Desde 1987, sin faltar un solo año, el Museo Universitario del Chopo alberga en sus instalaciones una de las muestras, tal vez la única de semejantes dimensiones, más extensas de arte homoerótico que se conozcan en nuestro país. La Semana Cultural Lésbico Gay --que en realidad dura varias semanas-- ha dado espacio de una manera más que generosa a cientos de artistas de diversas disciplinas, que van del teatro y el performance a la pintura y la escultura, sin faltar las mesas redondas y conferencias sobre la diversidad sexual y el sida.

Organizada por el Círculo Cultural Gay cada mes de junio, esta festividad se ha consolidado como un espacio alternativo abierto a todas las expresiones culturales. Por lo mismo, el resultado necesariamente es desigual. A lo largo de quince años se han exhibido obras de excelente factura junto con otras que difícilmente encontrarían espacio en otros museos. Se transita fácilmente de la provocación inteligente a la autocomplacencia. Pero todas las obras se ajustan a los objetivos de la muestra. Un acierto: abrir el espacio a todos y todas las artistas sin distinción de género u orientación sexual.

Para festejar los quince años de la Semana, la UNAM y el Círculo Cultural Gay editaron el libro Una exposición, varias exposiciones, un tiempo de inauguraciones. La edición, de excelente diseño, incluye una muy acertada selección de 70 láminas, quince fotografías del Archivo Casasola y diez textos que reflexionan sobre la Semana Cultural Lésbico Gay, el arte y la cuestión gay, de autores como Carlos Monsiváis y Francesca Gargallo.
 
 

Una exposición, varias exposiciones, un tiempo de inauguraciones.
UNAM/Círculo Cultural Gay, 2002.