Señalan que no hay informes del patrimonio sindical
Petroleros disidentes demandarán ante la STPS a Romero Deschamps
FABIOLA MARTINEZ
La opositora Coalición Nacional de Trabajadores Petroleros (CNTP) denunciará ante las autoridades laborales presuntas violaciones al estatuto de este gremio, en particular por la ausencia de informes financieros y del patrimonio del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Los activistas, que se presentaron como representantes de cada una de las 36 secciones del STPRM, firmaron ayer en la ciudad de México un "acuerdo de unidad".
Con ello pretenden sustentar las demandas que promoverán el próximo mes ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) por el incumplimiento de al menos 13 artículos de los estatutos sindicales.
De igual forma, por no cumplir lo dispuesto en el artículo 373 de la Ley Federal del Trabajo, el cual ordena: "La directiva de los sindicatos debe rendir a la asamblea cada seis meses, por lo menos, cuenta completa y detallada de la administración del patrimonio sindical".
Con el "acuerdo de unidad" referido, los petroleros participantes pugnarán por una reforma estatutaria para garantizar que la elección de la dirigencia sindical se realice mediante el voto secreto y universal.
La CNTP es una de las tres corrientes opositoras a la dirigencia del STPRM que encabeza el también diputado federal priísta Carlos Romero Deschamps. Las otras son la Alianza Nacional Democrática de Trabajadores Petroleros y el Frente Nacional Petrolero. Ninguna de las tres es reconocida por la dirigencia del STPRM y, por el contrario, advierte que no procederá ningún trámite que promuevan estas organizaciones.
El presidente de la CNTP es Rafael Zúñiga Sandoval, trabajador de la refinería Madero y uno de los 28 que fueron encarcelados en enero de 1989, junto con el ex líder de este gremio Joaquín Hernández Galicia, La Quina.
En febrero pasado, diversos grupos opositores, jubilados y trabajadores en activo y despedidos integraron la coalición, financiada, en parte, por los viejos quinistas, cuyo objetivo han delineado, sin cortapistas, en torno a "la caída" de Romero Deschamps.