El tercera base Troy Glaus fue designado el
jugador más valioso
Serafines se llevó el decisivo 4-1 para obtener
su primer título de Serie Mundial
Doblete de Garret Anderson produjo tres carreras en la tercera; gran atrapada
de Erstad
Anaheim, California, 27 de octubre. Serafines de
Anaheim culminaron una larga espera de 41 años, desde 1961, para
obtener un título de la Serie Mundial y esta noche lo consiguieron
al imponerse 4-1, a Gigantes de San Francisco, en el séptimo y decisivo
juego.
John Lackey, con solamente tres días de descanso,
dominó a los fuertes aporreadores de San Francisco en una estancia
de cinco entradas en la loma, en la que nada más aceptó cuatro
imparables, dio un pasaporte y ponchó a tres para llevarse el triunfo.
Tuvo
el respaldo ofensivo de Garret Anderson, quien remolcó tres carreras
con un doble a la esquina del prado derecho, en la tercera entrada, para
encaminar a Serafines a su primer título desde que existen como
franquicia a partir de 1961.
"Es un gran sentimiento, siempre creímos que obtendríamos
esto", declaró Mike Scioscia, el manejador de Anaheim, que el año
pasado, en 2001, terminó con un desventaja de 41 juegos respecto
del primer lugar de su división en la Liga Americana.
Gigantes abrió el marcador en la segunda entrada
por el primer sencillo del puertorriqueño Benito Santiago. Imparable
de J.T. Snow y un elevado de sacrificio al jardín izquierdo de Reggie
Sanders que permitió timbrar al isleño.
Sin embargo, Lackey se recuperó y ponchó
a David Bell para el tercer out. Luego retiró a cuatro en fila antes
de aceptar un par de sencillos de Barry Bonds y de Santiago en la cuarta
entrada, y luego dominó en elevados a los jardines a Snow y a Sanders.
Los Serafines respondieron en el cierre de la segunda
cuando con dos fuera Scott Spiezio recibió pasaporte del cubano
Livián Hernández para ser impulsado por Bengie Molina con
un doblete al prado del centro.
Livián lució descontrolado y tuvo que ser
retirado en la tercera cuando embasó a cinco enemigos en fila. David
Eckstein y Darin Erstad dieron de una base al izquierdo.
Por su parte, Erstad realizó una espectacular atrapada
a línea de Bell en la apertura del quinto episodio.
Tim Salmon fue golpeado para congestionar las almohadillas
y vino enseguida el batazo de Anderson; todavía el cubano le dio
la base a Troy Glaus. El tercera base recibió el nombramiento de
Jugador Más Valioso . Tuvo un porcentaje de .385, conectó
tres cuadrangulares y produjo ocho carreras.
Para no variar la novena entrada no estuvo exenta de emociones.
Snow empezó el turno de San Francisco y recibió al cerrador
Troy Percival con un sencillo al derecho.
Tom
Godwin roleteó por segunda para forzar a Snow. Bell recibió
base, pero Percival metió el brazo para ponchar al emergente Tsuyoro
Shinjo y dominar en fácil palomón al centro a Kenny Lofton
para el out del cierre y permitir un estallido de júbilo contenido
en el campo Edison.
El mexicano Benjamín Gil no entró al juego
por Serafines.
La historia estuvo de parte de Anaheim; ahora son ya ocho
veces seguidas que el equipo de casa gana el séptimo juego, en tanto
que se convirtió en la decimosegunda novena que se recupera después
de estar abajo en la serie 2-3, para ganar el mítico campeonato
del orbe.
Gigantes, por su parte, tendrán que esperar otra
temporada para aspirar al campeonato. El último que lograron fue
en 1954, cuando el equipo residía en el Polo Grounds de Nueva York
y se enfrentó a Indios de Cleveland, que tenían al mexicano
Beto Avila en la segunda base, quien resultó el monarca bateador
de la Liga Americana con .341, para ser el primer latino en conseguir ese
honor.
Parte de la derrota de San Francisco podría quizá
atribuirse a que su principal jonronero recibió 27 bases por bolas
en la postemporada, 13 en esta serie.
Tirilla
|
|
C |
H |
E |
Gigantes |
010 000 000- |
1 |
6 |
0 |
Anaheim |
013 000 00x- |
4 |
5 |
0 |