Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 24 de octubre de 2002
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Política
Pruebas testimoniales revelan que la abogada estuvo sujeta a estrecha vigilancia

Un equipo profesional se habría hecho cargo del asesinato de Digna Ochoa

Los victimarios prepararon el crimen y eligieron el escenario quizá con meses de antelación

BLANCHE PETRICH'

Los asesinos de la abogada Digna Ochoa prepararon el crimen -consumado el 19 de octubre del año pasado a mediodía- con tiempo, quizá con meses de antelación. Hubo autores intelectuales y al menos un ejecutor, un hombre con dominio de tácticas de sometimiento y manejo de armas. Contaron con logística para actuar. Conocían las actividades sociales, públicas y privadas de la defensora de derechos humanos. Y muy probablemente dominan los métodos que utilizan los peritos en las investigaciones penales, como grafoscopía y registros dactilares, ya que alteraron de manera precisa la escena del crimen.

dibujo-1Esta fue la conclusión a la que llegó el primer equipo investigador de la averiguación previa 3/257670110, de acuerdo con el dictamen de ampliación de mecánica de los hechos, en un parte rendido el 4 de enero de este año.

Cinco meses de espionaje

Las diversas testimoniales de esa primera investigación permitieron a la unidad investigadora concluir que probablemente desde mayo -fecha que coincide con el retorno de la abogada de una larga estadía en Washington- el bufete jurídico de Pilar Noriega y Lamberto González, ubicado en Zacatecas 31, colonia Roma, era vigilado por al menos dos individuos. El día del crimen, en el lapso en el que los dictámenes forenses establecen como el tiempo probable de la muerte de Digna, los testigos, todos vecinos de la misma cuadra o incluso del edificio, coinciden en haber visto movimientos inusuales de desconocidos por los alrededores.

La señora Modesta Aguilera vive en el departamento situado justo arriba del despacho "A" del edificio donde se encuentra el local del bufete Servicios Legales. Ella afirma haber visto el día 19, cerca del mediodía, a un desconocido de corbata y camisa blanca sin saco, de pie frente a la puerta del despacho, mirando a través de la vidriera hacia el interior. Vio que el hombre se retiraba escaleras abajo. Aproximadamente 20 minutos después escuchó que la puerta de la oficina -metálica, ruidosa- se abría y cerraba. Después de un breve lapso, que calcula pudo ser de 10 o 20 minutos, escuchó dos golpes secos. Hechas las pruebas de repercusión de sonido y balística en el edificio, se concluye que pudo haber sido el ruido de dos de los tres disparos que se ejecutaron. Entre las 12:50 o 12:55 horas escuchó que la puerta se abría nuevamente y se cerraba con más fuerza, como azotada. La necropsia señala como tiempo probable de la muerte de la abogada entre cuatro y seis horas aproximadamente antes de que fuera encontrado su cuerpo, lapso coincidente con el testimonio de la señora Modesta.

dibujo-5Otras testimoniales son las de dos vecinos de la calle Zacatecas, Luis Román Mendoza y Humberto Avila Peña. Refieren que desde mayo habían intercambiado sus impresiones sobre la constante presencia de al menos tres desconocidos que rondaban por el edificio número 31. Ambos coinciden en identificar al menos a dos -uno de nariz aguileña, mal vestido y asiduo fumador de marlboros, y otro muy flaco- se turnaban en el puesto de vigilancia, bajo la sombra de un árbol de pobre follaje sobre la acera, desde donde miraban frecuentemente la entrada del edificio en cuestión. Incluso les llegaron a poner apodos: El Nariz de Perico y El Pescado.

El día del asesinato ambos vieron a estos dos personajes pero no de pie, como de costumbre, sino sentados en el escalón de la entrada del inmueble. El señor Humberto dice que cerca de las nueve y media de la mañana vio a los dos sujetos, a quienes reconoció como los que siempre vigilaban el edificio. Temiendo que fueran ladrones subió a la azotea a verificar que su herramienta estuviera a buen resguardo. Una vez ahí, vio a otro desconocido espiando hacia los departamentos externos del edificio número 31 con "un objeto negro, cámara o alguna otra cosa". Al percatarse, el individuo se puso nervioso y se retiró a toda prisa.

Este dictamen oficial adelanta una hipótesis sobre la razón por la que a la abogada se le dio muerte en el despacho de sus compañeros y amigos, los abogados Noriega y González Ruiz: el acceso desde la calle es fácil, no hay medidas de seguridad, es un edificio de oficinas con pocas viviendas, por lo que hay menos movimiento. En el edificio de multifamiliares Plateros, donde vivía la víctima, no se puede acceder al interior sin llave, al mediodía hay mucho movimiento de amas de casa y la zona no ofrece, como la calle de Zacatecas, a una cuadra de avenida Cuauhtémoc, las mismas vías de escape rápido.

