiliza 95 por ciento de insumos importados sin reparar
en las cadenas productivas nacionales.
Las trasnacionales tienen la libertad indiscriminada de
invertir sin regulación del Estado y acceder a la expropiación
indirecta, como en el caso del basurero de residuos tóxicos en Guadalcázar,
San Luis Potosí. El municipio se negó a instalarlo, la trasnacional
Metalclad ganó el juicio y hay que restituirle la "inversión
potencial", algo inaceptable, apuntó.
Coordinador del Centro de Investigación Laboral
y Asesoría Sindical (Cilas), De la Cueva respondió a las
críticas que señalan sólo una actitud contestataria
y sin propuesta a las manifestaciones contra la globalización. La
alternativa frente a este proceso, dijo, es la recomposición de
los movimientos sociales que poco a poco han hecho que el modelo actual
pierda legitimidad. Es una batalla que se va ganando con la articulación
en figuras como la Alianza Social Continental, contrapeso social del ALCA,
añadió.
Pero esos movimientos, siguió, no se quedan en
la fase de la protesta, como argumentan sus críticos. Hay un documento
alternativo para las Américas que va en su cuarta edición
y en el que se hacen propuestas muy concretas en materia de inversión,
servicios, campo, que analiza la asimetría económica, la
protección de los recursos nacionales y una complementariedad más
que una competencia salvaje con privilegio al mercado interno y no a la
exportación, señaló.
El ALCA, alertó, se negocia en secreto y se pretende
que esté concluido en 2003 y entre en vigor en 2004 y no en 2005,
como se había previsto. Tiene que cambiar la correlación
de fuerzas en los países latinoamericanos y "se está consiguiendo",
aseguró. Lo mismo en México, con la reflexión sobre
la venta del sector eléctrico, que en Bolivia, donde se detuvo la
privatización del agua, el triunfo de Luis Gutiérrez en Ecuador
o la llegada a la presidencia brasileña de Lula. En América
Latina avanza la izquierda y en Estados Unidos la derecha, afirmó.