Para muchos son dañinos, pero lo cierto es que varios grupos extranjeros buscan trabajar con gente de nuestro país; el caso más reciente, Toy Hernández/Gustavo Cerati

DE LA REDACCION

Dice Federico Arana (guitarrista de Naftalina y autor del libro Guaraches de Ante Azul) que los productores de discos hacen daño. Así lo cree también Alex Lora, quien en sus últimos discos se ha encargado de hacer sus propias producciones. Sin embargo, no todos piensan así.

El trabajo de productores mexicanos es una profesión que avanza rápidamente. Para muchos el primer respectivo disco de La Lupita, Cuca y Santa Sabina son los mejores de su trayectoria. Curiosamente todos fueron hechos por productores mexicanos: Cuca contó con Jorge "La Chiquis" Amaro, Santa Sabina con Alejandro Marcovich (argenmex) y el álbum de La Lupita fue producido por el propio grupo.

Los productores nacionales han empezado a trabajar con grupos extranjeros; tal es el caso de Sabo Romo, quien el año pasado produjo al grupo costarricense Gandhi. Ahora el caso más reciente es el de Toy Hernández, del fantasmagórico trío Control Machete, quien después de grabar a la banda chilena Los Tetas, fue elegido por el exigente Gustavo Cerati para que coproduzcan, junto a Sata Triujeque (otro productor de Monterrey), el nuevo disco del otrora líder de la extinta banda argentina Soda Stereo.

Antonio Hernández apenas rebasa los 25 años, se acaba de casar y es padre de una pequeña niña, formó parte del trío Control Machete, siempre estuvo en la tornamesa mientras sus dos compañeros rapeaban, respetando la alineación clásica del hip hop.

Quien conoce los discos de Cerati como solista, sabe que lo más importante está en sus finas producciones, sus propuestas y estéticas sonoras son envidiables, por eso es digno de comentar que haya elegido trabajar en colaboración con dos productores mexicanos.

Toy dice que le "cayó el veinte cuando iba llegando a Argentina". Toy y Sata llevan 15 días en el cono sur y esperan concluir su trabajo esta semana. Toy aclara que están aprendiendo mucho de Gustavo, que no sólo es una persona con muchos conocimientos, sino que les ha dado libertad para opinar y decidir sobre su trabajo.

En el nuevo disco de Cerati participó Charly García. Toy expresa que "fue una experiencia muy loca, pero también muy lúcida y controlada. El tipo llegó, le grabamos el piano, eso lo manejó mucho más Gustavo".

En el horrible disco Tributo a Soda Stereo, Control Machete grabó un tema, el cual fue producido por Toy y Sata. Digamos que éste fue un antecedente que hilvanó la relación. El año pasado Sata grabó un tema al grupo argentino Ácida, y a Gustavo le gustó el sonido. Este año el manager de Cerati estaba en Nueva York, entre otras cosas buscaba un productor para su músico. Toy lo encontró y le obsequió los trabajos que ha hecho (Amores Perros, Celso Piña, Julieta Venegas con Jarabe de Palo), y como cereza en el pastel le dio un adelanto de lo que estaba haciendo con Los Tetas.

Gustavo escuchó los trabajos y después les habló por teléfono, lo demás es historia. "Para nosotros es nuestro primer disco internacional de un artista consolidado", comenta Toy en entrevista telefónica concedida desde la tierra de León Gieco.

"Estamos en la parte final de las mezclas; el ambiente que tenemos por acá es un trabajo muy relajado; el Cerati es un tipo muy abierto, el Sata es demasiado responsable. A veces es super bueno tener un año parea hacer un disco, pero también algunas veces tienes que aterrizar las cosas y hacerlo todo en un mes".

Sata nació en Monterrey, fue bajista a finales de los noventa del grupo de rock progresivo Mamíferos Habituales, después estudió Ingeniería y Producción en Beerklyn, Estados Unidos. En Los Ángeles realizó varias producciones, regresó a Monterrey y produjo a Kinki, y ahora ha hecho mancuerna en varias producciones con Toy.

Antonio Hernández, por su parte, montó un estudio de grabación, creó el sello Sones del Mexside (junto al Milo), "somos un sello independiente y tenemos en este momento dos videos rotando en MTV, de los grupos División Minúscula y Los Tetas", remata con orgullo uno de los bebedores más creativos que ha dado Monterrey.