CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

El masoquismo de Solís

EL DIPUTADO FRANCISCO Solís Peón, quien retó y fue condenado por los tribunales panistas de la "moral y las buenas costumbres", decidió el martes por la noche -en compañía y siguiendo los consejos de sus mejores amigos- no abandonar el PAN.

LA DECISION YA recorrió los pasillos de la sede de ese partido, donde la mayoría tacha de injusta la sanción a Pancho Cachondo, porque los pecados de otros legisladores se han ocultado y no han recibido siquiera una leve amonestación.

SE CUENTA ENTRE los panistas, por ejemplo, que a finales de 2000, en plena temporada de brindis y fiestas, otro panista confundió su curul con un mingitorio y allí, ante la mirada de una diputada perredista, desahogó su urgencia sin el menor rubor.

LOS MISMOS PANISTAS dicen que entre asesores y una secretaria, el diputado fue ayudado a abandonar la sala de plenos, pero el asunto se inscribió en el anecdotario de aquella sesión.

FUE TANTO EL escándalo que los panistas hasta impusieron un mote al diputado para no dejar que el asunto se perdiera. Desde entonces, al diputado Hiram Escudero le dicen Tata-chis y, por supuesto, no hay entre sus colaboradores quien se atreva a pedirle una firma.

MAS GRAVE, ASEGURAN los azules, que consideran el castigo a Solís Peón un acto de rudeza innecesaria, fue lo acontecido en la misma época, pero de 2001, cuando el diputado Salvador Abascal decidió abandonar su responsabilidad legislativa para cumplir con su agenda personal, sin importarle la muy tensa situación que se vivía en la ALDF.

EL DIPUTADO, SE cuenta, hizo maletas y dejó el país para pasar la Navidad con algunos parientes en la ciudad de Los Angeles. Hubo voces que le recomendaban no alejarse, dada la situación de los trabajos legislativos, pero nada ni nadie hizo que el diputado se hiciera cargo de la responsabilidad que le impuso la elección popular y el panista voló, voló y voló.

ESTOS HECHOS QUE cuentan los panistas, casi jurando sobre la Biblia que son verdad, la única verdad y solamente la verdad, pasaron de noche para el "tribunal del santo oficio" de José Luis Luege.

Y, SEGUN SE especula, en la presidencia del PAN existe un proyecto bien craneado por Luege para llevar caras nuevas a los puestos de elección en el Distrito Federal y con ello aumentar la presencia panista en la capital.

ESTO, A FIN de cuentas, parece no molestar a los azules, lo malo, dicen, es que se piensa ejecutarlo sacrificando a muchos militantes que no han sabido guardar las reglas de orden establecidas por la presidencia de ese partido en el DF.

COMO QUIERA QUE sea, la decisión de Solís Peón y el apoyo que algunos legisladores le han ofrecido parece llevar a una parte de la fracción de ese partido en la ALDF a un enfrentamiento abierto con la dirigencia estatal.

TOTAL, LA SANCION al rebelde diputado panista tal vez sea una cortina de humo para evitar que se sepan algunas otras cosas graves en el PAN. Por lo pronto, todo parece indicar que de este conflicto saldrán algunos heridos y otros muertos, pero ya veremos qué tan morado pinta el azul.

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