Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 20 de octubre de 2002
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Cultura
MANUEL ALVAREZ BRAVO, 1902-2002

Xavier Villaurrutia

La obsesión de la muerte

Entre nosotros, y en nuestro tiempo, sólo en la obra de unos cuantos poetas mexicanos, de unos cuantos pintores mexicanos y en la obra de Manuel Alvarez Bravo está presente lo que podemos llamar la obsesión, la preocupación de la muerte. Una muerte cotidian, presente y no por visible menos sino más poética y misteriosa. Con una mirada penetrante y a un solo tiempo implacable. Manuel Alvarez Bravo ha detenido en sus placas más sensibles y ha fijado en impresiones imborrables, con una técnica invisible por perfecta y perfecta por invisible, esa presencia de la muerte que en sus obras se muestra en las relaciones inesperadas, inusitadas, imprevistas, de seres, de objetos, de vegetales, de minerales que la realidad superior reúne misteriosamente y que ofrece, de pronto, a los ojos del poeta que es el único ser capacitado para verlas, y, sobre todo, para hacerlas ver.

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