Investigadores de El Colegio de México
Analizan en foro consecuencias de la mala planeación
en el DF
La mala calidad del aire en las ciudades está relacionada
con la infraestructura urbana, el desarrollo arbitrario de las vialidades
y la distribución de usos de suelo, además del incremento
de vehículos y el cambio en las preferencias de transporte, sostuvieron
ayer especialistas de El Colegio de México en el taller Estructura
urbana, medio ambiente y transporte.
Hasta ahora se había analizado la relación
de la contaminación ambiental con el transporte en su aspecto tecnológico,
pero no se ha estudiado a profundidad la interrelación entre el
desarrollo urbano y el transporte, explicó la investigadora Martha
Schteingart.
Se llevó a cabo una investigación desde
1950, cuando la ciudad de México tenía 3 millones de habitantes
y la mayor parte de la población se localizaba en las delegaciones
centrales. Entre 1960 y 1970 la población tuvo una tendencia de
crecimiento de 240 por ciento, mientras que a partir de la década
de los 80 bajó a 160 por ciento. Además, la tendencia ha
sido a la desconcentración, ya que los residentes del centro bajaron
de 75 por ciento en 1950 a 20 por ciento en 2000, agregó. No sólo
los habitantes han salido de la zona central de la ciudad, sino también
los comercios y la manufactura; únicamente los servicios se mantienen
en esa área. Detalló que, además, la planeación
de vialidades ha favorecido ciertas zonas, lo cual se refleja en que el
periférico en el oriente no tiene las mismas características
que en el poniente.
Asimismo, los tipos de uso de suelo comercial y de servicios
se presentan más en el centro, lo que favorece su concentración
y que la gente viaje más hacia esa zona. Actualmente en el país,
32 por ciento de las familias poseen al menos un vehículo, mientras
que en el Distrito Federal el porcentaje es de 38 por ciento.