OBSERVATORI0 CIUDADANO DE LA EDUCACION
Comunicado No. 88
Educación y trabajo
Sólo la mitad de los centros de trabajo tiene
comisión mixta de capacitación y adiestramiento
LA MAYOR PARTE de las personas relacionadas con
la educación de manera profesional, empezando por los maestros,
reconocen claramente que la educación que imparte el sistema escolar
no agota las dimensión educativa. Hay otras dimensiones de la educación
que poseen gran influencia en la formación integral de los ciudadanos,
a pesar de que no tienen posibilidad de ser medidas, como se hace, por
ejemplo, con los resultados del aprendizaje escolar. En este comunicado
nos referiremos a una de esas dimensiones de la educación pública,
que se deriva de la formación que se imparte en otros organismos
del Estado, concentrados o desconcentrados, como la Secretaría del
Trabajo y Previsión Social (STPS), la Secretaría de Salud,
el Instituto Nacional de la Defensa del Consumidor o la Comisión
Nacional de Ahorro de Energía.
OBSERVATORIO CONSIDERA
que se ha dado un esfuerzo muy desigual a la búsqueda de transparencia
de las políticas públicas y los recursos asignados al sistema
escolar. Es necesario analizar también esas otras políticas
educativas y la manera como se están instrumentando -o dejando de
hacerlo- en favor o en detrimento de la educación de la población
mexicana.
TODOS LOS ORGANISMOS públicos tienen entre
sus responsabilidades legales impartir educación o capacitación
en lo que se refiere a su materia de trabajo. En este sexenio se creó
el Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo (Conevyt)
para fungir como enlace entre el sistema escolar y los organismos que cumplen
también funciones educativas. La función de coordinación
del Conevyt debiera dar lugar a la integración de un sistema de
educación permanente, atento a las dimensiones escolares y extraescolares
de la educación. Este consejo, que alentó expectativas importantes
para renovar el sistema de formación de adultos del país,
cuenta con un presupuesto muy reducido que emana de las escasas partidas
asignadas al Instituto Nacional de Educación de Adultos y a lo que
ha conseguido mediante donativos privados para la instalación de
las "plazas comunitarias". Asimismo las funciones del Conevyt no agotan
el potencial ni la responsabilidad educativa del sector público
en su conjunto.
EN FORMACION Y CAPACITACION en y para el trabajo,
más allá del entorno escolar, la principal responsabilidad
recae en la STPS como depositaria del ordenamiento, la vigilancia y la
promoción de la misma. La formación y capacitación
laboral ha sido reconocida, desde hace más de tres décadas,
como un derecho de todo trabajador. La ley marca como obligación
de los patrones proporcionar capacitación y adiestramiento a sus
trabajadores (LFT, artículo 132, fracc. XV).
DESDE EL MOMENTO en que se hizo obligatorio satisfacer
el derecho a la capacitación en 1973, la STPS ha instrumentado diversas
instancias para cumplir la función de promoción de la capacitación
entre los empresarios. Dispone de una subsecretaría de educación
y capacitación y empleo que mediante la labor de diferentes direcciones
generales lleva el control y registro de las comisiones mixtas de capacitación,
los cursos que se imparten en las empresas, los organismos y agencias públicos
o privados que están facultados para apoyar a las empresas en el
cumplimiento de esta obligación, tal como señala la ley.
DESDE FINES DE LOS 60, la STPS creó un organismo
descentralizado de promoción, el Programa de Calidad Integral y
Modernización -el cual ha cambiado varias veces el significado de
su siglas hasta llegar al actual CIMO--, que apoya estrategias de desarrollo
de personal y capacitación, absorbiendo hasta 70 por ciento del
costo de la misma, como parte de una visión integral de mejoramiento
de la calidad de las micro, pequeñas y medianas empresas. En la
década pasada la STPS pudo participar en la administración
del Programa de Becas de Capacitación (Probecat) que concede becas
de un salario mínimo a desempleados durante seis meses para que
alcancen una capacitación, sea dentro de los organismos escolares
o dentro de las propias empresas, que aprovechan esa beca como salario
o parte de él, durante el periodo mencionado. El público
en general tiene poco conocimiento de esas instancias de capacitación,
cuál es el monto de los recursos de que dispone, qué tan
eficiente ha sido su administración, cuándo se han evaluado
esos esfuerzos y qué resultados han arrojado tales evaluaciones.
LAS ESTADISTICAS nos informan que sólo 50
por ciento de los centros de trabajo tiene constituida su comisión
mixta de capacitación y adiestramiento. Las empresas más
modernas del país reconocen la importancia de la capacitación
y le conceden una parte importante de su presupuesto y aun mayor atención
que la convenida con los trabajadores, sin embargo, la mayoría de
los centros de trabajo simplemente no capacitan.
