El índice de egresados, 3.2% por encima
del desarrollo económico: estudio
Se requiere crecimiento anual de 4.6% para dotar de
empleo a profesionistas
La mayoría de los jóvenes debe laborar
en actividades ajenas a su campo de estudio
JOSE
GALAN
En los noventa, la oferta de egresados del sistema universitario
creció 6.7 por ciento, mientras la economía lo hizo sólo
3.5 por ciento. Es decir, el número de egresados que se insertó
en el mercado laboral fue muy inferior al número total de los que
salieron del sistema de educación superior del país.
De acuerdo con un estudio realizado por encargo de la
Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación
Superior (ANUIES), hay un excedente de oferta de profesionistas de casi
880 mil personas, la mayoría de las cuales debe aceptar trabajos
ajenos a su campo de estudio.
El mercado laboral de profesionistas reclamará
de la administración federal un crecimiento de por lo menos 4.6
por ciento anual para absorber la totalidad de egresados, ''lo que es poco
probable de alcanzar a la luz del pobre desempeño de la economía
nacional en los dos primeros años de este sexenio''.
El mercado laboral no sólo registrará excedentes
considerables de oferta de egresados en la mayoría de las carreras,
sino también una parte muy elevada de los que encuentren empleo
se verán obligados a laborar en ocupaciones de mediana y baja calidad,
añade el documento.
Frente a este panorama, el documento subraya la necesidad
de que las autoridades educativas federales establezcan una vinculación
mucho mayor de sus políticas públicas con las estrategias
económicas, sobre todo las relacionadas con sectores industrial,
agroindustrial y agrícola, así como de atención a
la salud y al desarrollo regional.
El estudio fue realizado por la firma Consultoría
Internacional Especializada y presentado a puerta cerrada en la pasada
33 asamblea general de la ANUIES, en Mérida, Yucatán.
Con el título Mercado laboral de profesionistas
en México. Diagnóstico 1990-2000, el documento -cuya
copia tiene La Jornada- sostiene que la transición demográfica,
que comenzó su tercera etapa en los setenta, afectó el mercado
laboral en los noventa.
Y lo hizo desde dos perspectivas: el crecimiento de la
población en edad de recibir educación, y el crecimiento
de la población en edades activas que reclaman empleo. Además,
el crecimiento natural de la población se vio disminuido en 0.3
por ciento anual a causa de la emigración neta de mexicanos al exterior,
de los cuales 120 mil fueron profesionistas tan sólo en esa década.
El número de egresados del nivel superior pasó
en los años noventa de 149 mil a 268 mil, incluyendo a los de posgrado,
que pasaron de 9 mil 885 a 28 mil 943. Además, la proporción
de jóvenes en edad universitaria que accedió al sistema de
educación superior pasó de 15 a 20 por ciento.
''Las instituciones públicas siguen siendo la piedra
angular del sistema de educación superior -agrega el estudio-, pero
en este periodo perdieron una parte de su importancia relativa al pasar
de 80 a 70 por ciento de la oferta total de egresados''.
Un rasgo distintivo de la evolución de la oferta
de egresados en el periodo de referencia es la mayor participación
de mujeres. En 1970 era de 15.5 por ciento; en 1980 de 29.8 por ciento;
en 1990 de 40.3 por ciento, y para el año 2000, su participación
alcanzó 51.03 por ciento. Sin embargo, pese al crecimiento de los
egresados y la mayor participación de las mujeres, la estructura
de la oferta de egresados de 1991 y la del 2000 son estadísticamente
similares: la concentración en 20 carreras es de más de 80
por ciento.
Lo anterior sugiere que las casi mil instituciones de
educación superior repartidas en todo el país, públicas
y privadas, formaron, sin acuerdo previo, un conjunto de egresados cuyo
perfil de carreras es estadísticamente muy similar en 1991 y en
2000. Así, la oferta de egresados creció a 6.7 por ciento,
mientras la economía lo hizo a 3.5 por ciento.
''De este modo, la oferta de egresados se enfrentó
a un mercado laboral poco capaz de ofrecer oportunidades de empleo en correspondencia
con la formación para quienes salían de las universidades'',
agrega el estudio. ''Este desequilibrio tiene efectos importantes en el
sistema educativo, al mandar como señal una dificultad estructural
para garantizar la inserción en el mundo del trabajo profesional
de sus egresados. Con ello, se desdibujan los innegables logros educativos
alcanzados".
Para el año 2006 se proyecta estadísticamente
un total de egresados de educación superior de entre 345 mil y 382
mil, de los cuales entre 302 mil y 335 mil serán de nivel licenciatura,
y entre 42 mil y 47 mil de posgrado, lo que representaría una tasa
de crecimiento medio anual de entre 4.3 por ciento y 6.1 por ciento entre
2000 y 2006.
''Las proyecciones indican que la tasa de crecimiento
de la creación de puestos para profesionistas mexicanos será
notablemente mayor en la presente década que la creación
de puestos remunerados tanto en el mediano como en el largo plazos'', advierte.
''A mediano plazo, además, se espera que continúen reduciéndose
en términos relativos los puestos de trabajo en ocupaciones profesionales
y acrecentándose los no profesionales''.