ƑLA FIESTA EN PAZ?

Leonardo Páez

Quietudes equívocas

MIENTRAS ALGUNOS SE vienen moviendo con un frenesí digno de mejores causas, los inadvertidos miembros de la Asociación Nacional de Matadores de Toros y Novillos, Rejoneadores y Similares, con todo y estatutos, convenio taurino hispanomexicano y flamante edificio, supusieron que había que quedarse quietos, más que ante las embestidas de los toros, ante las de algunos cabestros de dos patas.

TAN ES ASI que para cuando quisieron tomar medidas concretas ya la empresa de la Plaza México se les había adelantado, no tanto con maniobras imaginativas que respetaran equidad, sino con asesores profesionales en esto de reventar agrupaciones, no por respetables menos pasmadas.

CUANDO TODOS CREYERON que echando de la asociación a representantes espurios como Pablo Valle, o bien intencionados como Alfredo Leal y Manolo Arruza, se acababan sus problemas internos y con la empresa de la Plaza México, a la llegada de Mauricio Portillo al cargo las cosas empeoraron, al grado de que la torería del país está a punto de quedarse sin asociación, y no precisamente por culpa del intocable promotor y nuevo presidente de la Asociación Mexicana de Empresas Taurinas, siniestra neo CTM taurina para explotar trabajadores.

PARECE SER QUE por acá los diestros dejan toda su iniciativa y todo su valor en los ruedos, por lo que al tratar de hacer valer sus derechos como gremio, no saben si van o vienen, olvidando la grandeza de su profesión, la dignidad de su trabajo y toda capacidad de negociación inteligente.

HACE MESES EL promotor-importador les advirtió que él ya no contrataría agrupaciones -nomás las preside-, sino a novilleros y matadores individualmente, quienes a su vez contratan a sus cuadrillas, dotando a todos de un seguro de gastos médicos mayores, "hasta que quien resulte herido se restablezca por completo", negándose a pagar a la asociación lo adeudado por concepto de fondos de reserva, literalmente tres pesos.

AL DESESTIMAR ESA advertencia, los matadores comprobaron entre otras cosas que carecen de disposición para contratar asesores verdaderamente profesionales, que no saben utilizar los estatutos de su asociación ni siquiera en legítima defensa de sus intereses, y que, como siempre, son un sindicato no sólo blanco sino, además, sólidamente desunido, en el que cada quien, sobre todo los que torean regularmente -en ambos sentidos-, se desentienden de sus compañeros más modestos.

PUDIENDO HABERSE NEGADO la asociación a tramitar ante la Secretaría de Gobernación los permisos para que puedan actuar los diestros extranjeros en territorio nacional, última carta que tenían los matadores para defenderse como gremio de tan voluntarioso patrón y de quienes lo patrocinan, decidieron destituir, por enésima vez, a su representante democráticamente electo y jalar cada quien por su lado. Así les va a ir, incluso si son de los amigos de la empresa que ya firmaron para la autorregulada temporada "grande".