LA ENCUESTA NACIONAL de Educación, Capacitación
y Empleo de 1999 señala que del total de la población de
12 años y más que constituye la población económicamente
activa y que había trabajado en esa fecha, apenas 20 por ciento
había tomado algún curso de capacitación. Diversas
investigaciones concluyen de manera coincidente en que quienes se benefician
de la capacitación impartida son los mandos medios y superiores
de las empresas y quienes tienen mayor escolaridad. En algunos sectores
la capacitación está más arraigada que en otros, y
prácticamente no existe en una buena parte. Es cierto que la formación
en el trabajo admite muchísimas formas y modalidades no necesariamente
sujetas a "cursos de capacitación", pero la cifra mencionada da
idea de la magnitud del espacio de desatención a una necesidad pública
cada vez más reconocida y que se ha remitido "a los patrones" para
su atención.
LA OBLIGACION LEGAL de capacitar está siendo
ahora revisada como parte del poco conocido proyecto de reforma de la LFT.
Es fundamental que la propuesta de formación y capacitación
en el trabajo se someta a la consideración de expertos en el trabajo
y en materia legal. Los especialistas identifican la nueva concepción
de la capacitación estrechamente imbricada con una nueva gestión
y promoción de los recursos humanos, base de la economía
del conocimiento e innovadora de prácticas pedagógicas sumamente
interesantes y trascendentes como los círculos de calidad y las
comunidades de práctica. Pero además aparecen las redes regionales
y sectoriales de creación y transferencia de conocimiento productivo
y la posibilidad de articular mayormente diversos esfuerzos públicos
y privados en la materia que deberán ser previstos en la ley.
LA SECRETARIA DEL TRABAJO ha recibido recientemente
la administración exclusiva del Consejo de Certificación
de Normas Laborales (Conocer), organismo que había sido coordinado
conjuntamente por la STPS y la Secretaría de Educación Pública
(SEP) con la idea de lograr de manera ampliamente participativa la definición
de normas estandarizadas de competencia laboral de validez internacional,
que serían el referente modelo de las políticas de modernización
tanto de las escuelas técnicas y profesionales como de la capacitación
en las empresas. Las competencias permitirían la posibilidad de
certificar los conocimientos de los trabajadores, adquiridos por la vía
de la práctica laboral, como su capital laboral más importante.
El organismo, sin más sustrato legal que un fideicomiso con el Banco
Mundial, requiere una evaluación y rendimiento de cuentas, no sólo
del dinero que manejó sino de la eficacia, la validez y la pertinencia
del trabajo desarrollado durante tantos años. Sorprende también
que se elimine a la SEP de su participación en la coordinación
del organismo, que ciertamente había sido uno de los logros de la
ya tan necesaria integración de ambas secretarías en materia
de formación en y para el trabajo y que había dado origen
al ambicioso Programa de Modernización de la Educación Técnica
y la Capacitación.
EN MOMENTOS EN que en todos los países lo
que se busca es la participación e integración del mayor
número de actores: empresariales y escolares, públicos, privados
y del tercer sector, sorprende que en México se regrese a los viejos
feudos institucionales impuestos por las secretarías de Estado.
¿QUÉ ATENCION RECIBEN en materia
de formación para el trabajo los que están excluidos de éste,
así como del sistema escolar? Por lo visto sólo algunas instancias
de la SEP les prestan atención: los Centros de Capacitación
para el Trabajo y algunos programas puntuales de las instituciones del
sector tecnológico, como el programa de atención a zonas
marginadas del Conalep. El Probecat y el CIMO de la STPS también
tienen cierto alcance en estos medios, cuyo peso, presencia y eficiencia
sería importante conocer. Pero no sólo no se informa públicamente
de estas actividades, sino que tampoco existen investigaciones suficientes
sobre este tipo de programas.
UNA INVESTIGACION reciente sobre las oportunidades
de capacitación para el trabajo a las que tienen eventualmente acceso
los jóvenes mexicanos excluidos del sistema escolar a veces sin
concluir ni la primaria, y en condiciones de empleo sumamente precarias,
remite a la necesidad de conocer mejor las actividades que realiza el sistema
para el Desarrollo Integral de la Familia, al igual que las actividades
que efectúan este organismo y otros como el ISSSTE y el IMSS para
mejorar la "economía doméstica" de las familias mexicanas,
aspecto tan menospreciado por la educación escolarizada. Convendría
prestar atención desde la observación ciudadana a los objetivos,
los contenidos, las modalidades y los métodos educativos de estas
instancias no escolares y a los recursos públicos que se les destinan.
TODOS ESTOS ESPACIOS de la "otra" educación
pública, en este caso las orientadas a enfrentar un desafío
tan importante como la mejor preparación de los mexicanos para el
trabajo, deben quedar sujetos al rendimiento de cuentas.
¿QUIENES SOMOS?
Nuestros comunicados aparecen en el primer y el tercer
viernes de cada mes en este espacio periodístico; se pueden reproducir
en cualquier medio indicando su procedencia. Todos los ciudadanos están
cordialmente invitados a sumarse a nuestra iniciativa.
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