LETRA S
Noviembre 7 de 2002

Una vez sí basta

Antonio Medina

Arturo tiene 23 años y estudia el sexto semestre de ingeniería en una universidad privada. Se enteró de que es positivo al VIH luego de haber donado sangre durante una campaña que se realizó en el campus de su universidad. Un par de meses después fue llamado por el personal médico de la universidad e informado de su estado serológico. A pesar de haber contado con el apoyo de las autoridades universitarias, Arturo tardó más de dos años en digerir su nueva situación.

"Cuando me enteré me asusté mucho. En mi mente no cabía la idea de que pudiera estar infectado. Se me hacía algo muy lejano a mi realidad y la de quienes me rodean. A mis 21 años mi vida sexual se reducía a unas cuantas experiencias. La primera y la segunda fueron a los 18 años con trabajadoras sexuales de Sullivan, con las que use condón, no tanto porque yo quisiera, sino porque ellas mismas me lo exigieron. Una de ellas fue muy buena onda porque me convenció de usarlo poniéndomelo con la boca.

"Posteriormente tuve un par de experiencias con mi ex novia, que era 'virgen' y con la que siempre utilicé condón, hasta en los fajes. Después lo hice con Araceli, una chava que conocí en un campamento que se organizó en un club vacacional cuando salí de la prepa.

"Todo comenzó con el ligue entre un grupo de chavas que acampaban en la misma zona donde estaba nuestra tienda de campaña. Ellas eran de la Universidad del Valle de México y festejaban haber terminado su primer año. Comenzamos a hacernos amigos. Por la noche compartimos una fogata, y antes de que se consumiera ya todos teníamos asegurado nuestro faje.

"Solo Armando y yo tuvimos relaciones con las chavas que ligamos. Él sí usó condón, ya que ella no accedía si no era de esa forma. En cuanto a mí, a pesar de que llevaba condones en mi maleta, no fue posible porque la calentura nos ganó.

"Una vez que me cayó el veinte que yo vivía con VIH, hice un recuento de mi incipiente vida sexual. Y por más de darle vueltas al asunto la única persona con la que pude haberme infectado fue Araceli. Aunque también estoy seguro que ella no se sabía portadora del virus. La intuición para esto es que ella ya había estado casada y como todos sabemos, en el matrimonio regularmente no se usa condón y según me comentó esa noche, su separación estaba muy reciente y fue precisamente por la infidelidad de su esposo.

"Después de ese campamento no he vuelto a saber nada de ella. Por suerte, las veces que tuve relaciones sexuales después de ella y antes de saberme VIH positivo sí use condón y estoy seguro de no haber infectado a nadie. Creo que cada quien es responsable de sus actos y si yo me infecté por tener una relación sin protección, debo afrontar mi situación y aprender a ser honesto conmigo."