La preparación del golpe final

dibujo-2En un archivero en el departamento de la abogada Digna Ochoa, en la colonia Portales, fueron encontrados los siguientes elementos, todos sujetos con un clip. En una hoja blanca, la hoy occisa escribió: "Lo encontré en el buzón el 7 de agosto (martes) en la mañana". Otra hoja que había sido arrugada tiene la siguiente frase impresa en negro, bien cuadrada y con letras remarcada con plumón rojo: "Hija de puta, ya te tenemos muy bien ubicada". También había un sobre, rotulado en impresora, dirigido a "Lic Digna Ochoa, departamento 21".

Otra hoja: "Encontrada el viernes 10 de agosto en el buzón". El segundo anónimo dice: "Muy pronto te cargará tu chingada madre, ¿quieres saber cómo?"

Una tercera amenaza, con fecha del 16 de octubre, dice: "¿Cómo estás? ¿Pensabas que te habías librado de nosotros?" Las breves frases son correctas ortográfica y gramaticalmente. El formato de la hoja demuestra conocimientos en el manejo de la computadora. Al remarcar las letras con plumón se trata de ocultar el tipo de impresora utilizada.

Esta secuencia de anónimos "nos habla de inmediatez, nos indica que ya se había estudiado a la persona, su lugar de trabajo, dónde vivía, con quién vivía, a quién o quiénes frecuentaba. Se concluye que se trata de más de dos personas o de un grupo de gente organizada", reporta el documento.

Tres días después de encontrar esa amenaza en su buzón, en otro rumbo de la ciudad, en la colonia Roma, Digna Ochoa murió de un tiro en la cabeza. En el mismo lugar de los hechos, se encontró un cuarto anónimo, parecido a los demás: "PROs hijos de puta, si siguen a otro también se los cargará su madre. Sobre aviso no hay engaño."

Mecánica de hechos

dibujo-6El primer disparo -"de apoyo y contacto laxo", según el peritaje- lo recibió la víctima en el muslo izquierdo. El proyectil entró por el frente y salió por la parte posterior. En el sillón norte de la pequeña sala del despacho había una mancha de sangre que, se presume, emanó de esa herida por un tiempo aproximado de diez segundos.

Otro disparo, con las mismas características, fue hecho sobre la región temporal derecha.

En la ampliación de la mecánica de los hechos se asienta que a las 12: 30 del día 19 de octubre Digna Ochoa ingresó al despacho con un hombre que la habría sometido físicamente casi de inmediato. De haber llevado su arma propia en el bolso, la abogada habría intentado sacarla. El hombre pudo arrebatársela, derribarla al piso y patearla en una pierna. En esa área fueron encontrados sobre la alfombra una diadema de mujer, un botón arrancado de la blusa de la abogada y un chicle.

Después de someterla por la parte posterior del cuello con la mano izquierda, el victimario dispara el arma sobre el sillón sur, sienta a la víctima en el sillón del lado opuesto, él se sienta a su lado y cambiando de mano la pistola le dispara sobre el muslo. El victimario se levanta, lo mismo que la abogada. La vuelve a tomar del cuello y la arroja violentamente sobre el mismo sillón. Ella cae de rodillas, con la cabeza sobre el asiento. De pie, con las piernas abiertas una a cada lado del cuerpo de Digna, el victimario, "utilizando su mano derecha para sujetar y levantar de los cabellos la cabeza de su víctima. Con la mano izquierda sujeta el arma de fuego, llevando y apoyando la boca del arma hacia la región temporal izquierda, una vez hecho esto jala el llamador produciendo el tercer disparo".

Este dictamen establece de la siguiente manera los pasos posteriores: el homicida caminbó hacia el pasillo de entrada, allí habría procedido a sacar de sus ropas cierta cantidad de harina y un par de guantes de látex, ya que en esa zona hay harina derramada. Sobre la harina hay pisadas y también hay manchas en forma de silueta, lo que indica que le habría caído sobre los zapatos. Los botines negros de Digna, analizados por los peritos, no registran restos de este polvo. El homicida impregna de harina las manos de la víctima y le coloca los guantes, finalmente coloca la pistola debajo de su cuerpo. Bajo la "fosa ilíaca", dice el estudio. El victimario esparce harina a discreción, se dirige a la salida y en último gesto saca otro anónimo amenazante que lleva en las ropas, lo deja en la recepción y sale azotando la puerta. El portazo que escuchó Modesta Aguilera. 

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