JAZZ
Antonio Malacara
Eduardo Piastro. Todas las canciones que tú eres
ALL THE SONGS you are, el segundo disco solista de Eduardo Piastro, está lleno de puertas, y todas ellas conducen al asombro y a la belleza. A pesar de que uno sabe de la solvencia instrumental del maestro, tan cercana al virtuosismo, y ha disfrutado en repetidas ocasiones de su discurrir armónico, de la gradual coherencia entre sus texturas y su imaginación, este compacto no nos deja más alternativa que caer en la agradable sorpresa de sus resultados finales.
YA DESDE EL año pasado, este guitarrista nos había mostrado, en concierto, dos de los temas aquí incluidos, el que le da título al disco y El material del que están hechas las estrellas. A partir de entonces supimos que Piastro había variado el rumbo de sus composiciones, se había asentado, parecía ver con mayor claridad sus propias ideas; ya no se trataba de experimentar hasta el límite de las consecuencias, como en el caso de La Banda de Moebius (1999); ahora cada cosa, cada nota, encontraba el sitio idóneo para configurar (con la enorme dificultad que implica la sencillez) un buen disco de jazz.
Y PIASTRO SE descubrió, ante él y ante nosotros, como un compositor reposado y sereno que, al dosificar sus sonidos, alcanzaba mayor claridad en su discurso. Este nuevo compacto se confeccionó con menos recovecos y vueltas de tuerca, pero ganó enormemente en contenido. Su sonido se acerca más al espíritu del jazz tradicional, pero, evidentemente, está filtrado por la vena y los acordes de la modernidad del tercer milenio; incluyendo Like someone in love, standar de Jimmy van Heusen, legendario compositor en el que igual abrevaban Frank Sinatra o Glenn Miller, que Bud Shank o Dizzy Gillespie.
DE LAS NUEVE piezas que conforman esta obra, cinco son de Eduardo Piastro, todas ellas francas y directas, amables, resaltando tal vez un delicioso swing, el tan mentado All the songs you are (nada que ver con Jerome Kern), que está inspirado en Ana, la esposa del compositor, quien, según él mismo nos cuenta, se sabe y canta miles de canciones. Pero también están Piastro productions y Elle, ambas de Dave McMurdo, trombonista canadiense de excepción, maestro de Eduardo, quien aceptó, para fortuna de todos, formar parte del quinteto que se encargó de grabar el disco. Elle es una balada de inmejorable factura.
EL RESTO DEL grupo lo conforman Nicolás Santella al piano, Jorge Luri Molina en el bajo y el enorme Hernán Hecht en la batería. Ya en varias ocasiones hemos hablado de este baterista argentino avecindado en nuestro país, y de sus múltiples y mágicas intervenciones con infinidad de músicos mexicanos; tendremos sin embargo que agregar que aquí, con Eduardo Piastro, Hernán aparece como pieza clave y fundamental de la madurez y de todas las bondades alcanzadas en los surcos. Por supuesto, sin demeritar en ningún momento la presencia de Nicolás y Luri Molina. De este último necesitamos hablar con calma en otro espacio, pues a su corta edad es ya toda una institución en el jazz nacional.
TRES GENERACIONES (LA de McMurdo, la de Piatro y la de Hernán, Nico y Luri) lograron fundirse en un proyecto común y altamente disfrutable. Eduardo Piastro ratifica una vez más su gran capacidad artística y de convocatoria, y gracias al apoyo de Urtext, empresa con la que a partir de este disco ha firmado contrato de exclusividad, podremos contar con la tan ansiada continuidad discográfica que tanto necesita la música. Por lo pronto, el guitarrista ya está preparando un nuevo compacto para el año entrante. Salud
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