Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 20 de octubre de 2002
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Cultura
MANUEL ALVAREZ BRAVO, 1902-2002

Imágenes y palabras

Diego Rivera

Fotopoesía sin claroscuros

La poesía discreta y profunda, la ironía desesperada y fina, emanan de las fotos de Manuel Alvarez Bravo, a modo de las partículas suspendidas en el aire, que hacen visible un rayo de luz penetrando en un cuarto obscuro.

Las partículas emotígenas llegan hasta nosotros en vuelo lento y continuo, poco a poco nos saturan.

No se trata nunca de una descarga electrónica instantánea y violenta.

Ni chispa ni relámpago, ni blancos ni negros violentos, ni líneas luyentes a toda velocidad.

Es una lluvia tenue, continua y menuda que empapa paulatinamente nuestros nervios y penetra hasta la médula de nuestros huesos.

Por eso la Fotopoesía de Manuel no usa claroscuros a toda orquesta, ni negros ni blancos; ni siquiera cuando dialoga con la muerte o nos ofrece el perfume espléndido del derrama de sangre caliente.

Establece analogías de formas ricas de toda pureza plásticoemocional.

Sabe dar a la imagen producida a través de la cámara un exacto valor de sueño, con una utilería enteramente desprovista de grandilocuencia y pomposidad.

Con limpia sobriedad de elementos, sin violencia de línea, sombra o luz; sin gestos de miembros o visajes, dentro del entrañable envoltorio de hilachos que cubren la vida, expresa toda la lucha y las tragedias de clase de los años y los días.

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