La obra de la compañía italiana Teatro Núcleo concluye presentaciones hoy
El ingenioso hidalgo recorre las plazas como antihéroe
ARTURO JIMENEZ ENVIADO
Guanajuato, Gto., 26 de octubre. De los 40 conflictos que enfrenta don Alonso Quijano en la novela de Miguel de Cervantes, en 20 de ellos resulta ganador, recuerda a manera de revelación el director y dramaturgo argentino Horacio Czertok.
Explorador de las esencias reales de este clásico de la literatura universal, Czertok y la compañía italiana Teatro Núcleo presentan desde el miércoles y hasta el domingo el espectáculo callejero "de gran parafernalia" Quijote!, en la Plaza San Fernando.
Figura emblemática del Cervantino, el caballero andante también recorre Guanajuato en la versión del director colombiano Omar Porras, quien con el Teatro Malandro de Suiza presenta en el Teatro Juárez, también hasta el domingo, la puesta Ay!, Quixote.
El Quijote de Horacio Czertok es una puesta que marca un alejamiento del estereotipo del "héroe romántico y perdedor" y pondera a un "antihéroe" que, aunque tampoco es un triunfador, sí pretende provocar la indignación ante las injusticias.
Lo que se observa, considera Czertok, es que Cervantes se valió de su personaje para abordar un espacio ubicado en "la duda y la ambigüedad".
Dice que del amor por esta novela nace un dolor: "Que el personaje se encuentre confinado en las bibliotecas y en la academia". Por ello el intento de darle un nuevo impulso y excarcelarlo para las calles y las plazas.
Czertok reflexiona sobre el trabajo teatral en los espacios abiertos y señala que ahí se concentra un público especial, conformado por el "no espectador teatral", gente que no se percata que esa "cosa engorrosa, cara y arcaica" que es el teatro, que pertenece a todos y que se lo han expropiado.
"Me interesan todas aquellas personas que creen que el teatro no es para ellos y que erróneamente se contentan con las telenovelas y las películas que les ofrece la televisión."
Esta versión del caballero de la triste figura tiene un antecedente en una obra puesta por Czertok en 1984 en la Plaza de San Roque de la misma ciudad de Guanajuato. "Era un espectáculo que sólo rozaba al espectador".
Diez años después, mediante un "salto de calidad", comenzó la que ahora se presenta en la Plaza San Fernando. A casi otra década, el director reconoce que este Quijote también ha experimentado cambios.
Sin embargo, dice, el desafío metodológico sigue siendo el mismo: explorar la esencia de la obra de Cervantes, comunicarse con el público común de la calle, dotar de contenidos a la gran parafernalia que acompaña a esta versión: balcones-molino, fuegos artificiales o un Rocinante-moto-bicicleta.
Recuerda que esta puesta prescinde lo más posible de la palabra, con lo cual demuestra a la vez su respeto por ella y por lo que "el maestro" Cervantes deseaba comunicar.