Se presentó en Bellas Artes
Mujeres de oriente recoge 50 cuentos de encarceladas
CARLOS PAUL
Cómo duermen, visten, se alimentan, van al baño, aman, sufren y gozan dentro de la cárcel las internas son algunos de los temas-testimonios que se reúnen en Mujeres de oriente. Relatos desde la cárcel, compuesto por 50 cuentos escritos por las propias reclusas.
Es un volumen en el que las internas expresan con palabras, sin autocomplacencias, lo que hasta antes de escribir sólo eran emociones: odio, coraje, frustración, recelo, envidia, tristeza, dolor, impotencia, rencor, despecho, miedo, verguenza, pero también esperanzas, amores y erotismo, apuntó la coordinadora Josefina Estrada, quien -junto con Ethel Krauze, Ana Cerón, una de las autoras que aparecen en el libro, y Ana Imelda Campuzano Reyes, directora del Reclusorio Femenil Oriente- presentó ayer el libro en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.
Resultado de los talleres literarios impartidos por Estrada en dicho reclusorio durante dos años, el libro tiene como característica fundamental ser "una literatura de no ficción escrita con valentía, precisión y destreza'', calificó Krauze.
Aquí se revela, explicó, que la literatura hecha por estas mujeres es diferente a la creada por los varones reclusos, quienes se inclinan más por la reflexión profunda de lo que es estar preso, mientras que ellas nos llevan a la vivencia concreta, al autoconocimiento de la condición humana, mediante sus cinco sentidos.
En este libro participan Ana Cerón, de 34 años; Maguitos, de 33; Sara Aldrete, de 37; María Teresa Chávez Cabrera, de 54; Eren, de 36; Marce, de 44; Lore, de 37; Becka, de 20; Verónica, de 35; María del Carmen Olvera Silva, de 45; Carmina, de 36; Amapola, de 25; Irlany, de 27; Aída, de 35; May, de 28; Helisa, de 29, y Angie, de 44.
Vestidas de beige
Son 17 voces femeninas -expresó Estrada- que responden y denuncian con crudeza y desenfado, con ironía y humor, pero sobre todo con valentía y honestidad a las preguntas que se formula aquel que se halla libre: Ƒcómo será la vida de las mujeres en la cárcel?
Por ejemplo, señaló Krauze, "sin importar si son inocentes o culpables, si pertenecen a la clase alta, baja o media, nos hacen vivir la regla en la cárcel sin toallas sanitarias, compartir un excusado con 30 personas, cuando una de ellas tiene problemas digestivos y la otra comió tacos de chicharrón y la otra tuvo su periodo. Pero también nos hacen vivir momentos sabrosos y felices, aunque parezca mentira, como puede ser la hora del desayuno en la que surge la camaradería, o esos momentos de amor profundo, sexo y erotismo maravillosos.
"Son las mujeres de beige, característica que las distingue y las hermana. Quizá a un hombre no le importe mucho el color del uniforme -comenta Krauze- pero para una mujer estar vestida de beige día y noche y no ver más que el color beige a su alrededor, puede llegar a ser algo muy perturbador, y en este libro nos cuentan eso, el problema de no ver colores, cuestión que pocos imaginan viven estas mujeres".
Mujeres de oriente es editado por Colibrí y la Secretaría de Cultura de Puebla.