"Hay liderazgo del gobernador", asegura el líder del tricolor y nieto de Rojo Gómez
Con la oposición dividida, el PRI recuperaría terreno
CARLOS CAMACHO Y ALONSO URRUTIA CORRESPONSAL Y ENVIADO
Pachuca, Hgo., 8 de noviembre. Con la oposición inmersa en divisiones internas, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) parece cabalgar sin mucha dificultad para ganar la mayor parte de los municipios de esta entidad, definida por esos mismos opositores como tierra de cacicazgos políticos.
Joven, heredero de aquellas formas peculiares de hacer política y miembro de la familia real, el dirigente estatal del PRI, José Antonio Rojo, responde: "aquí hay liderazgo del gobernador... ya no hay cacicazgos regionales, ésos dejaron de existir hace buen tiempo. No todos fueron negativos, diría que la gran mayoría fueron positivos en su tiempo, hoy no se justifican pues estamos dentro de un partido que se ha modernizado en su forma de actuar y los cacicazgos se han transformado".
Nieto del fundador del grupo Huichapan, Jorge Rojo Gómez, el gran cacique político del estado, e hijo de Jorge Rojo Lugo, también gobernador en su tiempo, José Antonio Rojo administra hoy la política priísta. Ligado al ex gobernador Jesús Murillo Karam y cercano al gobernador Manuel Angel Núñez Soto, es cauteloso, pese a los vaticinios alentadores que le dan la encuestas; dice que el gran desafío del PRI es recuperar los dos principales municipios del estado: Pachuca y Tulancingo, hoy en manos panistas.
Perdidos en 1999, cuando por todo el país comenzaba a golpear la oleada foxista y en el estado el cantor Francisco Xavier Berganza encabezaba como candidato a gobernador el panismo al alza, hoy buscan recuperarlos.
Jorge Rojo Lugo fue hasta la década de los 70 el eje rector de la política en Hidalgo y, sin promoverlo directamente, pero con su aval, Jesús Murillo Karam es postulado por el PRI como candidato a la gubernatura en 1992, con el apoyo directo del extinto Luis Donaldo Colosio y contra la voluntad del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Ya en la gubernatura, Murillo Karam inicia el reacomodo del priísmo sin ruptura con los Rojo, aunque su hegemónico poder comienza un reacomodo -modernización, le llaman los priístas- y bajo su tutela surge el nuevo priísmo ya sin ligas directas con el grupo Huichapan, que incluye a los diputados federales Juan Manuel Sepúlveda Fayad, Omar Fayad, Eugenio Imaz, Jorge Romero y el propio gobernador Manuel Angel Núñez Soto.
Hoy, la política priísta la dominan ambos. La dupla Murillo-Núñez permite aglutinar todas las fuerzas en torno a un proyecto político, que si bien no tiene todas las expresiones de su lado, sí permite a Murillo, el heredero del cacicazgo de Rojo Lugo, hegemonizar el poder en Hidalgo.
Aunque él mismo lo niega, todo mundo sabe que los hilos de la política hidalguense los mueve Murillo Karam, con la anuencia de Núñez Soto. Quizá por eso el proceso interno de selección de candidatos a alcaldes esta vez no generó rupturas. Lejos de la accidentada selección de 1999, donde surgió Núñez Soto, y que derivó en la salida de José Guadarrama, uno de los más connotados alquimistas del priísmo hegemónico de antaño y hoy afín al perredismo, vía el Frente Democrático Hidalguense (FDH).
Hombre cercano a Murillo, el cachorro de la familia real, Rojo se dice optimista sin llegar al desbordamiento. Eso sí, augura como casi seguras las victorias en Pachuca y Tulancingo. Dos datos aporta para aventurar su pronóstico en la capital: hace tres años sólo perdieron por 16 votos y en febrero pasado el PRI ganó los dos distritos de Pachuca por amplio margen.
Las cifras de entonces dan cuenta del repunte del PRI: fue el único partido que porcentualmente elevó su presencia, de 49 por ciento en 1999 a 53 por ciento en febrero, esencialmente a costa del PAN, que desplomó su votación en más de 50 por ciento.
-ƑCómo ve a la oposición?
-Es la primera vez que el PAN tiene fracturas graves, como es el caso de Tulancingo, Tepeji y Pachuca. Hubo un mal gobierno y no se dio el cambio prometido.
-ƑEn el caso del PRD?
-Tuvo el colapso más importante en el momento del registro de sus fórmulas. Eso y la presencia del FDH le ha costado muchos votos y la unidad interna. Es una lástima, porque estoy convencido de que no le conviene al estado un bipartidismo.
Y a la pregunta sobre las acusaciones del perredismo contra la injerencia del gobierno estatal en la anulación de 23 candidaturas, simplemente Rojo las desdeña: "Ni modo que el gobierno les haya retenido los expedientes". Da el ejemplo de Tulancingo, donde el candidato no presentó acta de nacimiento Ƒeso también es culpa del gobierno?"
Poco crítico al desempeño de Núñez Soto, el dirigente priísta sólo admite una lacerante pobreza en el estado que urge revertir, sobre todo en zonas indígenas.
-Bajo este panorama, "Ƒprevé al menos algunos municipios competidos?
-No hay elección fácil, no van a reditarse aquellos tiempos donde el PRI tenía votaciones abrumadoras, habrá muchos municipios donde habrá una disputa intensa con la oposición, pero entre ellos no estarán ni Pachuca ni Tulancingo.
Y es que en Pachuca, el gobernador apadrinó como su candidato a su secretario particular, Alberto Meléndez.