Decepcionantes resultados de las reformas estructurales
drásticas efectuadas en el agro
El campo mexicano no está listo para competir
en el TLC: Banco Mundial
Este rubro, obstáculo para elevar la competitividad
económica del país, aseguró el organismo
Fox titubea para consolidar su blindaje;
la quinta parte de la población depende de este sector
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
En la pasada década, el sector agrícola
mexicano fue objeto de las "reformas estructurales más drásticas",
pero los resultados de esos cambios "han sido decepcionantes", aseguró
el Banco Mundial. El organismo señaló que esta actividad,
de la que depende una quinta parte de los habitantes del país, "no
se ajusta ni está preparada para la competencia que se avecina con
el Tratado de Libre Comercio de América del Norte" (TLCAN).
Mientras el gobierno del presidente Vicente Fox avanza
con titubeos en la conformación de un blindaje para proteger
a los agricultores mexicanos de la competencia abierta con Canadá
y Estados Unidos en el contexto del TLCAN, el Banco Mundial afirmó
que la debilidad del sector agrícola nacional constituye una de
las principales restricciones para elevar la competitividad económica
del país.
Las consideraciones sobre el campo nacional están
contenidas en la Estrategia de Asistencia al País (CAS, por sus
siglas en inglés) del Banco Mundial para México, un documento
que resume las actividades y programas que el organismo planea desarrollar
en el periodo comprendido entre 2002 y 2005, y que fue hecho público
el viernes pasado.
Baja productividad
El
Banco Mundial consideró que la baja productividad de la agricultura
en México y las limitaciones para que el sector rural se integre
al resto de la economía, constituyen una de las tres principales
restricciones para la competitividad del país, junto con la falta
de una adecuada infraestructura física y la ausencia de un sistema
financiero más eficaz.
"Se puede decir que durante la pasada década el
sector agrícola ha sido objeto de las reformas estructurales más
drásticas: la liberalización comercial impulsada por el Acuerdo
General de Aranceles y Comercio (GATT, hoy Organización Mundial
del Comercio) y el TLCAN, la eliminación de controles de precios
y la reforma constitucional sobre la tenencia de la tierra", indicó
el organismo.
En seguida, señaló que los resultados de
esas reformas "han sido decepcionantes: estancamiento del crecimiento,
falta de competitividad externa y aumento de la pobreza en el medio rural,
a pesar de contar con gran apoyo del Estado por medio de programas como
Procampo, Procede, Alianza para el Campo y Aserca, entre otros".
De acuerdo con la evaluación del Banco Mundial,
las reformas emprendidas en el campo mexicano no han terminado con décadas
de limitaciones estructurales en cuanto a la capacidad de los pequeños
agricultores para obtener acceso a activos, participar en mercados de factores
y bienes de mejor funcionamiento (tierra, servicios financieros, mano de
obra, almacenaje y tecnología) y agregar valor en la cadena de comercialización,
"lo cual en conjunto ha restringido severamente la aportación del
sector rural al proceso de crecimiento".
El organismo consideró que las limitaciones que
enfrenta el campo mexicano plantean un "importante problema de política"
debido a que a partir de 2008 el TLCAN pondrá al sector en competencia
abierta con Canadá y Estados Unidos.
"La clave será rediseñar y coordinar los
programas oficiales de apoyo de manera que promuevan la diversificación
hacia cultivos de mayor valor o el desplazamiento hacia actividades más
productivas en la explotación agrícola y al margen de ellas",
apuntó.
De acuerdo con el Banco Mundial, a pesar de numerosas
reformas, el sector agrícola de México "no se ajusta ni está
preparado para la competencia que se aproxima con el TLCAN".
Apoyo a la eficiencia
Por ello, sostiene que el Banco Mundial tiene el objetivo
de apoyar que el ajuste a la competencia con los países del TLCAN
sea eficiente y, "lo que es más importante, sostenible socialmente".
Por consiguiente, añadió, el organismo basará su estrategia
sectorial en un conjunto de planes de desarrollo rural más integrados,
que creen oportunidades a nivel regional tanto en la explotación
agrícola como fuera de ella y que también promuevan la productividad
agrícola.
Para el periodo comprendido en el CAS, el Banco Mundial
anticipó que apoyará los esfuerzos para elevar el nivel de
vida de los pobres en el medio rural, especialmente las poblaciones indígenas.
De acuerdo con el organismo, 73.29 de cada 100 habitantes rurales vive
en pobreza extrema o moderada, una cantidad que rebasa la media nacional,
que es de 45.73 por cada 100.
Los programas de asistencia del organismo incluyen préstamos
para el desarrollo rural en áreas marginadas, en zonas cafetaleras,
modernización de distritos de riego y para el desarrollo de microempresas
en el medio agrícola, así como para el fortalecimiento de
mecanismos de financiamiento.