El escaso apoyo de tutores de tesis, lastre de la eficiencia terminal
Detrás de las bajas tasas de eficiencia terminal en el sistema de posgrado, en el que menos de 10 por ciento de los estudiantes se titulan en el plazo establecido, hay un problema del que poco se habla: el de los tutores que dan escaso apoyo a los estudiantes para la elaboración de sus tesis.
Magdalena Fresán, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y ex secretaria general de esa casa de estudios, inició una investigación al respecto y señaló que éste un problema grave no sólo en México, sino en el ámbito mundial.
La baja eficiencia terminal asociada a la desatención de los alumnos ha generado tanta preocupación que en países como Alemania, tutores y alumnos firman contratos en los que establecen reglas sobre la frecuencia de las reuniones, la revisión de los trabajos y el compromiso del académico de dar asesoría, por ejemplo, para que el alumno tome cursos de materias que no domina.
Los estudios de universidades de Suecia han demostrado que hay tutores autoritarios, que sacan malos trabajos o que no se desentienden de sus alumnos.
Para Fresán, el tema tiene que ver con la responsabilidad que tiene la universidad de hacer un seguimiento del alumno, desde que hace su examen de ingreso hasta que obtiene el título. "Es una responsabilidad social de la universidad", afirmó.
El problema de la desatención de los alumnos, añadió, se agudiza en disciplinas de ciencias sociales y humanidades, en las que los tutores tienen una concepción equivocada sobre la autonomía que debe tener el alumno, lo cual no sucede en ciencias biológicas y exactas, en las que el estudiante generalmente se incorpora de inmediato a los proyectos de estudio y trabaja con los investigadores a su cargo.
Para poner solución a este conflicto dijo que primero es necesario "que el académico asuma su papel con responsabilidad, conciba que se trata de una actividad compleja, importante para el desarrollo de un individuo y no como el hecho de dirigir una tesis más".
En este labor las instituciones educativas también tienen que contribuir definiendo con mayor claridad el trabajo del tutor y dándole un mayor reconocimiento, ya que se trata de una actividad que requiere dedicación y un compromiso especial. CLAUDIA HERRERA BELTRAN